domingo, 25 de marzo de 2007

NO DEJEIS QUE LA MUERTE SE FUME MIS CIGARROS. Charles Bukowski




"Me gustan los hombres desesperados, hombres con los
dientes rotos y los destinos rotos. También me gustan las mujeres viles, las perras borrachas, con las medias caídas y arrugadas y las caras pringosas de maquillaje barato. Me gustan más los pervertidos que los santos. Me encuentro bien entre marginados porque soy un marginado. No me gustan las leyes, ni morales, religiones o reglas. No me gusta ser modelado por la sociedad".
CH. B.


Nunca es tarde para conocer a Charles Bukowski pero ¡joder! me lo he perdido durante muchos años. Decididamente voy a pensar seriamente que la ciudad de Los Ángeles (California) crea monstruos maravillosos. Y hablando de joder, de eso sabe mucho el Sr. Bukowski, según sus relatos. Palabra por otra parte felizmente usada en nuestro idioma, yo la he utilizado como interjección pero también es utilizada como: practicar el coito (a esto se refiere el Sr. Bukowski SIEMPRE) o como molestar, fastidiar, echar a perder…

Resulta que Editorial Anagrama ha reeditado en su colección COMPACTOS varios libros, de bolsillo, a un precio asequible (de agradecer, tal y como está la cultura en España) del maestro Bukowski. A mi colega y amigo Blas, gran conocedor de la literatura en (casi) todas sus vertientes, le comenté mi descubrimiento sobre la reedición y me contestó que él había leído a Bukowski en su época de servicio militar. Ahí quedó la cosa. Al cabo de unos días Blas me sorprende regalándome dos libros de Bukowski.

Estoy leyendo obsesivamente el libro de relatos “La máquina de follar”. Puedo decir que me parece apasionante y con una brillantez que pocos autores han logrado transmitirme.
Conocí a Bukowski debido a que en el 79 prologó el libro de mi querido y admirado John Fante, “Pregúntale al polvo”. Bukowski es considerado como el creador de una literatura sórdida y provocadora cargada de grandes sentimientos. Empezó a escribir en 1.944 un relato que fue publicado en una revista, tras diez años sumido en el alcoholismo y apostando en el hipódromo, con mucha suerte según hace referencia multitud de veces en su obra, empieza a publicar en los años sesenta en revistas de corte “beat” . En 1.970 publica su primera novela “Cartero” que le permitió abandonar la oficina de correos en donde trabajaba, uno de los trabajos más estables que tuvo en su vida. Siguió publicando de manera autobiográfica. El alcohol, la soledad, el sexo y otros aspectos sórdidos de la sociedad ocupan lugar preferente en su obra. Siempre evitó los ambientes literarios para refugiarse en habitaciones lúgubres y bares, con el fin de dar sentido a sus personajes y a él mismo.

Fue el último escritor "maldito" de la literatura norteamericana. Ha sido comparado con Henry Miller, Céline y Hemingway, entre otros autores.



"(...)Bukowski ya no puede escribir, está terminado,
se acabó, mira cómo toma.
Antes nunca venía a las fiestas.
Ahora viene a las fiestas y se lo toma
todo
y luego insulta a los que de verdad tienen talento.
Yo antes lo admiraba, cuando se cortaba las muñecas
y cuando trató de matarse con gas.
Obsérvalo,
está mirando de reojo a esa chica
de 19 años..."



Bukowski murió en 1.994 en San Pedro, California. Tenía setenta y cuatro años.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya que estás de descubrimientos, y por complementar, al vez te interese la película Factótum (2005), de Bent Hamer, basada en la obra del mismo título de Bukowski. Cuenta con una buena interpretación de Matt Dillon. Aunque no es una película al uso -en el sentido de que no narra propiamente una historia, sino que más bien va sucediéndose como a través de escenas- tiene la virtud de reflejar el mundo descarnado de Ch. B. También puedes leer sus libros de poemas (en la editorial DVD tienes, por ejemplo, Poemas de la última noche de la tierra). Un abrazo.

Luis López dijo...

Muy interesante, muchas gracias, veré la película de Hamer. Sus libro de poemas los conozco aunque he leído muy poco.
besucos.

LA VIDA PASA

“¡No hay naciones!, solo hay humanidad. Y si no llegamos a entender eso pronto, no habrá naciones, porque no habrá humanidad".   Isaac ...