miércoles, 30 de marzo de 2022

GUERRA EN UCRANIA ¿Hasta cuándo?


Mientras caían las primeras bombas en Ucrania yo alejaba mi mente de ese terror que supone la guerra para guarecerme lo más cerca posible del mar. Paseaba  rápido y no se me iba de la cabeza lo que tuvieron que sufrir mis abuelos en la guerra civil española. Recuerdo conversaciones de mi abuela al respecto sobre sus vecinos y amigos que desaparecían de forma misteriosa en camiones repletos de personas. Sin embargo a ellos, a mis abuelos y sus cuatro hijos, nunca se los llevaron. Supongo que era porque ellos sentían desinterés por la política y, además, eran prácticamente analfabetos, tan solo sabían leer, escribir y conocían las cuatro reglas matemáticas básicas, pero también eran buenos vecinos que intentaban ayudar, a pesar de todas las adversidades que uno puede suponer e incluso muchas más que ni imaginamos en el momento actual. Su mayor problema en aquella coyuntura era que el hermano de mi abuela era capitán de la CNT, del bando que luchaba contra los nacionales, -Al comienzo de la guerra "civil" española, más de un millón y medio de trabajadores y campesinos eran miembros de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo), federación de uniones anarcosindicalistas, y 30,000 eran miembros de la FAI (Federación Anarquista Ibérica). La población total de España era entonces 24 millones-. 

Por desgracia, durante la guerra civil en España, fallecieron cerca de 750.000 personas, tres veces más hombres muertos que mujeres. Eran tiempos diferentes que los actuales pero la ansiedad, el terror, el miedo supongo que serán similares a aquellos que parecieron nuestros abuelos.  

Contemplaba sobre mi cabeza las gaviotas, tan alejadas de los pensamientos antibélicos que me acompañaban en esos paseos junto al mar. Por cierto, el mar estaba alterado y llevaba días así, se notaba que las gaviotas no podían pescar y se concentraban, sobre todo las de más edad, en el estanque del municipio, una especie de laguna cerca del mar, donde, junto a palomas y cormoranes, se dedicaban a alimentarse más fácilmente que junto a las grandes olas que rompían en la playa. 

Cerca de un mes estuve analizando los movimientos de las gaviotas leyendo mucho sobre ellas. Aprendí que las más mayores tienen las patas más amarillas y que algunas, más pequeñas que las autóctonas, que tienen la cabecita negra y siempre van juntas, vienen todos los años de Rusia para pasar en el Mediterráneo el invierno, mucho más suave que en tierras federales. Y, cuando pasaban por encima de mi apartamento, todos los días a la misma hora, pensaba “que suerte ser libre para viajar sin problema a otras tierras, que suerte no enterarse de las miserias de los humanos”. Lastimada humanidad, ¿hasta cuándo? 


"No había nada, nada sobre la tierra... Bajo ella, muertos infinitos yacían en confusión, ahora casi tierra ya también ellos, y todavía lastimada humanidad". Francisco Ayala




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LA VIDA PASA

“¡No hay naciones!, solo hay humanidad. Y si no llegamos a entender eso pronto, no habrá naciones, porque no habrá humanidad".   Isaac ...