LETRAS DE CANCIONES Y ENRIQUE LYNCH

Mi paisano (sin querer había dado a una tecla de más y paisano se convertía en “paisanov”) Regino Mateo, escribe en su blog sobre el soberbio Enrique Lynch (que nada tiene que ver con David). Por lo visto, en El País de hace unos días, arremete contra las letras de algunas cantantes que frecuentan los 40 Principales y qué, según Lynch, son “revanchismo de género”. Nada excesivamente serio, supongo. A mi también me preocupa la igualdad, lo que pasa es que los ciudadanos estamos un poco saturados por su referencia a las directrices políticas imperantes en nuestro país (todo al cincuenta por ciento). De todo sacamos punta. Desde que tenemos un ministerio para esos asuntos, parece que existe más intolerancia, más violencia machista, menos consideración a gays y lesbianas, cuando, sin descuidar esas importantes contingencias (o “contingencios” –por si acaso me tachan de machista o “machisto”-) deberíamos, o, mejor dicho, deberían los políticos, dedicar más tiempo y más dinero a menesteres de primera necesidad. Y, aunque la igualdad evidentemente también lo es, se puede y se debe combatir desde la educación, esa asignatura pendiente que tiene la política con todos los ciudadanos y ciudadanas. Además de esas cosas (está bien tratarlas) , los políticos deberían hablar más de la frustración del ciudadano hacía nuestra política y por qué sucede, el olvido de los partidos denominados de izquierda hacía la defensa de la igualdad contra el sistema de privilegios, la crisis sufrida por los de siempre, la corrupción política, el oficio(régimen económico) que supone la política (Ken Blanchard, pionero del “management”, se pregunta ¿Cuánto tiene que cobrar un gestor o un político para no tener la tentación de robar?), la transformación de la democracia en partidocracia… Sigo pensando que hay cosas más importantes que las letras simplonas de Julieta Venegas, Shakira, Amparanoia, Alaska o Paquita la del barrio. Tal vez, las letras mensuales de la hipoteca ¿les parece?