lunes, 8 de septiembre de 2008

LO PROMETIDO ES DEUDA

La compañera bloguera Pegasa tuvo la gentileza de elegirme para contestar sobre seis pequeñas cosas que me hacen feliz. Ciertamente me pareció sencillo pero a medida que pasaba el tiempo y pensaba en ello me parecía más complicado. Pasaron algunos días y Pegasa me dio un toque de atención. Le prometí que contestaría su propuesta pero que necesitaba más tiempo. Ahora, después de recapacitar sobre ello en profundidad, estoy preparado para emitir mi resultado.

Sinceramente pensé en temas relacionados con la justicia, la libertad, el amor, la familia, la tolerancia, pero pronto me di cuenta que esos argumentos para nada eran “pequeñas cosas” sino principios fundamentales para obtener la felicidad. Una vez llegado a este punto tuve la certeza de que las pequeñas cosas han de tener su espacio en lo cotidiano, en el día a día. Así que recapacité sobre ello y llegué a la conclusión de elegir situaciones placenteras al cabo de un día normal y corriente. Todos esos momentos tienen algo en común. Las seis se rigen por los sentidos y los sentimientos.

El orden es lo de menos.

1.- Vigilar el mar. Controlar sus movimientos. Tonalidades que va adoptando dependiendo de la luz.
2.- Sentarme, con la cabeza en blanco, al atardecer para, con el sol a mi espalda desapareciendo y el mar de frente, contemplar lo que yo denomino “la hora bruja”.
3.- Una vez de noche encender varias velas, colocadas estratégicamente, escuchar una música relajada y apurar un chupito de whisqui “Jonnie Walker” (si es etiqueta negra, mejor)
4.- En la cama, acariciar la piel de la persona que está a mi lado y dormirme con la calidez que produce su compañía.
5.- Despertar y comprobar que el tiempo pasa, que voy cumpliendo etapas de la vida, recordando el ayer y pensando en un futuro mejor.
6.-Ver nevar desde mi ventana (con música clásica de fondo) y cuando todo está cubierto pisotear la nieve trazando un camino que servirá de rastro para el regreso (o no. Jajajaja).
Propina: 7.- Navegar.

(Si todos esos puntos, salvo el número 6, están aderezados con buen tiempo, mejor que mejor)

9 comentarios:

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Es curioso cómo unas cosas nos llevan a otras: cuando leía lo que te produce placer, en el segundo punto hablas del la puesta de mar -"la hora bruja"- con el sol a la espalda y el mar enfrente. Eso me ha hecho plantearme si producirá el mismo efecto mágico una puesta "inversa", una puesta con el sol y el mar enfrente, como pueda ser un atardecer en el Atlántico. No sé si se produciran las mismas sensaciones, aunque sospecho el la magia, se dará también.

Luis López dijo...

Amigo MSM, puede asegurarte que en otros mares situados en poniente se produce el mismo efecto. Saludos.

Melpómene dijo...

No suenan mal XD

Hache dijo...

Uhm .... se respira paz al leerte, preciosos momentos.

Luis López dijo...

Gracias Melpómene y Hache. Un placer.

PEGASA dijo...

Muchas gracias por seguir esta cadena que nos hace mas humanos y conocernos mejor. No esperaba menos de tí. Ahora te toca a ti invitar a otros 6 candidatos. jajaja.

El mar es siempre el Mar. Que paz se respira y que agusto que se está viendo una puesta de sol, o ver como las pequeñas barcazas vuelven de pescar por la mañana temprano y les ves desenredando las redes. Yo que soy de interior valoro mucho todo esto, simplemente porque es imperecedero y eterno.

Luis López dijo...

Pegasa, como se nota que no sufres los motores de los barcos antes de amanecer. Son tortuosos. Besitos y gracias.

Fer dijo...

sencillo y sincero. De acuerdo con todo ello.

Anónimo dijo...

De las cosas más sencillas nos hacemos un lío...habiendo tantos motivos para ser feliz nos devanamos los sesos buscándolos para enumerarlos. Es lo que expresaba en El Segundo Aire...la sensación de libertad es un principio que se concreta escuchando la música que me gusta al final del trabajo.

Saludos afectuosos, de corazón.

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