jueves, 29 de mayo de 2008

BÁDMINTON


Mi primer contacto con el bádminton fue hace 25 años en Santander. Mi cuñado es profesor de Educación Física y junto a otros colegas y amigos implantó el deporte en Cantabria. Al poco tiempo de ese flechazo contacté con la Federación Española de la disciplina y creamos la Delegación Soriana.
Junto a Andrés Soto, comenzamos a impartir cursos de iniciación con el respaldo del Servicio de Deportes del Ayuntamiento. Fueron tiempos muy duros. Los cursillos comenzaban a las nueve de la mañana, todos los sábados, pero íbamos una hora antes a marcar, provisionalmente, las pistas (posteriormente despegábamos las cintas adhesivas que delimitaban las pistas). Esa temporada impartimos ocho cursos con una participación cercana a los doscientos alumnos.
Obviamente, el bádminton enganchaba, no importaba la edad ni la preparación física, cada uno disfrutaba a su manera.
Al año siguiente dimos de alta el primer club de bádminton de Soria, llegando a tener trescientos treinta socios. Éramos, a nivel nacional, el segundo club en licencias federativas. Luego vinieron los éxitos deportivos, durante quince años copamos los primeros puestos en nuestra comunidad, Castilla y León, llegando a conseguir tres subcampeonatos nacionales y varios terceros puestos.
A nivel personal ocupé el cargo de seleccionador territorial durante ocho años para hacerme cargo, en dos periodos distintos, de la selección nacional sub 16.

El bádminton llegó a ser, en el periodo temporal que describo, deporte escolar y más tarde deporte olímpico. Siempre pienso que los éxitos logrados se deben a un grupo de personas que como yo, de manera altruista y con gran esfuerzo, cedimos al deporte gran parte de nuestro tiempo libre. Nunca me he arrepentido de ello. Sin duda la labor realizada colma cualquier aspiración personal.

Hace unos ocho años dejé el bádminton. Como casi siempre temas internos e intereses personales hicieron que abandonara el barco. Afortunadamente, mi deporte favorito sigue progresando, no se trata de una práctica masiva pero considero que a nivel federativo se han dado grandes pasos y ha mejorado el nivel competitivo nacional. En las próximas olimpiadas dos jugadores, Pablo Abián y Joana Martínez (ex pupila mía en la selección) representaran el pabellón español en China.

Personalmente, tengo un recuerdo especial de ese tiempo ya finiquitado. Pasé un periodo en Colombia formando entrenadores, siendo una experiencia inolvidable. Ahora, seis o siete años más tarde de todo eso, tengo sobre mi mesa dos suculentos y atractivos proyectos. Ambos son interesantes y tratan de lo mismo: volver a entrenar. Siento que es difícil abandonar mi rutina actual, dejar por algún tiempo aparcada mi profesión, pero mi cabeza da vueltas y regresa de manera consciente (y tal vez inconsciente) a aquellos años tan interesantes como intensos. Tengo dos ofertas, Canadá y Guayaquil (Ecuador). El reto es atrayente aunque varias cuestiones atrapan mi presente. Ciertamente, la situación es delicada pero es seguro que durante unas jornadas volveré a soñar con un destino incierto pero sugestivo, embaucador, y que servirá de inyección positiva a mi deteriorada autoestima. Seguiré soñando.

3 comentarios:

Fer dijo...

Se asoman posibilidades y decisiones. Tuyo es el momento de escoger. Que lo hagas con gusto.
Saludos, Luis.

Raquel dijo...

La verdad es que ofertas así son un empujón para la moral. ¡Qué bueno!

Anónimo dijo...

Lamento que el bádminton sea tan poco difundido en comparación al tenis...siendo que el primero requiere más técnica (porque no es llegar y pegarle a las plumillas de ganso). Al menos, tiene su espacio como deporte olímpico, cuando otros más populares quisieran estar ahí.

¿Llegaste a ser seleccionador Sub 16? Awesome! Te hacen ofertas para volver...es difícil, considerando los caminos que tienes por delante; pero queda en ti decidirlo aunque recuerda que quien mucho abarca, poco aprieta.

Saludos cordiales y arriba esa autoestima.

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