sábado, 29 de marzo de 2008

CARTA A UN BLOGUERO

Carta a un bloguero
Valladolid, 29 de marzo de 2008


Estimado M:

Cuando contaba tu misma edad tenía un amigo, éramos inseparables. Tx, mi amigo, era vasco, hijo de uno de los industriales más prósperos del País Vasco, tenía un hermano en la cárcel. Siempre he sido antimonárquico. Un buen día estaba con Px y otros amigos en un bar, en la tele apareció el Rey Juan Carlos en una visita al Parlamento Vasco e hice un comentario favorable al Monarca por su sentido común al afrontar una disparatada protesta de varios parlamentarios abertzales . Desde entonces Px dejó de hablarme. Nunca volví a saber nada de él.

Hay veces que la intolerancia, el fanatismo, la obstinación, la exaltación, el acaloramiento, la intransigencia, hacen que nos comportemos de esa manera. Con tu edad, que era la misma que teníamos Px y un servidor entonces, es posible que la personalidad no esté excesivamente consolidada (no quiero cuestionar la tuya). La experiencia (te hablo desde ella) nos va haciendo más tolerantes, menos exaltados, más sabios. ¿Y todo esto a qué se debe? Te lo explicaré a continuación si es que todavía no lo has adivinado.

En tu bitácora (eludiré dar el nombre), debajo del título, citas esta aparente frase: “Basta ya de silencios, gritad con cien mil lenguas, porque por haber callado el mundo está podrido”. Estoy totalmente de acuerdo con esa cita, siempre me gusta ir de frente y decir lo que pienso.
Sigo visitando tu blog y lo seguiré haciendo, es divertido y tiene muchos visitantes, te doy mi enhorabuena por ello. Tú hacías lo propio visitando el mío e incluso en muchas ocasiones eras el primero en dejar un comentario ante una nueva entrada. Sin embargo, desde hace varios días ya no lo haces, incluso he detectado que has quitado mi blog de entre tus favoritos. Ya no se puede acceder directamente desde el tuyo, lástima. A pesar de ello yo te mantengo entre mis favoritos. Tu blog seguirá siendo uno de ellos. No me considero tozudo, competitivo ni mal perdedor, tal y como te ves tu mismo. La competición siempre ha de ser deportiva e intentar no llevarla a otros terrenos. La vida te enseña a perder.

Me cuestioné durante unos instantes qué podía haber pasado entre nosotros para romper (rompieras -unilateralmente-) esa bonita relación y, claro, enseguida lo supe. Todo se debe a un apartado en el que nos conminas a darte nota. Entendí darte nota como dar nota a tu blog –evidentemente-, no te conozco y no sé cómo eres, sólo sé lo que escribes. Antes de votar analicé los blogs que conozco y te concedí un 5 o un 6, no recuerdo. Para tu tranquilidad a mi blog “Escritos en la cresta de una ola” le hubiera dado esa misma puntuación. Conozco muchos blogs que merecen sobresaliente, otros que son notables, pero amigo M, siento que el tuyo o el mío no estén a esa altura. Tendremos que, desde mi humilde opinión, conformarnos con ser aprobadillos, y gracias. Conformarnos con ir aprendiendo de los demás. A eso me dedico habitualmente y suelo sacar buenas conclusiones.
No obstante, para tu tranquilidad, y como he podido cambiar mi voto (das esa opción), he decidido puntuarte con un 10. Considero que eso es lo que deseas y si es así es muy fácil para mí mentir. La autoestima es una buena causa.

Para finalizar, decirte que agradezco la frase que finaliza tu espacio:” Gracias por vuestros comentarios, que le dan sentido a todo esto”. Eso es lo que he intentado hacer, espero que esta carta abierta sirva para eso, para dar sentido a tu blog y para hacerte recapacitar sobre estos gritos al aire, ya que no he sabido (ni querido) callar ante una situación que considero, a todas luces, intransigente e intolerante. Desgraciadamente de esas cosas sé bastante.
Un cordial saludo y siempre a tu disposición.

Luis

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No te preocupes por estas cosas, mi querido Luis. Ya sabemos a quién te refieres y... bueno, creo que pierde más él que tú, la verdad. Por no hablar de su espantosa ortografía :-)
Beso cariñoso.

C.C.Buxter dijo...

Ana se atreve a decir las cosas que yo callo...

Anónimo dijo...

Podemos discrepar, debemos discrepar en una sociedad variada...lo que sí, mis principios fundamentales no pueden ser pasados por alto. Conociéndote, no veo por dónde Px se pudo haber sentido ofendido por el comentario que hiciste acerca del Rey Juan Carlos.

Me he topado con personas que cierran el Blog de improviso o lo ponen para lectores invitados siendo que no me ha llegado ninguna invitación; no me hago demasiada mala sangre con ello...no soy monedita de oro.

¿Por no dar una calificación suficiente es que se cierra un vínculo? Me parece algo caprichoso, con todo respeto. Saludos cordiales.

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