domingo, 14 de junio de 2009

ES DE NOCHE


Es de noche. En la calle, repentinamente, soportamos treinta y tantos grados. Un hombre, con pinta de colgado, aparece constantemente pidiendo dinero. Visitamos los bares de siempre, atiborrándonos, nunca mejor dicho, de exquisitas tapas y mejores caldos. Los vinos, en algunos sitios, los sirven calientes. Me paso a la cerveza, escrupulosamente fría. Leo en un cartel información sobre actuaciones de flamenco en el Teatro Principal. Curiosamente, creo que he escrito anteriormente sobre ello, Zamora siempre ha sido una ciudad volcada a ese arte marcadamente andaluz. Se trata del II Festival Flamenco de Castilla y León. Para mañana está programada, nada más y nada menos, que Aurora Vargas Vargas. Cultura romaní, expresión racial del flamenco gitano. De ella, con buen criterio, dice Gamboa: “…arrebata al público con su tensión festera, el buen metal de su voz, la entrega emocional y los incomparables desplantes de su baile”. Intentaré, muy difícil, conseguir entrada. Regresando a casa (Zamora siempre será una de mis casas) me siento fatigado. Esa fatiga que es amasijo de esforzado trabajo, ávida conducción para llegar al destino, calor sofocante y traicionero vino de Toro. Ya en casa, en la intimidad sosegada que produce un sillón que perteneció a un personaje al qué siempre adoré y adoraré - y que ahora usurpo-, como un yogur postrero contemplando fotografías de tiempos anteriores. Pongo la tele y aparece Ángel Cristo, demacrado, enfermo, apelmazado. Me quedo un rato contemplando miserias y opto, a los pocos minutos, por acostarme. Duermo sin piedad y amanezco en una de mis ciudades favoritas, disfrutando de sus gentes, de conversaciones pueriles, de ratos reservados para los buenos momentos. Y, claro, me encuentro feliz y quiero manifestarlo desde este humilde espacio que, tan sólo, pretende contar historias insignificantes, historias que pasan una vez y no puedo perdérmelas. Historias de lo cotidiano, de lo importante –o no-, de la vida misma.

2 comentarios:

Marino Baler dijo...

¡¡Excelente!! Una pequeña muestra de que se puede ser feliz con muy poco, sin grandes cosas superficiales.
Gracias por compartir tu felicidad con nosotros y que sea duradera.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Y acá, que con suerte estamos soportando cinco grados en las noches...pero no lo cambio por nada.

De noche pasan muchas cosas y se agudizan los sentidos queriendo disfrutar lo más posible...puede que algunas escenas se repitan, pero nunca serán las mismas.

Saludos afectuosos, de corazón.

LA VIDA PASA

“¡No hay naciones!, solo hay humanidad. Y si no llegamos a entender eso pronto, no habrá naciones, porque no habrá humanidad".   Isaac ...