lunes, 30 de enero de 2023

MARÍA "LA ESPAÑOLA", UNA INDIGENTE CUALQUIERA

 

Foto: C.R. (Público)



Me ha conmovido una historia que acabo de leer sobre María “la española”. Entrañablemente va unida a uno de mis músicos favoritos, Keith Jarrett. Un día del verano pasado María se estableció en el barrio londinense de Camden, famoso por su mercado, un laberinto de tiendas de moda y curiosidades junto a Regent's Canal y refugio de la contracultura europea. Cuando lo visité, hace unos años, comprobé la existencia de cantidad de clubes alternativos con música en directo, por allí han pasado grandes grupos como Blur, Coldplay, The Killers, Arctic Monkeys,The Cardigans. Sin embargo, María no tiene nada que ver con la música, ella era indigente. Se estableció en la calle principal de Kentish Town colocando sus pertenencias, unas bolsas de plástico llenas de ropa y un colchón usado,  contra la pared de la obsoleta oficina de Barclay's Bank, de puertas cerradas. Pasado el tiempo se hizo conocida en el lugar e incluso algunas dependientas le permitían asearse en las dependencias de sus establecimientos, era famosa por su limpieza a pesar de vivir en esas condiciones y le llamaban “la española” (aunque parece ser que era boliviana y su nombre real era Lidia Venegas). En varias ocasiones organizaciones benéficas para los “sin techo” le ofrecieron ayuda, pero siempre las denegó, desconfiando de la oficialidad de la vida cotidiana. Ella sobrevivía día a día y evitaba muchedumbres.  


Llegó el otoño y con él el frío. Lidia, o María, se proveyó de algunas placas de polietileno para aislar su colchón del suelo y así protegerse del intenso frío, pero un día llegaron varios albañiles y le anunciaron que comenzaban la reconversión del local en una clínica dental. Lidia trasladó entonces su casa de polietileno a otra esquina cercana en Islip Street. Una vecina le ofreció trabajo para limpiar su casa y una peluquera le lavaba y arreglaba el cabello cuando lo necesitaba, todos los que le conocían decían que era muy cariñosa y agradecía lo que le daban para sobrevivir, no quería hablar de albergues, había decidido vivir en la calle por su espíritu de independencia. 


Tras una década viviendo en esas condiciones llegó la Navidad y con ella la nieve y temperaturas bajo cero. Los vecinos que estaban pendientes de ella se dieron cuenta que tosía con mucha frecuencia. El día 23 de diciembre el Ayuntamiento recibió por una llamaba sobre la posible infección de pecho de Lidia. El 3 de enero cuando los vecinos se daban el Happy New Year no respondió a quienes le ofrecían alimentos.  

El periódico Camden New Journal y el párroco de la iglesia Saint Michael organizaron un funeral para el 19 de enero, sin ataúd ni urna ni foto. En la redacción se recibieron numerosas llamadas preguntando por ella, varios ramos de flores fueron depositados donde se abrirá la clínica dental. Acudió un centenar de personas, el barrio se conmovió. Quienes hablaron de Lidia, lo hicieron con sincero respeto. El organista provocó más de una lágrima con sus composiciones, música de contrastes, como el “Concierto en Colonia” (The Köln Concert), de Keith Jarrett. 


María “la española” o Lidia “la boliviana”, qué más da, padeció el frío de la calle, se fue con el calor de las velas, la música de Keith Jarrett y la despedida de un centenar de personas que se congregaron  para no dejarla sola. Descanse en paz. 

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