Sergio Fajardo, el matemático que encontró la fórmula para cambiar Medellín
En 1999, Sergio Fajardo dejó sus clases de matemáticas en la Universidad para dedicarse a la política. Nadie apostaba por él, pero en las elecciones de 2003 a la alcaldía de Medellín barrió y, hoy, esta ciudad vive una auténtica transformación en la que 'el miedo ha dejado paso a la esperanza'.
En una entrevista con EFE, Fajardo explica 'la fórmula, sencilla pero muy profunda', que él y su equipo han aplicado en sus tres años largos de gobierno para cambiar la ciudad: rebajar los índices de violencia y desarrollar políticas sociales, estrechamente vinculadas a la educación, en las zonas más desfavorecidas.
De ser una de las ciudades más violentas del mundo, con 6.500 homicidios al año a principios de los 90, Medellín registró en 2006 700 crímenes, situándose por debajo del promedio de América Latina, indicó Fajardo.
Pero Medellín no sólo es hoy una ciudad mucho más tranquila, es también 'la más educada', como reza uno de los lemas que se repiten estos días en que la capital de Antioquia ha acogido el Congreso de Academias de la Lengua y la Asamblea de Rectores de Hispanoamérica y de España.
Consciente de que la 'violencia aisla y destruye', Fajardo y su equipo han convertido los parques biblioteca en los buques insignia de sus actuaciones en las zonas más deprimidas, ubicadas en las laderas de las montañas que rodean el valle en el que se asienta Medellín.
Precisamente hoy serán los Reyes Juan Carlos y Sofía y el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, quienes inauguren junto al alcalde de Medellín el cuarto centro de estas características, en el barrio de Santo Domingo Savio, que lleva el nombre de Biblioteca 'España', en homenaje a este país.
El objetivo de estos nuevos espacios, explica Fajardo, cuya imagen cordial y próxima dista mucho de la de un político tradicional, es que hombres y mujeres puedan encontrarse con los libros, con internet, con la música; en definitiva, con 'el mundo del conocimiento', que es el que proporciona 'la transformación' de la persona.
Hijo de un conocido arquitecto, el alcalde sabe de la importancia de cambiar el entorno de las zonas más desfavorecidas, y cada biblioteca es un moderno proyecto arquitectónico dotado de las más innovadoras tecnologías y rodeado de zonas verdes.
'Si se tiene un escenario asociado con la desesperanza y con la violencia, hay que cambiarlo', afirma tajante, para añadir que su equipo optó por construir 'lo más bello' para dignificar el espacio y hacer realidad el mensaje de inclusión social en lugares que 'nunca antes podrían haber soñado' con este tipo de edificios.
Este hombre de poco más de cuarenta años, que conserva 'el morral' que tenía en la universidad y que cada día lo carga de nuevas ideas, ha impulsado además un exitoso modelo de reinserción social.
Cuando se hizo cargo de la Alcaldía de la segunda ciudad más importante de Colombia, el gobierno de Álvaro Uribe había comenzado un proceso de desmovilización de los grupos paramilitares.
'Ese proceso -señala- nos ha dado muchos frutos, porque de las 4.000 personas acogidas, el 90 por ciento avanza, es decir, 3.600 van bien y 400 nos hacen trampa', pero lo importante, destaca, es que disminuya la violencia y que actúe la Justicia y la Policía para los que se quedan fuera de las leyes democráticas.
Detrás del visible cambio que ha experimentado la ciudad, está este profesor vinculado al mundo académico, que 'es el de construir los sueños y contagiar pasión por las cosas que se hacen'.
Tiene fuertes convicciones porque, como él dice, para ser matemático, 'es con el alma, te tiene que gustar mucho'.
Esa vocación, 'esa forma distinta de estar en el mundo', le ha ayudado a desarrollar su labor al frente de Medellín y a construir en ella 'un espacio cívico'. Para conseguirlo, la fórmula ha sido siempre la misma: 'principios, propuestas y coherencia'.
Sabe que quedan muchas asuntos por resolver en una ciudad de 2.350.000 habitantes, pero Fajardo se atreve a formular la siguiente invitación: 'salga a la calle y busque a un paisa (originario del departamento de Antioquia) común y corriente y encontrará a 'los más educados''.
5 comentarios:
Por lo que cuentas, parece que al bueno de Fajardo le salen los números. A ver cuánto dura... Besos.
Escuché hablar por primera vez de este hombre hace unos meses, en el programa de radio de Àngels Barceló, donde le hicieron una entrevista en la que explicaba sus ideas básicas y cuál era el resultado de su aplicación práctica.
Lo que más me asombró fue, en primer lugar, que no tenía ningún tipo de aspiración política: sólo quería administrar su ciudad como creía conveniente, sin preocuparse de ninguna otra cosa. Y en segundo lugar, la enorme valentía de enfrentarse con una propuesta exclusiva de educación, frente a quienes sólo conocen el idioma de las armas.
Una de sus preocupaciones básicas era hacer ver a los jóvenes que el camino correcto y útil, no ya para la sociedad, sino para ellos mismos, era el del respeto a la ley y a los demás, y no el de la violencia, y para ello ofrecía incentivos a quienes abandonaban bandas y se reintegraban a la sociedad. Creo que también había un programa consistente en cambiar las armas que tenían las personas por otras cosas (no recuerdo cuáles exactamente...).
Escucharle fue sencillamente maravilloso, porque en abstracto parecía un utópico, pero en realidad todo lo que decía lo estaba llevando a la práctica. Qué lástima que tipos como este no abunden, y que, cuando los hay, siempre haya que aclarar que "no es un político corriente": los políticos tendrían que ser siempre así.
que bien que alguien sea capaz de seguir sus sueños que tal vez en una época fueron útopias y que las pueda plasmar en echos
dejo suaves caricias
Me alegro que coincidamos c.c. Conozco un poquito Cali y realmente atajar la violencia desde las intituciones es primordial. Dentro de unos meses hay elecciones y una estimada amiga está elaborando la campaña para un candidato, me gustaría que tomara nota de estas iniciativas del "paisa" Fajardo. A veces lee este blog. si es así me gustaría que nos diera ejemplos de lo que se debe hacer en estos casos.
Gracias por tu estimada anotación, extensible a mi querida Ana.
Gracias también a "Suave caricia". Tus sensibles caricias siempre son bienvenidas.
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