lunes, 9 de marzo de 2009

ALMARAZ Y SUS GENTES


He tenido la suerte de visitar Extremadura en bastantes ocasiones. La primera vez que lo hice supuso para mí un extraordinario descubrimiento. Paisajes variados, arbolado, abundancia de agua, rincones de innegable belleza, exquisita comida aderezada con productos de la tierra, habitantes sencillos, abiertos y calidos. Hacía tres años que no regresaba a Extremadura y lo hice, precisamente, el pasado fin de semana. Con motivo del Día Internacional de la Mujer, la Asociación ArtSalud a la que pertenezco, organizó una exposición y una jornada inaugural con participación de varios artistas. El lugar elegido fue Almaraz, concretamente su moderna y multifuncional Casa de Cultura. Todos los artistas que allí acudimos tuvimos el placer de percibir el calor y la gran acogida que nos dispensó el municipio cacereño. El acto inaugural fue emotivo, sincero y sencillo. Posteriormente, pudimos disfrutar de la compañía de la Alcaldesa de Almaraz, así como de otras personalidades, comprometidas con su pueblo y con la solidaridad generosa y espontánea.

Compartimos con parte del pueblo –todos estaban invitados- un vino español magistralmente dispuesto. Los productos seleccionados eran de la tierra y nos dejamos guiar, de manera inteligente, por nuestros sentidos. Pero si la bebida y la comida eran merecedoras de los mejores elogios, para todos nosotros mucho más importante fue la compañía. Nos hicieron sentir como en nuestra propia casa y eso es algo muy difícil de conseguir. Gente llana, campechana, noble… anfitriones encantadores.

Ya en mi domicilio, en la fría y alta tierra castellana, a orillas del río Duero, recuerdo con placer aquellos instantes y el calor que aportan los amigos, el pueblo blanco, el silencioso y cercano embalse de Valdecañas, los ahora poco pletóricos olivos verdes, la bien custodiada iglesia, las posadas cigueñas y una exposición que recordará durante todo el mes que hay mujeres que sufren y que necesitan más atención.

Volveré pronto. Quiero disfrutar más intensamente de mi querido amigo Ángel, de sus amistades y familiares. Recorrer junto a él esos paisajes, ahora tan lejanos en la distancia y tan cercanos en mi mente, que merece la pena disfrutar sin la prisa que supone la obligación.

Almaraz, un abrazo agradecido a todos. No cambiéis.

6 comentarios:

myself dijo...

La verdad, buena elección, esa de disfrutar más de los amigos y de las gentes que aportan algo a nuestra vida y querido Luis no paras!!! que envidia!!!ah y por supuesto nos tomaremos esas cervezas cuando vengas.
Un beso.

Anónimo dijo...

Muy bonita entrada, artista.

Es un lujazo poder compartir...

Un beso

PEGASA dijo...

Que bonito. Si es que lo llevas en la sangre el ayudar a los demás.

Por cierto te he cogido la palabra, te espero en Jaén que te vas a enterar de lo que vale un peine. Cervecillas, tapas, las tasquitas. Simplemente traeros zapatos cómodos porque luego os voy a hacer gastar zapatillas jajaja.
De camino te traes a la MariLuz agarrá pa que no se pueda escapar.
Que contenta me iba a poner yo de poderos atender como a mi me gusta y ser yo quién os enseñe la ciudad y sus contornos. Bufff....

Luis López dijo...

Te tomo la palabra intentaré convencer a Mariluz, claro. Tengo amigos en Jaén y conozco un poco el ambientillo, exceppppppppppppppcionaaaaaaaaaaaaaaaaalllllllllllll, pero contigo conoceré aspectos maravillosos de la ciudad, no me cabe duda,
Besito agradecido.

Anónimo dijo...

Puedo decir algo? jajaja...
o mejor me dejo llevar?...
Esta Pegasa....:))

Anónimo dijo...

Y de Morella me hiciste volar a Almaraz...jajaja.

Es bueno que en ciudades no tan grandes ni tan conocidas, la cultura tenga espacios cómodos y modernos para una eficaz difusión sin olvidar la calidez de las gentes.

No está muy lejos el Embalse...a una media hora de Almaraz, ¿no? Saludos afectuosos, de corazón.

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