martes, 28 de diciembre de 2010

FELIZ 2011


PARA QUE MIS QUERIDOS LECTORES PUEDAN DESCANSAR DE MÍ

ESTE BLOG PERMANECERÁ CERRADO POR UNOS DÍAS

FELIZ 2011

lunes, 27 de diciembre de 2010

POCAS "NOCHES BUENAS"


Es sorprendente como la mente retiene algunas imágenes. Durante la noche, cuando duermo, no suelo recordar los sueños, pasan vertiginosos sin apenas dejar vestigios. Sin embargo, la noche del 24, Nochebuena (hay muchas navidades pero muy pocas “noches buenas”, dice mi amigo zamorano Miguel), en mi sueño, había regresado a la edad que tengo en la foto que está colocada en una entrada reciente de mi blog. Tenía 16 años y me desplazaba por la santanderina calle Cádiz, que tanto caminé, al trabajo de mis padres en la calle Cuesta, ambas muy céntricas. Como no estaban, busqué un bolígrafo y les escribí una nota diciendo que me iba a casa de mis abuelos. Regresaba de la calle Cuesta a la estación de autobuses para tomar el primer bus a Corbán. En ese momento, eran las nueve cuarenta y cinco de la mañana del día de Navidad, un mensaje que entraba en mi móvil me despertó. Estaba muy a gusto en ese instante, había dormido fatal debido a la copiosa cena de esa noche, pero quería saber el contenido de ese mensaje tan madrugador. “Mis mejores deseos navideños y feliz 2011”. lo firmaba Berto, un amigo de la infancia, de aquella edad a la que corresponde mi foto. Berto vivía a escasos metros de la casa de mis abuelos en Corbán y sólo nos llamamos o nos escribimos en Navidad. Una vez más, los sueños y la realidad que fue, pero que está incorporada al disco duro del cerebro, se pusieron de acuerdo y, de nuevo, demostraron que existe una certera conexión telepática.

sábado, 25 de diciembre de 2010

SECRET PLACE


La mañana de Nochebuena decidí buscar un lugar para guarecerme del estruendo que supone la Navidad. A menos de una hora, en los Arribes del Duero, encontré la paz y el sosiego que necesitaba. Quería estar solo, conmigo mismo y disfrutar de un paisaje distinto. La foto es del momento que describo, mágico y diferente, bello y solitario, envolvente y misterioso. Cientos de ánades cruzaban el río desconociendo que se encontraban en la frontera, ese límite que separa la realidad de los sueños. Esa visión, mitad sueño, mitad realidad, me hizo recapacitar sobre lo concentrada que puede estar la belleza y, en la mayoría de las ocasiones, no acertemos a descubrirla. Muchas veces tenemos a nuestro lado todo lo que necesitamos y no sabemos valorarlo. En ese momento, a escasas horas de la celebración de la Nochebuena, descubrí una artística perspectiva destinada para mí y esta vez, por suerte, pude disfrutarla en toda su extensión.

jueves, 23 de diciembre de 2010

DIENTE DE AJO


Paco García, excelente cocinero y mejor persona, tiene un blog, lo he conocido hoy mismo, que se llama
DIENTE DE AJO
. Espero que sea de vuestro agrado y que nos sirva a todos para conocer algo más sobre el arte culinario.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

22 DICIEMBRE


Me sorprende escuchar el griterío de los niños y niñas en su sagrado recreo estando yo de vacaciones. Paso por “La Milagrosa”, en la céntrica calla San Torcuato y el bullicio es descomunal, muy superior en decibelios a recreos habituales. Estamos a las puertas de Navidad y, al parecer, la felicidad se contagia, todos nos volvemos locos. Saludo, ya en Santa Clara, a mi amigo Lagutik que ha cambiado de ubicación para tocar su acordeón. Hablamos de su familia y de las próximas celebraciones navideñas. Su hermano ha estado hace escasos días en Zamora y ya está de vuelta en Soria (fría y pura). Visito una exposición en la biblioteca y me sorprende una colección de fotos sobre el agua. Me asomo a la pista de hielo que todos los años instalan en el parque de la Marina y a unos metros de allí contemplo con expectación a una docena de adolescentes que huyen despavoridos. Poco después, un chino aparece con un palo, amenazándolos, pero no logra alcanzarlos, se muestra excesivamente lento. Poco después me cruzo con una quinceañera que muestra unas piernas espectaculares. A su lado, atado como una lapa, un niño menos desarrollado que la joven de corta falda, se la come a besos en el semáforo. Es Navidad y hay que celebrarlo. Luego, en el Brasilia, leo las noticias en la prensa. Me llaman la atención dos de ellas. Un escritor escribe su columna sobre Ana Franco, a la que conocí personalmente. Al parecer ha fallecido. Se trataba de una gran artista zamorana, madre de José Ángel Barrueco. Otra de las noticias locales también es de sucesos. Durante la madrugada una furgoneta cae por el Puente de Piedra. Su conductor aparece muerto. Se trataba de un preso que celebraba su puesta en libertad de la cárcel de Topas. Al salir del Brasilia sigo viendo estudiantes con una especie de cuernos de cartón, de gamo o ciervo, en la cabeza. Con seguridad, pandillas que han terminado los exámenes y tienen ganas de juerga para quitarse de encima ese estrés que todos hemos pasado. Recuerdo que era como tomar aire de nuevo, soltar el lastre de esa memorización de conceptos de cara a una calificación parcial. Es 22 de diciembre y todo el mundo habla de la lotería. Curiosamente hace un buen día, una inusual temperatura para la fecha en que nos encontramos. Varias personas mayores disfrutan del sol en los bancos del parque. Camino ,sin objetivo fijo, disfrutando de la libertad que producen las vacaciones mientras recuerdo que la ley Sinde ha fracasado. Una sonrisa burlona aparece en mi cara. “En pie, famélica legión”. Sigo disfrutando, es Navidad.

FELIZ NAVIDAD


Que la magia de la Navidad te haga imaginar un futuro lleno de alegría, paz y solidaridad
Luis López. Navidad 2010

domingo, 19 de diciembre de 2010

MI PRIMER VIAJE EN BARCO



Soy yo. Era el año 1973 (septiembre). Picasso moría en Mougins; las mujeres podían operar en el parqué de la Bolsa de Londres por primera vez en 200 años; Pinochet deponía de forma violenta la democracia en Chile y acababa con la vida de Allende; Luis Carrero Blanco volaba por los aires en Madrid (su asesinato abría el camino a la libertad), y yo viajaba por vez primera en barco a mis 17 años. La foto la hizo mi hermano que por entonces había aprobado el acceso al INEF de Madrid. El viaje era de Algeciras a Ceuta. La estancia de una semana en el norte de Marruecos fue inolvidable. Tuve que volver, en vuelo urgente, desde Tánger a Madrid. Tenía una oposición en Santander. En el vuelo de regreso, mi primer vuelo también, me acompañó mi hermano. Entonces tenía toda la vida por delante. Hoy me han recordado que pronto se acaba el 2010.

INTERNET AL SERVICIO DEL PODER



Las páginas de descargas y 'streaming' más importantes de España aparecen este domingo de negro, casi de luto, con un claro mensaje: "Si se aprueba la Ley Sinde, esta página desaparecerá. Internet será una tele más, al servicio del poder. Por la libertad de expresión en la Red. No a la censura. No a la Ley Sinde. No al cierre de webs".

Es la manera de protestar de webs como Peliculasyonkis, Divxtotal o Cinetube, que desde las doce del mediodía de este domingo han ido cerrando contra la llamada 'Ley Sinde', la cual parece ser que finalmente se aprobará el próximo martes por la vía rápida, sin debates ni enmiendas, "escondida" dentro de la Ley de Economía Sostenible.

La protesta de este domingo supone una de las mayores movilizaciones online que se han producido en nuestro país, y todo para intentar evitar el cierre de páginas web que ofrezcan enlaces a contenidos protegidos por derechos de autor.

(Tomado de 20 MINUTOS
)

viernes, 17 de diciembre de 2010

HENDRIK RÖVER EN LA CARRETERA. "No temáis por mí"


Minutos antes de comenzar el concierto, charlando en la barra con Hendrik y
su guitarrista acompañante Juan, repasando el ambiente del local, no podía
menos que recordar esas películas norteamericanas en las que un cantante de
country va recorriendo distintas salas de los estados de Kentucky o Texas,
con un publico que, posiblemente, sea el menos apetecible para mostrarles el
repertorio musical elegido.

Pasadas las once de la noche, el encargado de vender las entradas se dirigió
a nosotros e informó a Hendrik que podía empezar cuando quisiera. En la
calle la temperatura era de cinco grados bajo cero. En el interior no
llegábamos a 20 las personas congregadas. Con ese panorama, un cantante lo
tiene muy difícil para ofrecer su mejor faceta. No obstante, Hendrik, gran
contador de historias, defensor de lo ecológico y un poco pesimista, fue
desmenuzando casi todo su nuevo disco “No temáis por mí”, 12 canciones con
gusto a rock de carretera y con un aire puramente folkie. El título de su
nuevo disco, el segundo en solitario, fue premonitorio de lo que vendría
después. Hendrik Röver, líder de la banda de culto “Los Deltonos”, fue
interpretando historias de perdedores, por lo visto nada autobiográficas, en
un acústico con formato de cantautor, introduciendo entre medias, versiones
de Grateful Dead, Steve Earle, Doc Watson o J. Jones. Había leído en alguna
entrevista a Röver que solía escuchar a Los Dillards, Charlie Rich, Chris
Night, Slaid Cleaves
e incluso a Kris Kristofferson y esas influencias se dejaron notar en su concierto. También conocía que al principio de cantar
en solitario miraba una y otra vez a su alrededor buscando a los miembros de
su grupo. Me lo recordó cuando echaba miradas asesinas, primero a una pareja
sentada en la barra que no hacía más que vocear y hablar a gritos por su
móvil, y luego, a medida que iba interpretando sus temas, a un par de tipos
que conversaban ladrando (no es mi intención, ni mucho menos, insultar a los
perros). Ambas situaciones eran tremendamente molestas, no sólo para él sino
para el escaso público que nos habíamos acercado a la Sala Avalon para
contemplar a uno de los más grandes rockeros nacionales, todo un lujo a
nuestro alcance. Incluso en una ocasión, Hendrik tuvo que dejar de cantar
para soltar: “vaya momento para poner a moler el café” (ya saben ustedes el
molesto ruido que producen las cafeteras en esa situación). Lo mismo que
Hendrik, tengo la seguridad que no volveré a ese antro soriano. Los molestos
camareros y algunos clientes demostraron una falta de educación, una
ignorancia y una incorrección hacía ese profesional que daba lo mejor de sí
mismo realizando a la perfección su trabajo. Pero 24 años en el escenario
dan las suficientes tablas y arrestos como para capear, justo al lado de la
plaza de toros, las más adversas situaciones. Hendrik, con un pundonor
impresionante, agradeció nuestra presencia con 4 temas de regalo. Al
finalizar, los que disfrutamos del concierto, a pesar de la desfavorable
situación, agradecimos su buen hacer adquiriendo el nuevo disco doble.
Hendrik, que tardó 24 años en venir a Soria, no creo que tenga ganas de
regresar en otros tantos.

El día 28, en Liérganes, será otra cosa. Espero estar presente en la
tierruca. Mientras tanto, suerte esta noche en tu concierto de Jaén y en tu
gira subvencionada por el Ministerio de Cultura en “Girando por Salas". Gracias por
todo, amigo. Fue un placer saludarte y escucharte.

EL SAMBENITO


De todos es sabido que hablar del tiempo es una salida fácil cuando quieres intercambiar alguna palabra con alguien de manera superficial. El otro día recurrí a ello en los pasillos exteriores de mi lugar de trabajo. En mi casa tengo una estación meteorológica (un aparatito sencillo) que mide algunos aspectos sobre la temperatura interior y exterior, la humedad, las temperaturas más extremas… y anteayer, poco antes de dirigirme a mi trabajo, comprobé que en la calle hacía algo menos de siete grados bajo cero. Como mi coche por suerte duerme bajo techo no tuvo tiempo en los dos kilómetros justos que separan mi casa de mi lugar de trabajo de ajustar la temperatura al llegar, así que, aprovechando que una compañera me adelantaba apresurada por el pasillo comentado anteriormente, le pregunté si conocía la temperatura del momento. Girando la cabeza hacía donde yo estaba me contestó: -No lo sé, ese tema lo lleva mi marido. Me quedé perplejo con la inesperada respuesta y después de unos segundos no pude menos que reírme, algo que duró cerca de diez o doce minutos. Sabía que a los hombres nos cuelgan el sambenito de apoderarnos del mando de la tele, de llevar el papeleo financiero, de cambiar las bombillas, pero lo de controlar e informar de la temperatura nunca lo había oído. Conté la anécdota a varias compañeras durante la jornada laboral y absolutamente todas se carcajearon con tantas ganas que disfruté de lo lindo. A veces hablar del tiempo además de un recurso fácil puede animarte el día.

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El sambenito es una prenda utilizada originalmente por los penitentes católicos para mostrar público arrepentimiento por sus pecados, y más adelante por la Inquisición para humillar a los condenados por delitos religiosos.

En origen se trataba un saco de lana bendecido por el cura, de donde viene el nombre de saco bendito que da lugar a sambenito por asimilación fonética con San Benito. El sambenito usado por la Inquisición era una especie de gran escapulario con forma de poncho. Estaba hecho con una tela rectangular con un agujero para pasar la cabeza, que una vez puesta le llegaba al condenado hasta poco más abajo de la cintura por el frente y por la espalda, dejando los hombros al descubierto. El sambenito solía llevar motivos que aludían a la condena: una cruz de San Andrés en el caso de los delitos leves, demonios y llamas en los delitos más graves que se castigaban con la muerte en la hoguera. Muchas veces llevaban escrito el nombre del condenado, como en el caso de los famosos sambenitos de la iglesia de Santo Domingo de Palma de Mallorca, que originaron el asunto de los chuetas (personas marginadas por ser familiares de los condenados). Los reos eran paseados por la ciudad descalzos, vistiendo el sambenito y con un gran cirio encendido en la mano. El sambenito a menudo era expuesto públicamente tras la ejecución de la sentencia para que sirviera de memoria y ejemplo.

En la actualidad se utilizan expresiones como "llevar un sambenito", "te cuelgan un sambenito" o "cargar a alguien un sambenito" con el significado de cargar con una culpa inmerecida o perder la reputación y ser despreciado por algún oprobio.

Tomado de Wikipedia.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

HENDRIK RöVER



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El músico cántabro Hendrik Röver, parte fundamental de Los Deltonos, actuará esta noche a partir de las 22,30 horas, en la Sala Avalon de Soria dentro de una intensa gira de presentación de su nuevo álbum No temáis por mí.

En esta nueva entrega, que salió a la venta el pasado mes de octubre, Hendrik vuelve a utilizar con apabullante seguridad una amplia variedad de sonoridades de raíces norteamericanas acústicas y eléctricas.

Allí estaremos.

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HOTEL OVERLOOK


Acababa de hablar por teléfono con el hotel de la foto (tomada de su web en ese momento). Me recordó a las imagenes de "El Resplandor", basada en la novela homónima de Stephen King y considerada la película maldita de Stanley Kubrick.Además de la tensión sobrehumana a la que sometió a todos los actores y el incendio del set de decorados del hotel Overlook -que pospuso el rodaje varias semanas-, se unió a esta serie de infortunios una reducción del metraje de la versión europea, impuesta por el propio Kubrick tras comprobar el fracaso comercial que estaba sufriendo en Estados Unidos, y un pésimo doblaje en España que el tiempo ha hecho famoso.
¿Dónde estará la habitación 237 del hotel de la foto? Nevaba intensamente en el momento de la conversación, la temperatura era de -17º y recordé aquellas imagenes inolvidables de... "Cuando llega el invierno la familia queda aislada del mundo exterior y fantasmas, reales o imaginarios, pronto comienzan a ejercer su maléfica influencia sobre Jack. Las fuerzas malignas del hotel y su propia demencia lo llevan al límite y Jack, inmerso en un espiral psicótico, ataca a su mujer e hijo en una desquiciada persecución. Al final, Wendy y Danny escapan pero Jack muere congelado atrapado dentro de un laberinto cerca del hotel".
La habitación 237 de ese hotel, curiosamente, correspondía a la persona con la que hablaba.

lunes, 13 de diciembre de 2010

RELATO DE UN SUEÑO NOCTURNO INCOMPLETO


Cuando salí al exterior, un sol codificado dañó mis ojos, apartando, intuitivamente, mi vista hacía el suelo. Una vez habituado a la luz recién amanecida, sentí desolación por el inhóspito paisaje que surge de cualquier anárquico polígono industrial, con naves despersonalizadas, basuras, falta de urbanización… Ese panorama se hacía mucho más patente, más exageradamente descuidado, nada más dejar, prácticamente a escasos segundos, una luz tenue, una compañía inigualable, un calor inagotable y unas sensaciones que se filtraban por todos los sentidos. Duro golpe ese cambio tan radical. No obstante, el sol iluminaba, con ese color tan característico del amanecer, una extensión considerable de una especie de basto desierto que destacaba de manera brillante sus formas, haciéndolas, extrañamente, más abordables. Asimismo, al abandonar ese paraiso descrito anteriormente, instintivamente alcé la vista hacía un ventanal en el que divisé, con cierta dificultad, una figura conocida que me saludaba en la, tal vez, última despedida.
Nada más dejar atrás las sucias calles, un paisaje familiar me acompañó durante cientos de metros. Eran plantas de alcachofa que daban otro matiz a ese espectáculo de luces, colores y formas que se divisa tras los parabrisas del coche en marcha. Decenas de kilómetros más allá, también divisé, muy a lo lejos, una cordillera nevada. Ciertamente, podría haber estudiado todas sus altas cimas. Se trató de una visión inesperada y sobrecogedora, de las que te ayudan a mirar hacía adelante sin perder de vista lo que dejas atrás.
Durante el viaje de regreso (casi siempre, después de una ida siempre hay una vuelta) examiné mentalmente la sinfonía inacabada de las relaciones interpersonales; las situaciones psicológicamente angustiosas que provoca la mente y ralentiza o anula tus más vitales deseos; el abandono que no se demuestra en la despedida, sino después; en el tormento que supone disponer situaciones, a veces más reales que las cotidianas y perseverantes, que van a durar escasas horas. Entonces, durante ese análisis rápido pero exhaustivo, vital pero pasajero -aunque teniendo todos los componentes cerebrales y corporales más intensos- todo desaparece. Se evapora, de repente, lo que, curiosamente, tiene más componentes reales que la continuidad de cualquier rutina por muy generalizada que sea.
Bajo un condicionarte anímico importante y grandes dosis de inquietud por aspectos que te juegan malas pasadas, sentí que las cosas importantes, una vez más, son las que calan hondo en el corazón. En ese instante, ya en mi vida habitual (si puede llamarse así), tuve un momento agridulce. Por una parte, algo había empapado todavía más mi pequeño corazón e, inexorablemente, por otra, algo podía estar desmoronándose lejos de ese lugar. Sentí, entonces, tristeza reprimida. Ese abatimiento del que se tarda en salir por muy fuerte que seas. La realidad y el sueño tienen en común que pueden jugarte esas malas pasadas.

viernes, 10 de diciembre de 2010

SOBRE EL TERRENO


La lluvia caía tensamente, según el libro que leía y trata de Vietnam y la guerra de independencia sobre el yugo colonial que supuso Francia. Sin embargo, en ese instante, me encontraba cara al sol (con perdón) desprendido de casi todas mis prendas de vestir. Recordaba que la vida es lo que va pasando mientras nos empeñamos en hacer otras cosas y no hacía más que dejar que pasara sin oponer resistencia alguna. El día anterior me había acercado, dando un largo paseo, al castillo, suponiendo que estaría instalada la exposición con las fotografías finalistas del Concurso Lluís Oms, cuyo jurado ha tenido a bien elegir una fotografía de mi autoría, pero, por lo que me hicieron saber, todavía no se ha inaugurado. Aproveché, ya que me encontraba allí, en lo más alto de la Ciudad en el Mar, para visitar la Taberna “Ánfora” de Molinos y Dani. Por suerte sólo éramos tres parejas en el restaurante, así que me deleité con la seleccionada música de jazz que sonaba. Allí comes lo que han pescado el día anterior. En esta ocasión “galeras ahogadas” (la galera siempre ha sido conocida en la zona como el langostino de los pobres), patatas con pulpo (lo bordan) y un caldo con patatas, pescado y marisco. Mientras esperas a que te sirvan puedes curiosear todos los motivos marinos, en su mayoría antigüedades, que adornan las paredes. Escrutándolo, observé una foto de Molinos con el artista “del terreno” Ripollés . Molinos me contó algunas anécdotas y curiosidades sobre tan peculiar artista que no desvelaré para preservar la intimidad de ambas personas. Después del café nos obsequiaron con unas rosquillas caseras y un porroncito de una especie de mistela, muy bien aderezada, con un regusto (o retrogusto) a anís. Con el bandullo lleno y una temperatura muy alta para diciembre, pasaba de veinte grados, y viento sur di un paseo muy gratificante durante los tres kilómetros que separan el Castillo, y su fortaleza, de mi hogar. Luego, reposando en el sofá, con la tele encendida, aluciné con la programación que nos meten en vena, o mejor dicho en el cerebro, los responsables de unas televisiones sin escrúpulos. En una de ellas, un concursante que se desplazaba deprisa y corriendo por algún país asiático (del tipo al del libro que comentaba al principio), tras una juerga nocturna, se encontraba con resaca, algo que según él era una invento de la izquierda ¿?. En otro programa para “tiempos de crisis”, de esos en que los ricos hacen ostentación de su poderío, presumiendo de mansiones inimaginables, coches tentadores y mujeres recauchutadas, un tipo al que acompañaba el entrevistador, se dirigió a recoger su coche aparcado en un garaje subterráneo de Madrid. Cuando subieron al LamborgHini de su propiedad confesó que para desplazarse por la ciudad en vez de utilizar alguno de sus dos Ferraris prefería hacerlo con el Lamborghini ya que pasa más desapercibido ¿? Por supuesto, después de aguantar tanta majadería, apagué la tele y contemplé algo mucho más bello y menos ingenuo: el mar… y el tiempo siguió pasando empeñado en contemplar una vista dotada de tanta belleza y tranquilidad.

viernes, 3 de diciembre de 2010

EMILY JANE WHITE







La cantante californiana presentará en nuestro país su próximo álbum, Ode To Sentience (Talitres). El álbum fue grabado en San Francisco junto a Ross Harris, y en él participan muchos de los músicos de su anterior trabajo Victorian America, bien recibido en general por la crítica: James Finch Jr (bajo), Carey Lamprecht (violin), Henry Nagle (pedal steel / guitarra eléctrica), Jen Grady (chelo / voces), Ross Harris (batería). En este enlace puedes descargar The law.

Su gira española incluirá SANTANDER (Sábado 4. Festival CUVA) y ZAMORA (Domingo, 5. Festival "Zamora Suena". Museo Etnográfico. 20,30 horas. Entradas: Sala Berlín)

martes, 30 de noviembre de 2010

OLORES, SABORES Y TIEMPO PERDIDO /y 2/.


« […] En cuanto reconocí el sabor del pedazo de magdalena mojado en tila que mi tía me daba (aunque todavía no había descubierto y tardaría mucho en averiguar el por qué ese recuerdo me daba tanta dicha), la vieja casa gris con fachada a la calle, donde estaba su cuarto, vino como una decoración de teatro a ajustarse al pabelloncito del jardín que detrás de la fábrica principal se había construido para mis padres, y en donde estaba ese truncado lienzo de casa que yo únicamente recordaba hasta entonces; y con la casa vino el pueblo, desde la hora matinal hasta la vespertina y en todo tiempo, la plaza, adonde me mandaban antes de almorzar, y las calles por donde iba a hacer recados, y los caminos que seguíamos cuando hacía buen tiempo. Y como ese entretenimiento de los japoneses que meten en un cacharro de porcelana pedacitos de papel, al parecer, informes, que en cuanto se mojan empiezan a estirarse, a tomar forma, a colorearse y a distinguirse, convirtiéndose en flores, en casas, en personajes consistentes y cognoscibles, así ahora todas las flores de nuestro jardín y las del parque del señor Swann y las ninfeas del Vivonne y las buenas gentes del pueblo y sus viviendas chiquitas y la iglesia y Combray entero y sus alrededores, todo eso, pueblo y jardines, que va tomando forma y consistencia, sale de mi taza de té […]»(Marcel Proust, En busca del tiempo perdido: Por el camino de Swann)

Cuando los de mi generación éramos todavía niños no teníamos prácticamente privilegios fuera de las comidas regladas. Descubrimos el tigretón cuando ya estábamos creciditos. Viviendo en la santanderina calle Madrid, al lado de mi casa se encontraba el Colegio Puente. Se accedía a él por un portal casi normal si no fuera por su anchura. Aprovechando dicha amplitud se había instalado allí un puesto de lo que ahora conocemos como “de chucherías”. Con una peseta me daban diez gominolas de menta con azúcar en polvo adherido. Desde entonces nunca he vuelto a comer gominolas tan exquisitas. Eran duras y con un sabor muy intenso. También compraba cromos de los futbolistas de equipos de primera división. Tuve varios álbumes sin completar, a todos ellos les faltaban tres o cuatro jugadores que coincidían siempre con los que les faltaban a mis amigos. Salvo las “tarrinas” de dos sabores (fresa y nata) de la marca Avidesa, que costaban 3,50 pesetas, no recuerdo en qué gastaba el poco dinero que disponía en esos años. Ya en el instituto, mis padres me daban un duro para el autobús de ida y vuelta. En invierno llovía casi todos los días y si me desplazaba andando al instituto, a tres o cuatro kilómetros de mi casa, llegaba completamente empapado. No obstante, prefería mojarme y atenuar el hambre que atacaba en los recreos, reservando el duro para comprarme un bollo de pan y dos banderillas “Toreras” para meterlas, sin palillo, entre el pan. Aunque parezca mentira, entonces me parecía un manjar, y lo más importante, me quitaba el hambre.

De aquella época los olores que recuerdo están relacionados con la comida. Muchas noches mis hermanos y yo cenábamos tortilla, nos encantaba. Solían cocinárnosla de manera individual y era una exquisitez. Después de hacer los deberes ese olor tan característico nos indicaba que llegaba la hora de meter algo al cuerpo. Otro olor que me acompañó en mi crecimiento fue el olor a madera de pino. Junto al instituto se amontonaban troncos inmensos de árbol que producían un perfume especial. Frente a estos troncos secos había una casita de madera que nos parecía de cuento. Allí vivía mi compañero López González, alias “Porki”. Provenía de Soria, una ciudad castellana que conocí con mis tíos Manolo y Carmina a los trece años. Realizamos el viaje en un SEAT 850 desde Santander hasta Tarragona. Tardamos varios días entre ir y volver ya que rodábamos 200 kilómetros diarios de media. Creo que era el único del instituto que conocía Soria y Numancia. López, sus padres y su hermano, vivían en la casita de madera construida con pinos de Soria y al lado se encontraba la serrería donde los troncos se convertían en tablones perfectos en cuanto a anchura y longitud. El olor de la madera recién serrada y el olor de los troncos secándose acompañaban todos mis recreos. Nos sentábamos a fumar en lo más alto de los troncos apilados y charlábamos sobre las chicas que nos gustaban. Cuando hacía sexto de bachillerato, con dieciséis años, estrenando el instituto mixto, qué avance por entonces, aprovechando los recovecos de los árboles apilados di mi primer beso a una chica que se llamaba Asun y qué ni siquiera sabía si me gustaba o no.

Luego cumplí más años, llegaron más besos y mi economía fue un poquito (sólo un poquito) más boyante. Eran tiempos de quedar con los amigos los fines de semana en la calle Vargas. Tiempos de “manchaos” (blanco y mistela) y tapas gratuitas de mejillón en “El Papi” y rabas (calamares) ardientes que había que comer muy rápido, quemándote el paladar, para que te diera tiempo a comer algunas antes que los demás dieran cuenta de ellas. No creo que haya cántabro que se precie de serlo que no recuerde el olor persistente del rebozado de las rabas dentro y fuera de los bares. Cada lugar marca sus olores y el mío siempre quedará impregnado de ese olor tan característico de mi tierra.

El tiempo perdido que queda marcado en el interior del cerebro y del corazón, tal vez también en el alma, siempre estará aderezado de olores, sabores y recuerdos que acontecieron casi sin darnos cuenta. Y, de alguna manera, ese tiempo, por esa razón tan poderosa, nunca se perderá, ya que forma (y formará siempre) parte de nuestros sentidos y de nuestros sentimientos, parte de nosotros mismos, de lo que ahora mismo somos y de lo que no podemos renegar.

domingo, 28 de noviembre de 2010

OLORES, SABORES Y TIEMPO PERDIDO- 1



“Pero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, solos, más frágiles, más vivos, más inmateriales, más persistentes y más fieles que nunca, el olor y el sabor perduran mucho más, y recuerdan, y aguardan, y esperan, sobre las ruinas de todo, y soportan sin doblegarse en su impalpable gotita el edificio enorme del recuerdo”. Marcel Proust. “A la Recherche du Temps Perdu”.

Leí a Proust en mi época de estudiante en Valladolid y, posteriormente, haciendo el servicio militar, obligatorio, en Ferrol, en la Base Naval de La Graña, casi en la desembocadura de la ría ferrolana. Tuve un gran apoyo en Antonio, un intelectual andaluz, concretamente de la Alpujarra granadina, que se pasaba el día leyendo. A pesar de muchos malos momentos, esa Base Naval estaba destinada a los marineros que tenían “punto rojo” (es decir, a todas las personas que de alguna manera consideraban inadaptados sociales),recuerdo con cariño algunas situaciones vividas allí. Se preguntarán qué hacía yo allí tratándose de una persona tan comprometida socialmente y con unos valores tan irrefutables (es broma). Resulta que me captaron para Cabo Monitor (los que enseñan a los reclutas nada más llegar), muy a mi pesar, y en el examen final, a base de tests, me pareció obligado marcar todas las respuestas confundidas. No coló, ellos sabían que había estudiado dos años Psicología y era a todas luces imposible errar de la manera que lo hice. Fui el último de mi promoción y como castigo me enviaron a La Graña. En ese examen me gané a pulso mi “punto rojo”. La Base estaba dividida en dos sollados corridos con alrededor de 150 marineros cada uno. En el “sollado 1” se encontraban los andaluces, en su mayoría por supuestos problemas con las drogas. En el “sollado 2” nos encontrábamos ciudadanos del resto del estado, aunque en número muy superior vascos y gallegos. Los gallegos eran gente de confianza, se ocupaban de los lugares estratégicos: cocina, despachos,oficinas y de toda la intendencia. Los vascos estaban allí por supuesta pertenencia a partidos abertzales. Como pueden apreciar se trataba de lo más florido de una sociedad tan polifacética como la nuestra. Estábamos en 1980 y la “mili” duraba nada menos que 18 largos meses. A pesar de tener la insignia de cabo, de ser educador, de recibir la mitad de mi nómina, de tener un Dyane 6 y de ser cántabro, mi adaptación a la nueva vida fue perfecta. Me hice amigo del cocinero, controlaba (era mi destino)la limpieza de la cantina, fumaba algún peta que otro con los “quillos”, sacaba trescuartos de segunda mano utilizados por los antiguos oficiales del Azor(barco de Franco)y los regalaba a mis amigos, e invitaba a cerveza y a comida a los qué, como Antonio (estaba allí por pertenencia al PCE), no tenían nada.

Ahora, ya en 2010, treinta años más tarde, acabo de leer con mucho gusto y cierta sorpresa, el escrito de Proust que inicia mi entrada. Lo he leído en un blog amigo, en un blog lleno de buenas melodías y mejores, si cabe, notas literarias. El blog de Ritmo Rancio, unos jóvenes que se divierten haciendo lo que más les gusta: disfrutar con la música y escribir bellos relatos, como el último, sobre aquellos olores y sabores que se han perdido o que por alguna casualidad vuelven para rememorar aquellos recuerdos. La niñez, siempre la niñez… y la “magdalena”. El tiempo perdido hallado en los olores. Ritmo Rancio habla de dos cosas que le recuerdan a su padre, el olor de la colonia Añeja y el sabor del “Orange Crush”. Del Orange conozco sólo los anuncios, en el norte nunca llegó a comercializarse. Recuerdo, sin embargo, el sabor de una gaseosa que se llamaba Santa Marta, también de naranja. Sobre olores, recuerdo el aroma que tenía la mesita del dormitorio de mi abuelo al abrir el cajón. Allí guardaba sus puros de las bodas, que nunca fumaba. No lo olvidaré. Cuando mi abuelo dormía la siesta resoplaba mucho y mi hermano y yo, aguantándonos la risa, metíamos en su boca una cucharada de cola-cao y se formaba lo que denominábamos “el volcán”, imagínenselo, las sábanas se embadurnaban de cacao y la cara de mi abuelo se convertía en color chocolate ¡terrible! Cuando mi abuelo despertaba empezaba a jurar, sacaba su “cincho” (cinturón) del pantalón y con él en mano, a modo de látigo, nos buscaba sin encontrarnos. El pobre nunca llegó a tocarnos, era un santo.

...CONTINUARÁ

viernes, 26 de noviembre de 2010

SANTANDER CON LLUVIA


Había dormido fatal la noche anterior. Regresaba de pasar unos días en Santander con motivo de una celebración familiar y esa misma noche tuvimos una cena que se alargó demasiado en el tiempo. Casi todos los asistentes trabajábamos a la mañana siguiente, y por mi parte, además, tenía que trasladarme a Soria, pero cualquier “esfuerzo” significaba poco ya que conmemorábamos un día muy especial en familia, uno de esos días que queda marcado para la posteridad. Tuvimos que cortarnos con el vino, con los licores… pero eso sirvió para que estuviéramos más receptivos. Mereció la pena, por tanto, acostarse tarde y dormir muy poco, insuficientes horas, a todas luces, para afrontar la dura jornada que me esperaba (que nos esperaba) cuatro o cinco horas después.

Los días que permanecí en mi tierra se caracterizaron por la persistente lluvia. No es que me impidiera realizar una vida distinta a la que hubiera hecho con mejor tiempo, el único problema era que tenía un encargo fotográfico que no pude realizar condicionado por ello. Lo dejo aparcado, por tanto, para días navideños.
Desayunando, con el Diario Montañés abierto, constataba que había alerta naranja para Cantabria debido a la posibilidad de nieve por encima de los 500 metros de altitud. Estoy acostumbrado a la nieve, a conducir en las peores condiciones, a poner y quitar esas milagrosas “cadenas” de tela, pero mi cuerpo no se encontraba, ni mucho menos, al cien por cien. Curiosamente, cuando metí los bultos en el maletero de mi automóvil, había dejado de llover. Milagro, pensé. Así que me acomodé en el asiento, sintonicé Radio 3, me puse el cinturón mientras disfrutaba con los movimientos de los dos patitos a los que acoso constantemente y miré, por último, el reducto familiar que abandonaba.

En el transcurso del viaje, a la altura de Pesquera, el paisaje era mágico, entraba la luz por un costado del verde valle mientras se levantaban perezosamente esas nubes que se van creando de la humedad calentada por el sol. Al fondo, los tres macizos de los Picos de Europa podían estudiarse a fondo, nevados como en los mejores días de invierno. En esos vistazos certeros, los que sólo puedes observar de soslayo mientras conduces, descubrí, una vez más, la belleza de mi tierra. Disfruté de la armonía que producen los colores (blanco, verde, azul), los pueblucos perdidos en los valles, la niebla mágica que va envolviéndolo todo. Me sentí privilegiado con esa despedida otoño-invernal acompañándola de melodías muy íntimas. En ese preciso momento, disfruté de el mundo que entonces abandonaba pero que, afortunadamente, volveré a disfrutar pasado un mes. A la altura de la valla que indicaba que me encontraba en Castilla la niebla se volvió constante dibujando en el paisaje una visión casi lúgubre. Por desgracia, no pude parar para inmortalizar esa apariencia con mi cámara. A las tres horas y cuarto, sólo con nieve en las cumbres, llegué a Soria, algo más fría que la dejé, con esa soledad que me produce regresar a mi, obligado, mundo laboral.

sábado, 20 de noviembre de 2010

VARSOVIA


Estaba en Varsovia acompañado de dos amigos. Era domingo. Después de visitar un conocido parque de la ciudad, muy animado -los parques siempre son más entretenidos los domingos-, comimos en un restaurante concurrido por gente joven. Creo que entramos allí precisamente por eso, habíamos tenido demasiados problemas con el inglés, muy poca gente lo hablaba y la poca que lo hacía tenía excesivos problemas para comunicarse (conviene señalar ahora, antes de emitir conclusiones equivocadas, que uno de mis acompañantes era, y sigue siendo, profesor de inglés de una escuela oficial de idiomas en la entonces España del señor Ánsar) y, con toda probabilidad, rodeados de jóvenes (y jóvenas, Aído dixit) sería más sencillo entendernos. Se trataba de un restaurante antiguo tuneado para tiempos más modernos. Los platos se exhibían en una barra tras un hilarante cristal. Quisimos conocer los ingredientes pero las dos chicas que se encontraban al otro lado del mostrador no entendieron nada. Nosotros menos, claro, Así qué, manos a la obra: revisión visual de lo que comía el personal y, numerando con los dedos: uno de esos, dos de los otros y tres pastelitos polacos. Pagando y a degustar el producto.
Saliendo del restaurante, fotografié una gran avenida. A la derecha, un edificio político parecido al Kremlin moscovita. Luego, chupito en el hotel, de multinacional francesa, de de uno de los mejores vodkas del mundo y jacuzzi post-comunista.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

"LASCIA CH´IO PIANGA". RENÉE FLEMING




La soprano estadounidense, neoyorquina para más señas, Renée Fleming, interpreta el aria de Händel "Lascia ch'io pianga"
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Lascia ch'io pianga.
Lascia ch'io pianga mia cruda sorte,
E che sospiri la libertà!
E che sospiri, e che sospiri la libertà!
Lascia ch'io pianga mia cruda sorte,
E che sospiri la libertà!
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Déjame llorar.
Déjame lamentarme de mi cruel destino
¡Y que suspire la libertad!
¡Y que suspire, y que suspire la libertad!
Déjame lamentarme de mi cruel destino
¡Y que suspire la libertad!
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Georg Friederich Händel (nacido en Sajonia en 1685, el mismo año que J.S. Bach y Scarlatti) compuso la ópera Rinaldo en 1711 y la estrenó en Inglaterra, donde tuvo tanto exito que le nombraron "maestro de orquesta" de la Royal Academic of Music. Se quedó a vivir allí y compuso algunas de sus mejores obras, incluso compuso su celebre himno nacional "God save the Queen".

Cuando se estreno Rinaldo no se cantó este aria, pues fue compuesta veinte años después (1731) para una segunda versión.

De Renée Fleming, uno de los timbres más bellos de mujer que he escuchado, escribiré en una próxima entrada, dentro de la etiqueta "Personajes".

martes, 16 de noviembre de 2010

EL VERANO DE KIKUJIRO


Hace unos días, un blog amigo colocaba en su entrada un tema musical de una película que no me había gustado, tal vez por eso tampoco el tema musical que acompañaba el texto. Tras escuchar él, para mí, anodino tema, me vino a la cabeza “Summer” de la película El verano de Kikujiro, dirigida por Takeshi Kitano en el 98. Tan tierna y poética cómo su música. Ni pizca de comparación "pour dieu".

lunes, 15 de noviembre de 2010

DIEZ AÑOS NO SON NADA


El tiempo pasa inexorablemente. Esta mañana, cuando iba en el coche a trabajar escuché en la radio un disco que cumplía su décimo aniversario. Se había grabado, por tanto, en el año 2000, el año que yo denomino de los engaños, ya que la Nochevieja en la que se cumplía el 2000 nos la metieron como la del cambio de milenio. Luego llegaron las nuevas monedas de euro, no había que preocuparse, ningún producto cambiaría de precio. Incluso hubo gente, demasiada, que se creyó el cuento. ¡Vaya atraco! Lo mismo pasa con los políticos, prometen cosas imposibles y el pueblo, los votantes, siguen tragándoselo sin contemplaciones. Pero bueno, voy al grano. El caso es que estamos a punto de agotar el año 2010. Se van a cumplir diez años desde aquel primer cambio de milenio en el año 2000 (luego, al entrar el 2001 hubo un segundo cambio de milenio ¡faltaría plus! hay que hacer caja de lo que sea) y parece que fue ayer, al menos para mí. Ceo que ha sido la década que más rápido ha pasado en mi vida. Sin embargo, he disfrutado de muchas cosas, de manera distinta a otras décadas pero intensamente. Considero que hay que aprovechar al máximo las oportunidades que nos da la vida, con los años nos volvemos menos activos, nos volvemos más cómodos, las jornadas laborales se nos hacen eternas… Sin embargo no debemos detenernos, tenemos que mantenernos activos y seguir persiguiendo objetivos, metas, sueños, ideales, para intentar continuar siendo jóvenes. No podemos abandonarnos ahora. Queda mucho porvenir pero que no nos vendan la moto, ya nos han vendido muchas.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Luis García-Berlanga (1921- 2010)


Luis García-Berlanga Martí (Valencia, 12 de junio de 1921- Madrid, 13 de noviembre de 2010)[1] fue un director y guionista de cine español.

Su cine se caracteriza por su mordaz ironía y sus ácidas sátiras sobre diferentes situaciones sociales y políticas. En la etapa de la dictadura franquista despuntó su habilidad para burlar la censura de la época con situaciones y diálogos no excesivamente explícitos pero de inteligente contra-lectura y consiguió llevar a cabo proyectos tan atrevidos como Los jueves, milagro.

En 1986 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y en 1993 el Goya al mejor director por Todos a la cárcel. Su película Plácido fue nominada para el Óscar a la mejor película de habla no inglesa en 1961. Ha recibido la Medalla de Oro de las Bellas Artes en 1981, el Premio Nacional de Cinematografía en 1980 y la orden italiana de Commendatore. Obtuvo premios y galardones internacionales en los más importantes festivales (como Cannes, Venecia, Montreal y Berlín). En el Festival de Karlovy Vary fue elegido como uno de los diez cineastas más relevantes del mundo. Además, poseía un incontable número de reconocimientos nacionales.

(Tomado de WIKIPEDIA)
FELIZ FIN DE SEMANA

jueves, 11 de noviembre de 2010

EL NUEVO ANTHONY HOPKINS (Antes "boxeador")




El sábado tenía pensado ir a ver las grullas, los mirlos y otras aves anátidas y treparriscos a la laguna aragonesa de Gallocanta, pero he decidido, por razones de enfermedad, no ir. Dejo pendiente hasta última hora, eso sí, mi participación en un maratón fotográfico que va a celebrarse el próximo domingo en Zaragoza. La caída que comenté en este espacio ayer, así como una tos seca que no me deja dormir, son las causas de esa decisión.
Es curioso, cuando estaba adquiriendo la forma física perdida en los meses veraniegos llega esta adversidad totalmente inesperada, así qué, durante el fin de semana, una vez canceladas todas mis citas, lo dedicaré a descansar e intentar recuperarme.

Muchas veces, cuando salgo de casa para ir al trabajo, en estos inestables días de frío y lluvia, pienso en lo feliz que sería en mi calentito hogar viendo por los cristales del salón los campos otoñales y los árboles sacudidos por el intenso viento. Me desquitaré, por tanto, de ese pensamiento que se volverá realidad durante el fin de semana. Lo ven ustedes, no hay mal que por bien no venga. Me levantaré todo lo tarde que pueda, aunque no soy de quedarme mucho tiempo en la cama una vez despierto. Me ocuparé de las noticias en los diarios de Internet; revisaré los blogs de mis amigos y si se da la circunstancia publicaré algún comentario personal; leeré el libro que tengo entre manos sobre música; ordenaré alguna de mis fotos; buscaré mis libros de inglés para retomar su estudio; veré alguna película; escucharé música; prepararé alguna comidilla y…lo que vaya surgiendo. Aunque no en estas circunstancias, me gusta pasar algún día encerrado en casa. Son muchas jornadas las que paso conduciendo al cabo del año y cuando, casi siempre por agotamiento, me decido a pasar algún fin de semana en casa lo disfruto intensamente.

Para finalizar, anotar algo que me ronda por la cabeza. Hace unas semanas escribía sobre un encuentro en un bar de Soria con una persona que comentaba que parecía un boxeador, ¡por dios! Pues bien, ahora otra persona, que pensaba era amiga, me decía el otro día en un correo electrónico que le recordaba a Anthony Hopkins. Resulta que he publicado una foto actual como imagen de un conocido portal para subir fotografías y comentarlas y, según ella, tengo cierto parecido con el anciano actor. ¡Qué horror! la gente se ha vuelto loca o qué. ¿Todos tenemos que tener parecido con algún famoso? Desde ese día esta persona que me escribe habitualmente, se despide de mí con un ¡hasta luego, Hannibal Lecter !. Increíble lo que da de sí el género humano.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

POR MOMENTOS FUI INVISIBLE


Ciudad de Soria. Martes, 9 de noviembre de 2010, nueve de la noche. Calle Eduardo Saavedra (une la salida hacía Madrid con la estación de autobuses).
Acabo de llegar de comprar del hipermercado y no encuentro aparcamiento en los alrededores de mi portal. Como llueve intensamente y hay un vendaval importante, decido aparcar mi coche en la plaza de garaje que se encuentra a escasos trescientos metros de mi casa. Desde allí, traslado dos bolsas atiborradas de productos. Cuando llego a mi casa me doy cuenta que no he subido una bolsa de refrigeración con alimentos congelados así que vuelvo al coche. Nada más salir del portal empiezo a correr para atravesar lo más rápidamente posible el trayecto que separa mi portal de la plaza de garaje. Avanzo velozmente debido a que tengo el fuerte viento a favor. Antes de doblar la calle resbalo y caigo precipitadamente de espaldas. En esos escasos segundos hasta llegar al suelo tengo los suficientes reflejos como para aterrizar con la parte alta de los glúteos y la zona lumbar de mi espalda y colocar el codo izquierdo en el suelo para amortiguar la caída. Gracias a ello mi cabeza no golpea en el suelo. Una vez recibido el fuerte impacto no puedo coordinar los movimientos para levantarme. Permanezco en el húmedo suelo alrededor de dos minutos, que se me hacen eternos, observando si hay alguien alrededor para que me pueda ayudar. No veo a ninguna persona pero a escasos doce metros de donde me encuentro desplomado, a mi derecha, se alinean dos filas de vehículos (unos veinte) esperando que se ponga el semáforo en verde. Frente a mí, a unos dieciocho metros de distancia, otra fila de coches, cerca de diez, hacen lo propio en el semáforo correspondiente a la otra dirección de la calzada. Me parece increíble que nadie haya podido verme o que cualquiera de los ocupantes de los vehículos me haya visto tirado en el suelo y no me ayude. Después de los interminables dos minutos puedo reincorporarme y me quedo sentado otros dos o tres minutos con todo el cuerpo empapado de lluvia. Miro de reojo a los coches que pasan a mi lado y pienso lo terriblemente crueles que podemos llegar a ser los humanos. Una vez puesto en pie, sin ninguna ayuda, percibo mi codo derecho ensangrantado y dolores en la espalda menores a los que esperaba.
Soria, martes 9 de noviembre, nueve de la noche. Llovía, hacía viento y por momentos fui invisible.

martes, 9 de noviembre de 2010

RIBERA NAVARRA

La ribera navarra, la que atraviesa el Ebro, es una delicia en otoño. Los árboles, con varias de sus hojas ya perdidas, se visten de colores ocres, pardos, rojizos.

Por el puente con farolas “tridentes” atraviesa un caballo coincidiendo con la despedida del sol. La tenue luz crepuscular acaricia el paisaje volviéndolo nebuloso.
En la antigua judería de Tudela, los niños árabes, rumanos, sudamericanos, corretean y gritan. No hay descanso, la vida sigue su rumbo por ese tumultuoso espacio de calles estrechas y largas, laberinto conocido.
Hay palacios derrumbándose, pintadas surrealistas, marcas del tiempo en los edificios. Parece un barrio de cualquier ciudad abandonada que lucha por sobrevivir y le cuesta más de la cuenta.

Las mañanas de domingo, los bares permanecen repletos de parroquianos degustando exquisitos y variados pinchos y excelente vino de la tierra.

Todo parece tranquilo, las calles, el río, las personas, su coqueta plaza. El otoño lleva tiempo instalado en la ribera Navarra y parece que le sienta bien. Disfrutemos de su belleza.

domingo, 7 de noviembre de 2010

SORIA NO SE CONFORMA



ESTA CASA SE SOLIDARIZA CON LOS QUE CLAMAN POR EL FUTURO DE SORIA


SIN MOLESKINE


Aunque poseo una memoria selectiva importante, hay veces que no recuerdo aspectos o noticias cotidianas que desearía mantener. Suele pasarme cuando me pongo a escribir. Soy bastante obstinado, me gusta hacerlo en periodos no excesivamente largos. Hoy quiero escribir sobre algo que he escuchado en la radio durante un viaje a una Comunidad Autónoma vecina. Aunque, sinceramente, he tardado más de lo habitual en recordarlo. Incluso voy a pedir a quien se proponga hacerme un regalo, una Moleskine italiana para escribir esas notas de bolsillo de las que más tarde (o más temprano) quieres echar mano.

Lo cierto es qué durante el viaje fui escuchando, como suele ser habitual, Radio 3 y dialogaban sobre las abejas, un programa de visitas guiadas a un centro apícola. Turismo con abejas y todos los campos que implica, desde la investigación en temas relacionados a la biología de los insectos y el mejoramiento genético, hasta la ingeniería aplicada al procesamiento de miel. Decían que el turismo apícola lo estaban implantando en la Comunidad de Madrid sobre propuestas ya existentes en Chile y Argentina. Fue un programa muy ameno, sobre todo cuando se refirieron a la organización social de las abejas que posee una estructura de roles: la reina, las obreras y los zánganos.
Aunque las abejas tienen una reina, ella no ejerce ninguna autoridad, porque en la colmena nadie ejerce el mando sobre otros. Es el colectivo el que permite el beneficio mutuo al estar conexionado. Las abejas obreras especializadas como nodrizas son las que, administrando un tipo de alimentación, determinan quién será la reina, zánganos u obreras. Sin embargo, esta aparente posición de poder de las abejas nodrizas, a diferencias de los humanos, está absolutamente exenta de cualquier arbitrariedad. Sólo las guía el sentido de cooperación para el interés general.
La reina, a diferencia del resto de abejas que viven alrededor de 40 días, puede llegar hasta los 6 años de vida. Se cría en una celda real. La larva de la reina queda rodeada de jalea real que producen las obreras. Esa alimentación, muy nutritiva, permitirá que nazca una abeja reina.
La reina se dedica exclusivamente a poner huevos alcanzando sobre los 2.500 al día dependiendo del clima y la edad de la reina. De los huevos nacen la mayoría de las abejas obreras y son éstas las que se encargan de alimentar, proteger y limpiar a la reina formando una corte de honor a su alrededor.

Tras esa amena conversación sobre las abejas, cerca ya de mi destino al lado del Ebro, con motivo de la celebración del Festival Internacional de Cine Documental de Guía de Isora, el locutor del programa entrevistó a la cineasta Araceli Santana. 'Blattángelus', la película que ha presentado la directora mexicana, aborda la discriminación hacia las personas homosexuales en México a través de la figura de Jorge Gabriel Sosa Morato, fundador de la Iglesia de la Reconciliación, pionera en dicho país latinoamericano en unir en matrimonio a parejas del mismo sexo.
El largometraje ha acompañado durante tres años al líder religioso Jorge Sosa —fallecido en noviembre de 2009—, para mostrar su actividad eclesial y divulgativa. El argumento recorre el proceso personal del sacerdote que, educado en el catolicismo tradicional, evoluciona hasta fundar una nueva Iglesia, "una religión de vanguardia, que no sólo acepta a la comunidad homosexual, sino que acepta a cualquiera que quiera acercarse", según explicó la directora.

Tras parar un ratito en Cintruénigo, llegamos a Tudela, pero de eso hablaré en otra ocasión. Por suerte, y todavía sin Moleskine, he podido acordarme, más o menos, de lo que quería escribir.

viernes, 5 de noviembre de 2010

YO NO TE ESPERO



El taxi más caro del mundo circulará este fin de semana por Santiago de Compostela y Barcelona. Se llama papamóvil, y cada hora de trayecto con ocupante divino sale por 800.000 euros de nada. O lo que es lo mismo: 13.333 euros por cada minuto que pase Benedicto XVI en España. Aunque el problema no es el precio, sino quién paga la mayor parte de esta abultada factura. Los papamóvil –han traído dos– llegaron la semana pasada a bordo de un avión Hércules del Ejército español. Es decir, fue el dinero de todos los contribuyentes el que también cubrió el traslado del vehículo privado de este señor, don Joseph Ratzinger, cuyas próximas visitas pastorales costarán a las menguadas arcas públicas 29,8 millones de euros.

"El gasto en dinero público y la tarifa por horas las ha calculado la organización Europa Laica: tres millones de euros en Santiago, 1,8 millones en Barcelona y 25 millones el año próximo en Madrid. No sabemos si estas cuentas se quedan cortas o se pasan porque, inexplicablemente, no está del todo claro el dinero público empleado. El coste de las visitas no aparece detallado, sino que se reparte en varias partidas para que abulte menos –como el traslado de los papamóvil, que paga Defensa–.

Sabemos que Benedicto XVI viene a predicar su testamento. Sabemos también que la visita es religiosa, y no como jefe del Estado teocrático del Vaticano. Sabemos que esta gira está bendecida por cada ayuntamiento y autonomía implicados, y también por el Gobierno, esos rojazos comecuras que llevan meses pactando cada detalle con Roma y Rouco Varela. Sabemos que incluso hay descuentos fiscales para las empresas que financien estas misas –dinero que dejará de cobrar Hacienda–. Pero es un misterio lo que nos cuestan los viajes del Papa a este estado aconfesional llamado España".
Publicado por escolar.net

miércoles, 3 de noviembre de 2010

CLUB DE GOLF TRASOTO (El Maderal -Zamora)


Algunas veces me preguntan si el golf sigue siendo elitista. Mi respuesta siempre es “depende”. Suelo jugar en un campo de la Comunidad Valenciana que es excesivamente caro, allí practica un porcentaje muy alto de jugadores extranjeros y se nota. Ese campo lo considero muy elitista. Sin embargo, el otro día, aprovechando mi estancia en Zamora, me acerqué a jugar a un campo rústico en el municipio de El Maderal. Hace unos meses me puse en contacto con ellos, mediante correo electrónico, y su Secretario me contestó, rápidamente, con ese lenguaje tan educado que se conserva, afortunadamente, en los pueblos. Con mucho gusto me invitaba a conocer el campo de golf del municipio del que se sentían muy orgullosos. Una vez realizada la visita no me extraña que se sientan tan satisfechos. Vecinos del pueblo, con Mundo y Diego a la cabeza (también, Carlos, Alejandro, Vicente, Trini, Cesáreo, Juan, Emilio, Luís, Gascón, Marcos…), de manera altruista, con paciencia y mucha dedicación, han sido los artífices de ese sueño. A pesar de la falta de presupuesto, miman el campo como si se tratara de un hijo. Anteriormente a mi visita estuve indagando en Internet viendo fotos y videos del campo de golf, aunque, para mi sorpresa, en vivo gana bastante más. Los “green” mantienen una hierba cuidadísima con riego automático (han colocado 1.500 metros de tubería con sus correspondientes zanjas y casi un centenar de difusores de agua) y los “tee” tienen una alfombra verde de nylon que hacen más cómoda la salida en cada hoyo. En madera, han incorporado la información del campo y de cada hoyo, toda una obra maestra.
Jugando allí por primera vez me sentí como en familia. Parecía que conocía a mis compañeros Trini, Mundo y Diego desde hacía mucho tiempo. Durante el recorrido me fueron informando de cómo han ido transformando el terreno vecinal en campo de golf. Toda una maravillosa experiencia.
Sin lugar a dudas me haré socio del Club Trasoto, creo que merecen que el número de socios crezca y obtener algún dinerillo que será destinado, sin duda, al mantenimiento y mejora del campo. Ojala que mis amigos de El Maderal reciban todas las subvenciones y el reconocimiento institucional que merecen. El deporte del golf, como pueden comprobar, en algunas ocasiones es así de popular. Enhorabuena, campeones.

lunes, 1 de noviembre de 2010

AHORA, "SÍ"


Hace unos días comenté en mi blog una reseña sobre la novela "Sí" de mi admirado Thomas Bernhard. Hoy, José Ángel Barrueco, hace la profesional. Merece la pena, como lo son todas sus críticas literarias. Ademas, tiene a bien -un honor- hacer mención de mi entrada sobre Bernhard. Emocionante también su trato de paisano. Es la segunda vez que, por medio de alguién de la tierra, tengo el orgullo de recibir el "título" de zamorano, del que me siento orgulloso.
Gracias por todo, paisano.

domingo, 31 de octubre de 2010

OCELLUM DURI



La bandera de Zamora o "Enseña Bermeja"
La bandera está formada por ocho cintas rojas que conmemoran cada una de ellas una
victoria de Viriato sobre el ejército romano. Posteriormente se le añadió una verde, en-
tregada por los Reyes Católicos en agradecimiento por la ayuda que los zamoranos pres-
taron en la batalla de Peleagonzalo (1476) contra Juana "La Beltraneja" y que asentó a
los Reyes Católicos definitivamente en el trono.
Regresaba a casa tras tomar un café en “La Baraka”. Durante mis horas tontas en Zamora, aprovecho para leer alguno de los periódicos que tienen para la clientela. Están prácticamente todos: La Opinión, El Adelantado, El Norte de Castilla, El Mundo, El País, La Razón, ABC, Marca, As… Empezaba a atardecer, el último atardecer antes del cambio de hora, cuando a la altura de la iglesia de San Torcuato miré hacía el campanario debido al ruido que producen las cigüeñas “machacando el ajo” (así se conoce en Zamora el crotoreo o claqueteo que realizan las cigüeñas cuando abren y cierran el pico de manera enérgica y rápida). En el cielo, docenas de ellas regresaban de algún humedal cercano a sus hogares de altura. Debido a los suaves inviernos de las últimas temporadas, estas aves que viven unos veinte años, ya no emigran hacía el sur, permanecen en los campanarios de la ciudad, y cuando llegan los días de hielo y nieve, soportan estoicamente, a modo de talla escultórica, las frías temperaturas bajo cero. Cuando las contemplo allá arriba me compadezco de ellas.
Pasado el semáforo que atraviesa la Plaza de Alemania me crucé con varios chicos y chicas de la Banda de Música que no tendrían más de dieciséis años. La estampa se me antojó provinciana. Llegando a mi casa, próxima a la plaza de toros, comprobé que había corrida. ¿En un día tan frío y lluvioso? Obviamente, los músicos, venían de tocar en el coso.
La vida en Zamora discurre monótonamente, todos los días son similares pero a mí me gustan las mañanas de los domingos. Todas las campanas de las iglesias (en Zamora hay 23) tocan a la vez, produciendo un ruido infernal que se oye por toda la ciudad. Cuando levanta el sol, doy un paseo hasta la catedral y disfrutó con las vistas hacía el Duero. Curiosamente, a Zamora se la conoce como la ciudad de las iglesias y las cigüeñas. Su primera denominación fue romana, siendo citada en el Itinerario de Antonino con el nombre Ocellum Duri (Los Ojos del Duero), del que, por una especie de acrónimo (ce-m-uri), resultaría el nombre actual.
Me gusta perderme por sus callejuelas, me gusta disfrutar de su buenos vinos y su gastronomía… De Zamora me gusta todo, hasta la bandera.

viernes, 29 de octubre de 2010

Sí. THOMAS BERNHARD


Comencé a leer a Thomas Bernhard por indicación de José Ángel Barrueco. En uno de sus artículos en prensa se refería a la novela de Bernhard “Sí”. Es más, cuando la leyó, estaba viajando en un tren entre Viena y Munich dispuesto a encontrar algunos rastros que dejó el escritor por aquellas tierras.
“Sí”, es una novela corta con pocos personajes. No da ninguna lección moral pero habla continuamente, de una manera obsesiva -un soliloquio neurótico, que diría Luis Goytisolo-, de la salvación. De alguna manera viene a demostrar que la esperanza es lo último que se pierde.
Toda la novela está excesivamente condensada, no utiliza puntos y aparte, con una prosa repetitiva hasta la extenuación. Como en todas las obras de Bernhard, aquí tampoco hay escapatoria. Todo es hermético, los estados de ánimo, las salidas a las crisis, las necesidades cotidianas. Sin embargo, página a página, de manera, como he dicho antes, obsesiva, nos va demostrando que en todo momento hay una puerta abierta a la esperanza.
Su literatura puede llegar, en momentos determinados, a cansar por las excesivas repeticiones; sin embargo, cuando acabas de leer “Sí” tienes la necesidad de leer más títulos del mismo autor. Por lo que he leído, su obra se devora sin miramientos y, al igual que J.A. Barrueco, me empieza a obsesionar.
“Sí”, es una novela rara, encuadrada al lado de autores como Beckett, Kafka e, incluso, de Joyce (Ulises). Thomas analiza su universo personal, aislado del mundo . Pero un día, sustrayéndose de su encierro debido a causas científicas, conoce a la Persa, una mujer similar a él, triste y solitaria. Las primeras páginas de la novela de Bernhard se hacen pesadas de leer, hay excesivas repeticiones y circunloquios. Luego, pasadas esas páginas, todo cobra sentido presumiendo un final trágico. Todo un descubrimiento.

martes, 26 de octubre de 2010

SORIANOS



Chiste publicado por una soriana en el extranjero

¿Qué hace un soriano cuándo tiene frío?
- Se acerca a la chimenea.
¿y si sigue teniendo frío?
- Entonces la enciende.
(¡ese sentido del humor!!)

A VECES LA VIDA ES DEMASIADO CORTA


Vengo del funeral de una chica de 32 años fallecida en un accidente de tráfico en Sudáfrica. Soy amigo de la familia y, como pueden suponer, el trago es demasiado amargo. Perder a un hijo, perder a una hermana, perder a una sobrina, perder a una novia, perder a una amiga, es excesivamente duro, máxime si es lejos de su tierra con toda la incertidumbre que producen los kilómetros de separación. Finalmente, gracias, sobre todo, a un hermano de la fallecida y al Embajador español en Sudáfrica, su cuerpo llegó a Barajas y desde ahí en un coche fúnebre a la capital soriana. Terrible.
La vida tiene esas cosas, tan pronto nos encontramos felices en una celebración del tipo que sea, como, repentinamente, dando la despedida a un familiar o a un amigo en un funeral repleto de encuentros emocionantes, colmado de lágrimas y sobresaltos tumultuosos, de ansiedad reprimida. En esos precisos momentos de suspiros y coraje contenido, es cuando nos damos realmente cuenta del valor de la vida, tan sencilla y tan difícil.
Coincidí, en el anexo de la iglesia donde se celebró el funeral, con algunas amigas del colegio, jugadoras que fueron de mi club de bádminton y que representaron en varias ocasiones a su comunidad, Castilla y León, en campeonatos nacionales. Hablamos de cuestiones relacionadas con la victima. Charlamos de nuestras vidas después de varios años sin vernos. Ellas, con la misma edad que la fallecida, como he dicho compañeras de colegio, están en el esplendor de la vida, con sus bebés, sus maridos, sus trabajos, haciendo planes de futuro. Me encantó verlas de nuevo, aunque, pertinazmente, mi mente no dejaba de pensar en sus familiares y en su novio, presente en el funeral, accidentado con su novia y hecho trizas al perder a su ser más querido.
Viniendo de la iglesia a mi trabajo no dejaba de pensar en el destino de los individuos. Qué fácil puede ser la vida desprendiéndonos de esos problemas insignificantes que nos obstinamos en mantener. Pensé, una vez más, que todo tiene solución menos la muerte. Qué verdad más grande. Sigamos disfrutando de la vida, merece la pena.

lunes, 25 de octubre de 2010

DEFIENDE TU EMPLEO. NO COMPRES EN MANGO


El nuevo presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF) y presidente de la empresa textil Mango, Isak Andic, pidió este lunes al Gobierno que aplique a los nuevos funcionarios una retribución variable y una estabilidad en los puestos de trabajo similar a la de la empresa privada.
De la misma manera, en un estado supuestamente democrático y de derecho, solicito a los nuevos y a los antiguos funcionarios del estado español NO COMPREN EN UNA EMPRESA PRESIDIDA POR ISAK ANDIC. NO COMPREN EN MANGO.

LA NOCHE QUE RECORDÉ A HURACÁN CARTER



Aprovechando la última luna llena y un cielo despejado, salí a visitar un par de amigos que son dueños de bares en Soria. Antes lo hacía a menudo pero llevaba un tiempo sin poderme dedicar a esos menesteres. Aproveché para comer unos níscalos recién llevados al primero de los bares, en el que me encontraba en ese preciso instante, que estaban de muerte (no sé si en este caso es lo recomendable "estar de muerte") . En el segundo bar me presentaron a un cliente y nos pasamos el resto de la tarde hablando de literatura y de música. El tipo, no recuerdo su nombre, había trabajado de camarero en el madrileño Café Gijón. Me habló de todos los tertulianos que por allí pasaron, principalmente de Umbral. Según él, una persona que nada tenía que ver con lo que demostró en las entrevistas de televisión. Hablamos también de mi profesor de psicología, Gustavo Martín Garzo, de Pepe Hierro y sus “Chinchones secos” y de otros escritores contemporáneos. En uno de los bares tienen expuesto en el tablón de anuncios uno de mis artículos de Mandarina News y se lo di a leer. Aunque no suelo hacerlo, me inspiraba confianza. Cuando lo terminó me dijo que tenía mucha sensibilidad y que le recordaba a algunos escritos de Manuel Vicent. Me agrado su comparación, no puedo negarlo, de alguna manera Vicent -los que me leen habitualmente lo saben- es mi columnista favorito. No obstante, después de darle las gracias por el buen trato recibido, le dije que nunca llegaría a escribir como ningún escritor consagrado. Tampoco es mi intención. Lo paso bien escribiendo, ni más ni menos. No tengo más objetivos. Lo que me sorprendió de verdad no fue nada referente a mi manera de escribir sino a la manera de verme los demás. Según él, a pesar de mi pinta de boxeador, escribía con cierta ternura. ¿Pinta de boxeador? He de decir que nada más llegar a casa me miré en el espejo, analicé los rasgos de mi cara, me eché una ojeada frontal, observé mi perfil derecho y luego el izquierdo… y no percibí nada parecido a un boxeador. Mi rostro puede que tenga algo de duro, incluso la expresión puede dar lugar a dudas ¿pero de ahí a parecer un boxeador? Después de cuatro cañas de cerveza y de repasar la música de los años setenta y ochenta, me despedí de mi sparring para poder analizarme cuanto antes en el espejo. Desde esa noche de luna llena, me amenazo a mí mismo poniendo ante el espejo gestos y expresiones que llegan a asustarme, aunque en el fondo sigo siendo el mismo de siempre: romántico, irónico, sensitivo, pasional y amigo de mis amigos.


"En una noche de 1966,Huracán tomaba algo en un bar. Lejos, al otro lado de la ciudad, sonaron disparos dentro de otro local. Poco después entraba Patty Valentine. Gritó: Dios mío, “todos están muertos” y vio a Alfred Bello dentro. “Yo sólo estoy robando la caja”. “Alguien tendrá que llamar a la policía”. Patty llamó y mientras llegaban Alfred dijo que había visto huir a dos tipos en un coche blanco. Huracán iba de camino a casa con un amigo. Unos policías detuvieron su vehículo blanco. En esa época era de lo más normal. Dos tipos negros en un coche paseando por la noche eran sospechosos de todo, aún sin haber hecho nada. Los policías habían escuchado por la emisora que hubo un triple asesinato en un bar y que los asesinos habían huído en un coche blanco. A pesar de que estaban muy lejos del lugar de los hechos, dos hombres negros en un coche blanco eran los sospechosos perfectos. Les llevaron al lugar del crimen y nadie los reconocía como asesinos, pero un superviviente de la masacre, moribundo, a pesar que le costaba ver bien, fue presionado para que identificase a Huracán y a su amigo. Declaró con total seguridad que ellos no habían sido los culpables. El juicio fue una farsa, nadie dudó que él hubiera tirado del gatillo, y aunque no tenían pistola para probarlo, la policía dijo que Huracán había sido el culpable. El jurado, compuesto por blancos, les dio la razón. Fue condenado a tres cadenas perpetuas. Catorce años después, un adolescente de color consiguió que reabrieran el caso. Seis años más tarde, Huracán recuperó la libertad. El juez de Nueva Jersey que lo liberaba declaró en la sentencia que la condena de Carter estaba más basada en el racismo que en la razón. Carter salió de la cárcel y desde entonces dedicó su vida a combatir las injusticias. “El odio me llevó a la cárcel pero el amor me sacó de ella”.
Esta es la historia de Huracán Carter, un hombre al que las autoridades culparon de un crimen que no había cometido y que pudo haber sido campeón del mundo de boxeo".

LA VIDA PASA

“¡No hay naciones!, solo hay humanidad. Y si no llegamos a entender eso pronto, no habrá naciones, porque no habrá humanidad".   Isaac ...