miércoles, 24 de abril de 2013

EL LEGADO DE VIVIAN MAIER (Fotografía)


El protagonista del relato viaja al norte desde la capital londinense y, como es habitual, al tren donde viaja le cuesta abandonar los suburbios para adentrarse en la campiña. Mientras tanto, miró de soslayo el mar, un poco alborotado ahora, recordando otro viaje en tren que hice abandonando Londres hacía el oeste. La lectura tiene esas cosas, de repente nos hace renunciar a la realidad del relato para transportarnos  a otros lugares, conocidos o desconocidos.
En mi viaje “real”, viniendo de la meseta castellana  hacía levante, disfruté de paisajes sorprendentes que nos regala la primavera.  Cerca de Calatayud los cerezos estaban floreados de manera espectacular;  pasado Cariñena, las vides mostraban sus primeras hojas verdes. Hacía las nueve anochecía a la altura de Morella, todavía sin iluminación en sus murallas y castillo. Ya en la costa, la temperatura subió algunos grados en relación al interior del alto Maestrazgo.
Vivian Maier

Dejo un momento la terraza para coger mi sombrero blanco que descansa encima de una de mis fotografías enmarcadas y, de paso, cambiar de lectura y de soporte. Cierro mi Kindle dejando   “Atlas de las nubes” para otro rato y abro El País por su apartado cultural. Una de sus páginas habla del legado fotográfico de Vivian Maier, con el siguiente titular, “La niñera escondía un tesoro”. Acompañan al titular tres fotografías que datan de 1953 y 1954.  Vivian fue niñera durante 40 años muriendo en 2009 pobre, sola y sin saber que su pasión, la fotografía, la sacaría del anonimato. La historia de Maier esta envuelta en incógnitas, en una modesta subasta en Chicago, un veinteañero de nombre John Maloff compró por 300 euros un archivo desconocido que podría servirle para documentar un libro en el que trabajaba acerca de su barrio. Decidió revelar una parte del material y ponerlo a la venta por Internet ya que se trataban de fotos antiguas. Fue entonces cuando Allan Sekula, critico e historiador de fotografía, se puso en contacto con John para que no siguiera desperdigando aquel material prodigioso. Aquellas instantáneas de los años 50 y 60 estaban llenas de talento. Ahora, una exposición itinerante producida por Dichroma Photography, comisariada por  Anne Morin y programada en la Sala San Benito de Valladolid a partir del 8 de mayo –viajará también a Estocolmo y París- mostrará 120 fotografías y 9 peliculas en Super 8.
En una de las cintas grabadas que encontró Maloff, Vivian había grabado su idea del paso por la vida: “Tenemos que dejar sitio a los demás”. “Esto es una rueda, te subes y llegas al final, alguien más tiene tu misma oportunidad y ocupa tu lugar, hasta el final, una vez más, siempre igual. Nada nuevo bajo el sol”.
Les dejo con esa cita mientras voy a prepararme un vermú escuchando a Lambchop, esto es una rueda y alguien puede ocupar mi lugar… aprovecharé el tiempo, por si acaso.



FOTOGRAFÍAS DE VIVIAN MAIER


2 comentarios:

Mariluz Arregui dijo...

'Tupenda' entrada y fotógrafa..

Besos

Luis López dijo...

Tupi guay!!

LA VIDA PASA

“¡No hay naciones!, solo hay humanidad. Y si no llegamos a entender eso pronto, no habrá naciones, porque no habrá humanidad".   Isaac ...