domingo, 23 de agosto de 2009

"El Soplao" y el litoral cántabro.


Aprovechando que unos amigos cartageneros visitaban Cantabria, tuve la oportunidad de adentrarme en la comarca de Saja-Nansa, ya cerca de la vecina Asturias. Visitamos la Cueva de “El Soplao” (uno de los sótanos de la tierra) que no conocíamos. Nos sorprendieron las llamadas formaciones excéntricas (cristalizan en el sistema romboédrico, no presentan aristas vivas y tienen un intenso color blanco debido a la pureza del carbonato cálcico). Son lo mismo que las estalactitas y estalagmitas aunque tienen una característica especifica que las diferencia de otras formaciones. La fuerza de la gravedad queda desplazada, en beneficio de otras acciones, por lo que la forma no tiene un eje determinado. Para un visitante no especializado, como es mi caso, resulta un privilegio acceder y disfrutar de esa cavidad de gran valor ecológico y de la grandiosidad de la cueva que puede visitarse de dos maneras. En ambas se accede por medio de un trenecito. La visita corta dura una hora (la que hicimos) y hay otra de “aventura”, con una duración de más de tres horas.

Nada más terminar la visita, nos dirigimos al pueblo cercano de Celucos. La comarca es maravillosa, todavía existen carreterucas rodeadas de arbolado, ríos de caudal abundante y limpio, paisaje verde, flores, huertos. Toda una explosión de la naturaleza para el disfrute de los sentidos. Cuando éramos niños (algo barruntábamos) teníamos zonas secretas, paraísos cercanos que nadie más debía conocer. Por eso, evitábamos dar pistas sobre lo que a nosotros nos parecía que debíamos preservar para nuestro particular-y egoísta- disfrute . Por aquella época, años setenta, nuestra casa se llenaba, en verano, de amigos de nuestros padres que pasaban una temporada con nosotros. Luego, con el paso del tiempo, las playas de la parte occidental de la capital, Santander, se iban llenando de coches con matriculas de Madrid, Valladolid, Bilbao, Holanda… y nuestros lugares íntimos dejaban de serlo. Estaban desprotegidos y su acceso era previsible por parte de esos desaprensivos. Ahora, en esta crónica personal, he recordado aquellos tiempos para escribir, ya sin cortapisas, lo que todo el mundo conoce por las nuevas tecnologías, lo que se descubre en la telaraña cósmica de Internet mediante un simple “buscador”.

Casa Andrés, es un restaurante de los de siempre. De los que se deberían resguardar para regocije de unos pocos privilegiados. Combina comidas con tienda de comestibles. Cuando llegamos, Celucos estaba lleno de coches aparcados y eso nos dio mala espina. Casi todos disfrutaban de una comida en el restaurante del pueblo. Tuvimos que esperar una hora para sentarnos, pero mereció la pena. Alubias al estilo de nuestras abuelas, carnes de ternera de los prados cercanos, arroz con leche muy cremosa de las vacas recién ordeñadas y, como colofón, un suflé único. Las raciones, excesivamente grandes para los nuevos tiempos, hicieron que al día siguiente nos pasara factura tanta glotonería.

5 comentarios:

Hache dijo...

Conozco "El Soplao", mi chico es espeleólogo y es su manera de enseñarnos al niño y a mí lo que tanto le gusta. Sin duda es un lugar extraordinario. Y la zona. Hace dos años decidimos empezar justo ahí el año ... y mereció la pena.

Un saludo,

H.

Mariluz Arregui dijo...

Muy buena imagen de cabecera.

Y respecto a la tierruca, siempre quedan rincones que sólo aprecian algunos, afortunadamente :),

y fuera de temporada...un paraíso .

Mariluz Arregui dijo...

Por cierto,
a mí me salen las alubias tan buenas como a mi abuela cántabra...jajaa
Uno de los trucos es hacerlas a fuego lento.

Besos

Anónimo dijo...

Veo una foto de la Cueva de El Soplao...impresionante que estas desafiantes punzadas rocosas se hayan formado hace 240 millones de años.

Sì, resulta fàcil tener el Mundo a la mano gracias a la Internet; pero a la vez, eso nos quitò el privilegio de sentirnos descubridores de tesoros exclusivos.

Y si bien la glotonerìa les pasò la cuenta...lo comido y lo bailado no se los quita nadie. Saludos afectuosos, de corazòn.

Rufi García Nadal dijo...

Mil gracias Luis por ser tan Majuco y llevarnos a conocer rincones de esta tierruca tan especial y bella y gracias a los tuyos por el cariño dados a Jose Carlos y a mi.
El sabado pudimos ver la exposición de Enrique Gran,tomé tambien para ti un libro catalogo del evento, espero dartelo muy prontuco...
Te faltó poner en tu articulo lo de la leche de Sultan, invito desde este comentario, a las personas que visiten Cantabria que visiten el asador El LLAR en San Roman de la LLanilla y que despues de degustar muy ricas viandas propias del Cantabrico tomén como postr leche de Sultan.
Besitos....

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“¡No hay naciones!, solo hay humanidad. Y si no llegamos a entender eso pronto, no habrá naciones, porque no habrá humanidad".   Isaac ...