miércoles, 6 de agosto de 2008

VELA


Son las once y media de la noche y he de confesar que estoy baldado. Si alguno de vosotros ha hecho vela alguna vez sabe de lo que hablo. Hoy he patroneado por vez primera un catamarán. Lo he hecho durante pocas millas pero ha sido una hazaña. Aunque siempre he ido de tripulante hoy el patrón ha confiado en mí. El viento era favorable y no he cometido ninguna incorrección. La navegación fue exacta. Sin embargo, cuatro horas surcando las olas se hacen agotadoras. Nos hemos cruzado con algún pesquero y muchas embarcaciones de placer. Al cruzarnos con ellas los pasajeros nos saludaban con las manos en alto. En algún momento he sentido envidia de ellos, tan cómodos, mientras nosotros nos posicionábamos en inauditas posturas dentro de la embarcación. Después, recoger las velas, limpiar los cabos con agua dulce, lavar los neoprenos, arrastrar el barco por la arena hasta ubicarlo en su lugar… He practicado muchos deportes pero, sin duda, la vela es el más duro. Ciertamente hay que tener una preparación física y mental muy específica.
La ola de calor que, al parecer, viene de África (el continente vecino no sólo nos trae inmigrantes en cayucos –pobrecitos míos-) me ha pasado factura. Aunque estoy aclimatado a la humedad levantina, hoy el día ha sido especialmente húmedo. Hemos llegado hasta la altura de la Sierra de Irta (Hirta, en castellano) y al regreso ha parado, repentinamente, el viento. A esta hora avanzada seguimos “sin gota” de aire y respirar se hace dificultoso.
Escucho a REM en una tumbona, casi desnudo, apurando una cervecita helada. Espero que haya cierto silencio para meterme en la cama y descansar mi cuerpo dolorido. La noche está estrellada, varios barcos han tendido sus cañas en la bahía. Habrá buena pesca. Mañana será otro día. Buenas noches.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya te vale eh? Me sabía ya de memoria a qué se juega en China...
Ale, a seguir charlando con los pececillos...

Es broma todo,claro.
Saludos y besos, que sigas disfrutando.

Raquel dijo...

Esos cansancios son maravillosos. Qué envidia!!!!!

C.C.Buxter dijo...

Qué vida más dura llevamos, ¿eh, Luis? :P

La verdad es que nunca he llevado una vela (ni pretendo hacerlo), pero un amigo mío sí y es más complicado de lo que yo pensaba. Yo creo que soy más de barco...

Anónimo dijo...

Cambiaste el decorado, ¿eh?

La única vez que me atreví a explorar en el Mar fue en un bote de pesca artesanal...tuve tanto miedo que espero nunca más hacerlo, jejeje.

Aunque si de por sí manejar cualquier vehículo es una tarea poco fácil, maniobrar uno en el mar y con condiciones que pueden cambiar en cualquier momento tiene un grado adicional de dificultad. Saludos afectuosos, de corazón.

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