lunes, 30 de noviembre de 2020

TERAPIA APROPIADA



He salido a caminar como tratamiento terapéutico a mi larga lumbociática, un mes y cinco días ya, pero, por suerte, me encuentro bastante mejor. Hoy caminé, lo hago progresivamente, cuatro kilómetros y medio, algo impensable hace apenas una semana. Empecé andando dos, repitiendo la misma distancia al día siguiente, luego dos y medio, otros tres días seguidos tres kilómetros y hoy, como ya he dicho anteriormente, cuatro y medio. 

Después de un largo mes confinado por dicha contrariedad disfruto con todo lo que veo mientras voy escuchando Radio 3 en mis auriculares. Finalizando el recorrido pasé por el parque de La Dehesa y un señor, de los asiduos, daba de comer a una ardilla frutos secos. La ardilla en cuanto lo vio saltó a sus hombros y allí, con la seguridad que producen los amigos, se quedó comiendo tranquilamente mientras miraba a un pájaro que picoteaba cerca del lugar. 

Durante el trayecto pasé por una sala de exposiciones que estaba cerrada, pero algo divisaba desde fuera. Se trataba de una exposición de fotografía en blanco y negro. Sobre la pared aparecía una poesía de Walt Whitman, cuyo texto pertenece, creo, a "Cruzando el ferry de Brooklyn": 

 

“Amé bien esas ciudades; 
Me encantaba el río majestuoso y rápido; 
Los hombres y mujeres que vi estaban todos cerca de mí; 
Otros lo mismo, otros que me miran hacia atrás, porque yo los esperaba con ansias.” 

 

Después de leerlo recordé como denomina un excompañero a la ciudad de Soria, “la gran manzana”. Siempre me ha hecho una gracia tremenda y hago referencia a ese seudónimo muchas veces. El origen de “The Big Apple”, probablemente poca gente lo sepa (mi compañero estoy seguro que tampoco), viene de  los músicos de jazz que utilizaban en su jerga “Apple” como ciudad. Denominaron a Nueva York “La gran manzana” ya que era la ciudad con más clubes de jazz de EE.UU. 

 

Mientras caminaba, varios ruidos agresivos anularon la música que me acompañaba. Tal vez sea la edad, aunque siempre me han molestado los ruidos, pero vivimos en un mundo que no respeta nada. Hay veces que pienso que no es de extrañar que se fuese de Soria Javier Marías por ese motivo. Por la noche duermo con tapones debido a un ruido constante de motores (probablemente provenga de alguna industria de embutidos que está enfrente de donde vivo), por la mañana me despierta una grúa con un motor con unos decibelios con una intensidad sonora inconcebible y cuando salgo a pasear me encuentro con calles que están asfaltando, motores de máquinas en el parque para juntar las hojas caídas de la primavera, espantoso, vaya. 

 

Una vez en casa me relajé, la grúa había parado -seguramente para que los operarios comieran el bocadillo de rigor- y opté por tumbarme en mi sofá que ha sido mi apoyo en estos duros días y puse a un volumen “medio” el último disco de Cecilia Bartoli “Queen of Baroque”. ¡¡¡Qué gusto!!! 

sábado, 28 de noviembre de 2020

APROCHEMOS CADA INSTANTE, NO VOLVERÁ JAMÁS


Mientras leía un libro y escuchaba a Cole Porter en la madrugada, serían las siete y todavía no había amanecido, me vinieron algunos pensamientos que siguen dando vueltas por mi cabeza. Vivimos en una burbuja y todo lo tenemos, más o menos, controlado. Los pequeños sobresaltos que va dándonos la vida, casi siempre cotidianos, los vamos superando de manera sencilla, son partes del juego. Día tras día las cosas son similares, nada cambia prácticamente y eso nos da tranquilidad y, sobre todo, seguridad. La estabilidad nos hace fuertes y manifiesta en nosotros un cierto sosiego que es indispensable para vivir. Con el paso de los años buscamos comodidad, vivir a gusto, escabullirnos de problemas que muchas veces nos buscamos de manera absurda. Lo que no controlamos nos abruma y produce en nosotros incertidumbre, por eso perseguimos estabilidad y la protección de un hogar en el que tengamos todo a mano, nuestros seres queridos, paz y sosiego, así como los apoyos que nos gustan y nos dan felicidad. 

 

Todo va bien de esa manera, todo está controlado, el problema llega cuando sucede algo inesperado: la enfermedad, la muerte de una persona amada. Entonces nuestro cerebro se estanca, solamente piensa en ese imprevisto que ha sucedido sin darnos cuenta en la mayoría de las ocasiones. Es entonces cuando, realmente, valoramos lo que tenemos, todo eso que es necesario para soportar la vida. Esos fundamentos incuestionables como son la salud y la convivencia con los seres que más queremos, que, en ese acontecer de los días, -casi todos ellos rutinarios, invariables, monótonos,- no valoramos en su integridad, en los momentos duros afloran y apreciamos lo que tenemos. La salud y las personas que más queremos las valoramos como nuestro mayor tesoro y es cuando pensamos  que todo lo que existe a nuestro alrededor pierde  su valor y es, precisamente, cuando comprobamos la realidad y lo prodigioso que tiene vivir. Aprovechemos cada instante, no volverá jamás. 

jueves, 26 de noviembre de 2020

DIEGO ARMANDO MARADONA, PRIMERO ÍDOLO POPULAR Y LUEGO DIOS PARA SIEMPRE.

Fotografía: "La Nación"


Suelo leer algunos artículos semanales en el periódico “La Nación” desde que conocí, telefónicamente y por WhatsApp, a Leandro Vesco que es periodista en dicha publicación. Para que se hagan una idea comparativa, “La Nación” tiene una tirada diaria de 90.000 ejemplares en Argentina, “El País”, periódico español con más tirada, tiene una difusión diaria de 164.000. Se trata del periódico más importante de Argentina, por detrás de “Clarín”, que se acerca en número de ventas a “El País”.  

Todo ello para comentar la última publicación de Leandro Vesco, hoy mismo, que tiene como protagonista a Maradona. Y, tiene su lógica, ya que Leandro es de “La Boca”, barrio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el sudeste de la ciudad, y que alberga el estadio del Club Boca Juniors, ´Club de sus amores´ para Diego “El Pelusa”, en el que jugó en dos etapas de su vida deportiva y se convirtió en su ídolo deportivo. Leandro, que titula su artículo de la siguiente manera, “Murió Diego Maradona: ´La Boca queda huérfana´, la emotiva despedida de los vecinos”, habla con sus paisanos del barrio y, entre algunas de las frases que publica, me quedo con estas: 

 

"Diego, para la Boca no solo es un ídolo, es como un padre que disputamos entre muchos hijos” 

"¿Tu superhéroe tiene capa? El mío, un 10 en la espalda". 

"Nos vemos en la Bombonera para despedir a Diego". 

"Maradona tiene un vínculo eterno con La Boca, es de esas personas que sintetizan el carácter de todo un barrio" 

"Diego fue un espejo de nuestros mejores sueños, hoy La Boca queda huérfana" 

 

Ayer falleció el futbolista y todos los medios de comunicación se hicieron eco de la noticia. Realmente el futbol es grande, aunque para muchos (entre los que me encuentro) no tenga mucho sentido las multitudes que congrega. No llega a entenderse, ya que, como diría Borges (este sí que es grande) “no dejan de ser 22 millonarios en calzoncillos corriendo detrás de una pelota”. Aunque, el escritor argentino Alejandro Dolina, le replicó escribiendo que: ‘decir que el fútbol consta de 22 hombres corriendo detrás de una pelota, es como decir que la obra de Faulkner consiste en 2 litros de tinta y 3 kilos de papel…’. 

La cuestión es que pocos hombres (o mujeres) en el mundo, se dediquen a lo que se dediquen, han tenido más repercusión en el momento que se produjo su muerte. No hay que darle más vueltas, para muchos Diego Armando Maradona es su Dios y hay que respetarlo. Otros creen en tres personas distintas que tienen solo una naturaleza divina, no varias. En el hinduismo hay 330.000 dioses distintos. Dieguito fue más diablo que Dios pero siempre será “El Dios del balón”.  

domingo, 22 de noviembre de 2020

LA VACUNA Y SUS GUERRAS




COVID-19 

La vacuna contra la Covid-19 ha desatado una batalla a nivel global. Una competición por convertir las campañas de vacunación y su investigación en una prueba de poder   en las que están involucradas Europa, EE.UU., Rusia y China. Dicha competición ya se compara con la carrera espacial que libraron en el pasado siglo XX la URSS y EE.UU. 

Sin embargo, el éxito de las campañas de vacunación se enfrenta a las de desinformación que alimentan la desconfianza hacia la vacuna por parte de la población. En este sentido, la Comisión Europea ha señalado repetidamente a China y Rusia como origen de los bulos a través de las redes sociales. 

Y, aunque, las provenientes de EE.UU.  y Europa, debido a su avanzada tecnología, son las que mejor colocadas están, las de China y Rusia tiene peso en sus respectivas áreas de influencia. En ese sentido, Rodrigo Duterte, autoritario líder de Filipinas, ha anunciado que será el primero en ponerse la vacuna “Sputnik”. Rusia también se ha asegurado sus ventas en países como México, Venezuela y Brasil. 

La Organización Mundial de la Salud, en coalición con 172 países, ha creado COVAX, un instrumento de cooperación que busca garantizar la vacuna a los países más pobres y en la que los EE. UU. de Trump rechaza participar, ya que para él su “America First” (EE.UU. primero) es lo importante, el resto del mundo no importa. En el lado contrario se encuentra la Unión Europea que es el gran defensor de que la vacuna llegue a todos y, también, como no podría ser de otra manera, a los países pobres. 

Como podemos comprobar, el mundo nos ha cambiado a todos con la dichosa pandemia, sin embargo, los países, con sus gobernantes a la cabeza, siguen informándonos de dónde está situado cada uno. Algo tan grave como el coronavirus, que debería unirnos a todos para intentar vencerlo, nos ha dado otra lección de la distancia que existe entre los estados  para situarse a la cabeza de la economía mundial, caiga quien caiga, que, por suerte, no significa  ser el país más desarrollado. 

LA VIDA PASA

“¡No hay naciones!, solo hay humanidad. Y si no llegamos a entender eso pronto, no habrá naciones, porque no habrá humanidad".   Isaac ...