martes, 5 de enero de 2021

LOS LUGARES QUE PERDIMOS





Hoy, por fin, pude retomar el capricho de degustar unas “cachuelas” (en Zamora se llaman así a las mollejas de pollo y son una tapa típica en muchos bares) y un vino de Toro “Lurton” en el bar Chillón. Se trata de un lugar pequeño pero muy agradable a esa hora del mediodía. Me gusta la distribución y con la “que está cayendo” es algo que miro con lupa, los clientes se distribuyen, guardando las distancias, en unas repisas de pared que ocupan todo su perímetro. Aproveché para desear un feliz año a mi tocayo colombiano que estaba en la terraza exterior distribuyendo a los abrigados clientes la especialidad de la casa: tortilla de patata con salsa de callos.
El vino Lurton es mi favorito `calidad-precio´ de la denominación de origen Toro. Los hermanos bordeleses Lurton que tienen bodegas en Chile, Argentina y Portugal, descubrieron España a través de la uva sauvignon blanc a principios de los 90. Posteriormente, conocieron el verdejo y, después, lo que denominaron su “jardín secreto” en 1997 con el vino de Toro, de suelos pobres, limoarenosos, viñedos prefiloxéricos y un clima continental que son esenciales para esta gran tierra de tintos.
Llegué al Chillón desde la Puerta de la Feria subiendo la empinada calle Costanilla. A pesar de su mala ubicación, para el periodo invernal, es una de mis calles favoritas de Zamora y, aunque tuvo mejores tiempos aún conserva su idiosincrasia, edificios notables y comercios que sobreviven desde hace mucho tiempo. Me parece la zona más castiza de la ciudad. Recuerdo en esa zona, por detrás de la Plaza Mayor, un restaurante que me tenía enamorado, el “España”, que por desgracia cerró hace más de una década. Se construyó en 1912 y estuvo abierto hasta diciembre de 2005. Tan solo cerraba un día al año, la festividad de la Hiniesta, en homenaje a la Virgen de la Concha de donde eran oriundos. Era todo un lujo visitar a Casilda y dejarte asesorar por ella para comer siempre lo mismo por un módico precio: fritos, paella, presa de ternera, cochinillo y arroz con leche.
Cuando paseo por Zamora rememoro tiempos pasados, seguramente más felices que los actuales y, siempre, acompañado por seres queridos que, desgraciadamente, ya nos dejaron.

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“¡No hay naciones!, solo hay humanidad. Y si no llegamos a entender eso pronto, no habrá naciones, porque no habrá humanidad".   Isaac ...