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Tenía que ser hoy, precisamente, cuando he leído en algún sitio una cita de Goethe que me ha encantado. La tengo escrita en un papel, en el bolsillo. Dice así: “El comportamiento es un estado en el que cada uno muestra su verdadera imagen”. No suelo perder mi autocontrol. Generalmente, mi equilibrio emocional esta controlado -aunque soy de sangre caliente-. Mi trabajo diario, mi profesión, ha hecho, durante tantos años, que sea paciente, que no pierda los estribos sin necesidad, con el fin de poder mirarme en el espejo sin transparencias, mostrando mi mejor imagen. Pero a veces se hace difícil. Hoy ha sido uno de esos días espinosos. ¡Hay tantos, trabajando con personas con discapacidad psíquica! Todos están alterados, es un efecto dominó. Según mi experiencia, las alteraciones vienen propiciadas por diversos factores. Las peores fechas son las antesalas de épocas vacacionales, fiestas del tipo a carnavales, fiestas patronales… También influye en el comportamiento los cambios climáticos, las fases de la luna… y, sobre todo, el ambiente. Si hay alguna alteración conductual, del tipo que sea, todas las normas saltan por los aires produciéndose situaciones difíciles de predecir y difíciles de solventar. Es entonces, en esas situaciones limite, cuando el profesional, casi siempre conciliador, resuelve (o al menos lo intenta) las posibles anomalías, guiado, casi siempre, por sus conocimientos basados en la experiencia.
No sé si soy buen o mal profesional. Intento ser fiel a mis principios y actuar siempre en consonancia con lo que dicta mi código ético y el sentido común. Casi siempre logró mis objetivos pero hay un porcentaje de errores, soy humano. Hoy, como decía, es un día límite, con situaciones comportamentales que son dificultosas de afrontar. Creo que influye que se acercan tres días festivos y, además, han anunciado que el tiempo cambiará a partir del lunes. Todo tiene un procedimiento, más o menos adecuado, para dar sentido a situaciones que no son lógicas. Trabajo con personas diferentes, complicadas, delicadas, en su mayoría carentes del juicio necesario para darle sentido a la vida que les ha tocado vivir.
En este momento estoy mucho más tranquilo, afortunadamente no estoy trabajando y disfrutaré de tres días espléndidos buscando incesantemente la tranquilidad necesaria para volver a mi trabajo con las pilas recargadas el próximo martes. La imagen se demuestra en el comportamiento. Espero seguir cumpliendo en lo laboral y en lo social de la mejor manera posible. Perdonen por hacerles participes de mis sentimientos, pero lo necesitaba. Escribir me ayuda a conocerme mejor y a calmarme. Se lo recomiendo a los que no tienen el hábito.