Tengo celos de la lluvia cuando invade tu cuerpo desnudo.
Celos de esas diáfanas aguas incrustadas en él
deslizándose hasta alcanzar cruciales posiciones.
Celos de los celos de esas húmedas partículas.
Odio interminable a los fríos que provocan.
Quisiera discurrir gozoso por las concavidades de tu cuerpo,
gemir de placer recorriendo tus sensibles hondonadas.
Avanzar deprisa hasta tu espacio interior
produciendo la furia que desprende la sensación de amar.
Refrescando interiores, deleitando complacencia,
dedicando emociones, desprendiendo licores.
Apasionarme viviendo esa frescura,
absorbiendo los líquidos placeres que provocas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¿QUIÉN PERTURBA LA PAZ DE ESTE CONVENTO?
FOTOGRAFÍAS DE "ABC" El obispo Ribeiro ya está en Belorado. Así se aprecia en una serie de fotografías (que parecen de otro tiempo...
-
La lectura de un libro me ha trasladado a la época que me tocó vivir en tiempos del dictador Franco. Todo ha surgido cuando se describía, en...
-
Siempre me ha parecido curioso que Castellón sea la segunda Provincia más montañosa de España. Acompaño un texto sacado de Wikipedia. He int...
No hay comentarios:
Publicar un comentario