domingo, 27 de abril de 2008

RUBÉN BECKER


Todos tenemos pasiones y debilidades que nos ayudan a sobrellevar la dureza del día a día. Mis pasiones confesables son varias: el placer de la lectura, practicar deporte, escuchar música, la buena mesa, el buen vino, la amistad, viajar, la fotografía, escribir con mil defectos… Cuando estoy en Zamora disfruto (sin pasarme) del placer del buen vino. Siempre hay alguno que acaba de salir y que te muestra cualidades que desconocías acerca de él. Lo mismo pasa con la música, la literatura, los viajes, la amistad, el arte, uno nunca acaba de conocerlo todo alrededor de cada disciplina o cada interés. Es lo bueno que tiene, te mantiene vivo, te hace descubrir nuevas facetas de las cosas.

Anoche (escribí esto el domingo pasado) me acerqué a Lasal, el garito del “nariz de oro” Rubén Becker. Cuando entramos estaba descorchando en una mesa una botella de “Numanthia”, cosecha del 2000, a unos clientes. (El “Numanthia” es un vino que crearon a los hermanos Eguren en las Bodegas Numanthia Termes de Toro pero que ahora ha comprado Louis Vuitton-Moët Hennessy. Su hermano “Thermantia (2004)” obtuvo de Parker la puntuación de 100 sobre 100). Al poco tiempo se acercó a la barra y estuvo un buen rato hablando con nosotros. Desde hace unos meses tiene una tienda abierta donde vende vinos y otras viandas. Se llama Entrevinos y suelo visitarla. Tiene una buena colección de vinos de Toro y de otras denominaciones nacionales e internacionales. Su situación es excelente, en la calle Ramos Carrión, entre la Plaza Mayor y la Plaza Viriato, paso obligado para todos los turistas que visitan la románica Zamora. Allí encuentras vinos que es difícil hallar en otros lugares. Le dije que en Londres hay multitud de tiendas y vinotecas similares a la suya (en Inglaterra son muy buenos conocedores de los vinos a pesar de que ellos no cultivan) pero que en España, salvo en las grandes ciudades, era complicado encontrar alguna con esas características (En Santander hay una similar en la Calle Arrabal). En el bar tiene una marca de Champagne que vende por copas a ocho euros. Nos dijo que la venta del espumoso francés había subido en España el veintitrés por ciento y que él distribuía seis o siete marcas. Nos habló de los vinos emergentes en la denominación de origen Toro, de los buenos vinos del alto Alentejo en la vecina Portugal (él comercializa para España uno de mis favoritos: “Altas Quintas “. En Entrevinos se puede encontrar a 24 euros y el Numanthia a 36). Al cabo de un rato de charla pidió una copa vacía a una de las camareras y la trajo de la mesa situada detrás de nosotros llena de vino. “A ver que os parece el Numanthia 2000”, nos dijo, ofreciéndonos el vino. El detalle nos pareció sorprendente y admirable. No lo había probado nunca y me pareció muy natural, sin lugar a dudas uno de los mejores vinos de Toro. Después de saborearlo decidimos no tomar nada más ya que sería imposible mejorar ese paladar.

Nos despedimos de Rubén hasta el certamen de pinchos de Zamora que se celebrará desde el 25 de abril hasta el 18 de mayo (su propuesta se basará en la sardina). Bajo dos grandes paraguas subimos la cuesta de los Herreros guareciéndonos de la pertinaz lluvia conversando sobre los ricos manjares y los extraordinarios vinos que nos habíamos metido entre pecho y espalda.

5 comentarios:

Javier dijo...

Mi culturilla del vino no llega a tanto, soy de la época del Paternina, con tantas marcas de renombre y tantos galardones ando un poco perdido.
Por cierto echo de menos ese vinillo del Lázaro cuando la morriña se apodera de mí.

Un abrazo

Fer dijo...

slurp... qué puedo decir?

Anónimo dijo...

¡Toma castaña! Estupenda forma de llevar el día a día..

Ya sabemos a quién pedir consejo cuando haya que elegir buen vino para celebrar algo. Tupenda entrada.
Un beso etílico

Anónimo dijo...

La pasión que sin duda me ayuda sobremanera a pasar el día de modo más breve es la música...una canción durante la jornada laboral basta para sentirse recargado de energía.

Soy poco dado al vino, tengo que reconocerlo...pero respeto el culto y el gusto por tal brebaje. Por cierto, ¿has probado el vino chileno? Y de ser así, ¿qué te parece?

Saludos cordiales.

JP dijo...

Gracias por darnos a conocer esos lugares.

Saludos,
JP
http://historias-de-jp.blogspot.com

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