Un año más las organizaciones de defensa de los animales pondrán en el grito en el cielo para intentar proteger a las miles de focas que se van a cazar a partir de este viernes entre el golfo de San Lorenzo y en el estrecho de Belle Isle de Canadá (entre Québec, Terranova y Labrador).
En total se calcula que, hasta abril, se cazarán unas 275.000 focas. Por eso, para lavar su imagen, el departamento canadiense de Pesca y Océanos ha marcado nuevas reglas para la cacería. Entre dichas normas, destacan algunas como que los cazadores se aseguren antes de despellejar al animal de que está realmente muerto y no sólo inconsciente tras los palos recibidos en la cabeza o el más o menos certero disparo, cortando las arterias bajo sus aletas.
Varias asociaciones ecologistas como Los Verdes, la protectora de los animales Altarriba, AnimaNaturalis Internacional, o el Colectivo Andaluz contra el Maltrato Animal protestarán este jueves a las 17:00 horas contra la caza de focas frente a la Oficina Comercial canadiense en Barcelona, la Embajada de Canadá en Madrid y el Consulado en Málaga, con motivo del comienzo de la temporada en marzo.
"Resulta verdaderamente imposible aguantar la vista sobre el televisor cuando se muestran las terribles imágenes de las focas retorciéndose de dolor mientras, aún con vida, son abiertas de tajo", lamentan los ecologistas.
Salvar a las focas
En la web Humane Society International se hace un llamamiento para que la gente firme "por la salvación de miles de focas de una muerte horrible".
4 comentarios:
Yo soy de las que no resiste ver las imágenes, nunca puedo llegar al final. Hermosa entrada, a pesar del tema.
Muchas gracias por ponerla y por recordarlo, Luis.
Mucha pena
la punta del iceberg... me temo
A ver, pongamos los hechos en perspectiva: si las focas son consideradas una plaga en determinada zona geográfica, quizás una transferencia de hábitat a otras zonas sea menos tortuoso que matarlas a palo limpio. ¿Por qué ir con la solución facilista en primer término?
Saludos cordiales.
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