martes, 22 de febrero de 2011

domingo, 20 de febrero de 2011

23 F


Dentro de unos días, concretamente el día 23, será el trigésimo aniversario del fracasado golpe de estado. Cómo pasa el tiempo. Me quedé perplejo cuando lo leí en el periódico con el título ¿Qué hiciste aquel día? En ese artículo hablan, entre otros, el Presidente del Gobierno, que por entonces tenía 20 años y preparaba un examen en León, y el líder de la oposición y próximo Presidente (dios nos coja confesados) que había acabado “la mili” y estaba cortándose el pelo en Pontevedra. La noticia me hizo echar la vista atrás en uno de esos días (junto a los atentados de las Torres Gemelas y alguno otro) que quedan grabados para siempre. Ese triste día me encontraba de guardia en Ferrol cumpliendo el servicio militar. Era Cabo, a mi pesar, y tenía cierta responsabilidad ya que mi cometido era la vigilancia de la puerta principal de la Estación Naval de la Graña. Entonces no había teléfonos móviles ni Facebook. La radio emitía informaciones sobre lo que estaba ocurriendo en Madrid y Valencia, principalmente, después del asalto al Congreso. No daba crédito. Pasé el día preocupado, escuchando las noticias. Peligraba la libertad de todos los españoles pero, además, yo me encontraba en una cueva profunda y oscura. Por suerte, a medida que iban pasando las horas todo parecía que podía volver a la normalidad. Lo que ocurrió después es conocido por todos. He estado ojeando datos comparativos de esos treinta años y me han llamado la atención algunos. La población en España ha aumentado 10,2 millones de habitantes; el paro, 8,9 puntos y el parque automovilístico casi 13 millones de vehículos. Todo va muy deprisa por lo que se ve. El 23 de febrero de 1981 mi coche, un Dyane 6 rojo, apodado “El Soviet”,estaba arrestado por un periodo de 6 meses. Su dueño, un servidor, también estaba arrestado. ¿Motivo? Semanas antes regresaba desde El Ferrol a La Graña, distantes unos 5 kilómetros, y cogí a un par de marineros que se dirigían a su barco atracado en la Base en la que cumplía mi servicio militar. No les conocía de nada. Hicieron dedo y comprobé en la cinta de sus gorros el nombre del barco. Una vez dentro del coche avistamos una pareja de la Policía Naval, el que iba sentado atrás abrió la ventanilla y les gritó:“hijos de puta”. Los polis tomaron mi matricula y se decidió que la culpa la pagáramos a medias “El Soviet” y yo. Ciertamente era un destino surrealista. También estaba arrestado un palo de la luz que había caído sobre un sargento un día de tormenta y un perro que no podía salir de la base porque había mordido a un oficial. Pero lo peor no era eso, siempre tenía que haber un marinero de guardia al lado del palo y si el perro salía a la calle todo el cuerpo de guardia se vería arrestado. Ese 23 de febrero fue un día que me marcó para siempre, aunque todo lo que viví entonces, en aquel destino inaudito, no se lo deseo a nadie. Curiosamente, el teniente coronel de la Guardia Cívil, Antonio Tejero, cabecilla del golpe de estado, estuvo arrestado sus primeros años al otro lado de la Ría de Ferrol, justo enfrente de donde yo me encontraba entonces. Casualidades de la vida y del destino.

sábado, 19 de febrero de 2011

GALAHAD. Josh Ritter.



"Bob Dylan escribió "Girl from the north country" en 1962 tras viajar a Inglaterra y después a Italia buscando a la que era su chica en ese momento, Suze Ratolo. Aquella canción salió en su segundo álbum en 1963. A Johnny Cash le encantó cuando la escuchó. Con los años se convertiría en gran seguidor y amigo de Dylan. Seis años después de que saliese el disco, Dylan y Cash la grababan juntos para Nashville skyline. La primera vez que Josh Ritter escuchó esa canción cantada por aquellos dos monstruos, salió a la calle, cogió su bicicleta y se fue a comprar una guitarra".

Alfonso Cardenal

HUMOR NACIONAL


viernes, 18 de febrero de 2011

MANTENER FRÍO EL CORAZÓN


En un día gris y lluvioso, contemplar el mar, un poco alborotado en relación a días anteriores, me produce la sensación purificante que siempre he deseado. Me dedico a leer al otro lado del cristal, a leer y a escribir ahora, mientras añoro días soleados, calurosos, que pronto regresarán. Sigue lloviendo y suenan en mi viejo Grundig acordes de guitarra de Dire Straits. Bellas melodías que me trasladan siempre que las escucho a una Soria nevada de finales del 79, justo cuando me alejaba de ella por un largo periodo de año y medio para estar sometido al yugo militar surrealista y esperpéntico, aunque siempre en compañía de un mar salvaje y espontáneo. Curiosamente, he recordado la última columna de Ray Loriga (ácido y tierno a partes iguales) en el País Semanal. Buscaba el lugar más frío de la casa para mantener frío el corazón y escribir sobre el amor. Escribir sobre el amor es un tema delicado, hay que encontrarse a sí mismo para intentar plasmar perfectamente los designios del corazón, tan complejos algunas veces. Y, claro, hay que localizar ese lugar para encontrarnos a nosotros mismos. Eso me pasa ahora mismo a mí y entiendo perfectamente lo que describe Ray en su página. Escribir es un acto reflejo, instintivo, espontáneo, intuitivo, y, al margen de encontrar el momento adecuado para hacerlo hay que encontrar el lugar apropiado. Personalmente no tengo prioridades sobre la temperatura, casi siempre depende más de la necesidad de escribir. Es una especie de acto reflejo. Puede tratarse de una reflexión o de explicar lo que uno vive, lo que uno ve, lo que está pasando, lo que siente…Mi cuerpo prefiere el calor pero mi mente está acostumbrada (y creo que necesitada) a experimentar con el frío y el calor, sin importarle tanto la temperatura exterior como la interior. Ahora siento frío, un frío húmedo que es producido por la proximidad del mar, y, sin embargo, escribo de manera veloz lo que pasa por mi imaginación, sin intentar escribir correctamente sino haciéndolo de una manera artesana, sin pensar demasiado en la forma. Dentro de pocas semanas, cuando se instale definitivamente el calor y aparezcan los turistas ansiosos de sol y buen tiempo, con seguridad haré lo propio, escribir de esta misma manera, aunque con mucha menos ropa y con la necesidad imperiosa de sumergirme en ese mar que ahora contemplo compungido al no poder empaparme de él. Por suerte, ya falta menos para el buen tiempo.

Peñíscola, 15 de febrero de 2011

miércoles, 9 de febrero de 2011

Promueven una exposición en recuerdo a la artista Ana Franco


El grupo de pintura de Ana Franco promueve una exposición de dibujos de alumnos, antiguos estudiantes y personas a título particular que quieran recordar la figura de la artista que formó en el arte a generaciones de niños zamoranos . Quienes estén interesados podrán presentar un dibujo en formato A-3 con libertad temática y técnica, con su nombre y edad y teléfono hasta el 15 marzo los viernes de 16.00 a 18.00 horas en la Asociación Dur, situado en los Jardines de Eduardo Barrón. ZAMORA.

lunes, 7 de febrero de 2011

LA ÚLTIMA SESIÓN

"The Last Sitting 1962". MARILYN MONROE




El sábado tenía dos propuestas interesantes para disfrutar de mi tiempo libre en Zamora. Por una parte, acercarme a las Lagunas de Villafáfila para avistar las aves que allí se encuentran pasando el invierno, y, por otra, contemplar la exposición “The Last Sitting 1962” (Marilyn Monroe. Sus últimas fotos, realizadas por Bert Stern seis semanas antes de la muerte de M.M. ). Tras una larga reflexión me decidí por la última de ellas. En Villafáfila he estado varias veces y la exposición sobre Marilyn es exclusiva para España y tan sólo puede verse hasta el próximo 12 de marzo en la impresionante Sala de Exposiciones (e imagino que de usos múltiples) del Hotel Resort & Spa Valbusenda, cercano a Toro.

La tarde era soleada pero en las inmediaciones del Duero había abundante niebla. No obstante, la “campiña” toresana estaba espléndida, con ese color que aporta la tenue luz solar invernal. No conocía las Bodegas Valbusenda aunque sí sus vinos. Realicé hace poco más de un año una cata en el Casino de Zamora. Puedo asegurar que por su relación calidad-precio son de los mejores caldos de Toro.

Las fotos que se muestran, ochenta, son originales. Se realizaron en el Hotel Bel Air de Los Ángeles. Se trató de una serie de fotografías privadas realizadas al margen de la sesión que la revista Vogue había encargado al prestigioso fotógrafo. La sesión, que duró tres días, constó de más de 2500 instantáneas de las que Marilyn aceptó 160. En las fotos expuestas se puede apreciar la realidad de Marilyn en ese momento. Podemos observar a la actriz mitificada y a la Marilyn cercana, triste y frágil., pero las que más me impactaron fueron las que se observa una cicatriz en su cuerpo por una operación de vesícula, cicatriz que en otras instantáneas fue disimulada por medio del maquillaje.

La visita a la exposición cuesta 9 euros. Con la entrada (apta para coleccionistas) te obsequian con una copa de Dom Pérignon, el champán favorito de la actriz. Todo un lujo ya que la botella de DP cuesta unos 130 euros.
Disfruté mucho con el montaje, la sala y la música que acompaña la exposición. Temas de películas interpretadas por MM y cantadas por ella misma. Quiero subrayar que el champán me produjo una indescriptible sensación de bienestar, placer y sosiego. A los sentidos de la vista y el oído se unió, además, el paladar. Todo un placer.

Marilyn Monroe, uno de los iconos del siglo XX, nació el 1de junio de 1926 en Los Ángeles y falleció, en la misma ciudad, a los 36 años de edad, el 4 de agosto de 1962 sin conocerse realmente el motivo de su fallecimiento. Apareció en 30 filmes pero fue mucho más que una estrella de cine. Su popularidad la convirtió en un mito y una leyenda de gran admiración. En la actualidad su nombre es símbolo de belleza y de glamour.
Bert Stern nació en Nueva York en 1929. En 1953 tuvo su primer encargo, la campaña Smirnoff, la cual fue la campaña publicitaria más grande de la historia. Fue pionero del Art Merchandising.

domingo, 6 de febrero de 2011

LA VIDA PASA

“¡No hay naciones!, solo hay humanidad. Y si no llegamos a entender eso pronto, no habrá naciones, porque no habrá humanidad".   Isaac ...