martes, 22 de diciembre de 2009

LOS CAPRICHOS DE MENESES


Hacía dos meses que no venía por Zamora y ya tenía mono. Nada más llegar, me acerqué a los “Caprichos de Meneses” para felicitar a Florián, que ha sido padre recientemente de un bebé con carita de ángel: y a Alfonso, dueño del restaurante, galardonado en esta edición con un sol de la guía Repsol. Él echa “balones fuera” considerando que el reconocimiento lo merecen los clientes y la totalidad de su plantilla. Humilde nos ha salido Don Alfonso. Mi recomendación, si se acercan por Zamora -la bella ciudad del Románico a orillas del Duero- , queridos lectores, es visitar esa casa, vecina de la Iglesia de San Juan, en plena Plaza Mayor: tiene las mejores tapas de la ciudad. Salí de allí bien servido y con una invitación para el próximo lunes. Alfonso, una vez más, nos deleitará con una fiesta de Navidad -villancicos incluidos-, vinito de Toro y el mejor jamón de Zamora. Así da gusto. ¡Cómo no voy a hablar bien de Zamora y de los zamoranos!

2 comentarios:

Insisto... dijo...

Y uno tan lejos jajajaaj

fili' navida'

Anónimo dijo...

Siempre he tenido la curiosidad por las tapas...pero, con tu crónica, más interés tengo por el jamón de Zamora. Saludos afectuosos, de corazón.

LA VIDA PASA

“¡No hay naciones!, solo hay humanidad. Y si no llegamos a entender eso pronto, no habrá naciones, porque no habrá humanidad".   Isaac ...