martes, 22 de julio de 2008

LEONARD COHEN LIVE


Foto: Luis López.
Descubrí a Leonard Cohen en una habitación de un apartamento de estudiantes de Valladolid cuando tenía 18 años. Desde entonces las bellas odas sentimentales del canadiense han acompañado mi vida. El domingo cumplí uno de mis sueños: ver en directo al autor de baladas tan bellas como The sisters of mercy, Dancing to the end of love, Everybody knows, Hallelujah, First we take Manhattan o Suzanne. He de añadir que pocos conciertos han atacado mi interior, a la profundidad del alma, con tanto furor. Tan sólo puedo recordar momentos tan mágicos en los conciertos de Miles Davis en Madrid; B.B. King, también en Madrid; The Rolling Stones en San Sebastián y The Cure, en el mismo recinto que tuve la suerte de ver a Cohen, el Festival Internacional de Benicàssim.
El cantante que mudo la piel a la vieja ceremonia de la confusión conserva intacta su capacidad para emocionar. Y eso me pasó a mí cuando comenzó a susurrar los sones de Suzanne. Un escalofrío me sobrecogió. El viaje por el túnel del tiempo de uno de los padres de la canción moderna -con tintes jazzisticos, lamentos descarnados, poesía, adoración a sus músicos y profesional entrega- fue un broche de oro cautivador para los cerca de 35.000 asistentes a su concierto.
Desde hacía 15 años Cohen no se embarcaba en una gira (en España ofreció su último concierto 20 años atrás). A sus 73 años no le ha quedado más remedio que volver “a los ruedos”. Durante 5 años estuvo recluido en un monasterio consagrado a la meditación zen (entre 1994 y 1999) cerca de Los Ángeles. Mientras tanto, su ex amante y ex depositaria legal de su patrimonio, saqueó sus cuentas bancarias y el fondo reservado para su jubilación. Algo más de cinco millones de dólares. Leonard ganó el pleito que interpuso a Kelley Linch, así se llama la ladrona, pero ella nunca apareció ni devolvió al cantante dólar alguno.
Por ese motivo, el romántico canadiense, para vivir el resto de su vida con dignidad, se
ha visto obligado a lanzarse de nuevo a la carretera. Le deseo mucha suerte en su nueva aventura.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades por este sueño cumplido, ojalá sean muchos más.

Realmente has podido disfrutar de algo único, y ese escalofrío lo dice casi todo. Yo me hubiera derretido de haber estado allí...

Y ves?, ha podido perder mucho, muchísimo, pero no lo verdaderamente importante.

Muchas gracias por compartirlo aqui.Yo te lo agradezco mucho.
Y me voy cantando:

And you want to travel with her, and you want to travel blind
and you know...

Luis López dijo...

Agradezco tu estado mantequilla. Lo único grave es que desafinas un poquito ;-) Gracias.

Fer dijo...

Madre!! Impresiona leer lo que dices. Con 73 años ahí le ves. Y la historia que queda detrás también es para recordarla. Envidia me da ese tipo de clímax que se da...
Saludos.

Luis López dijo...

Envidia. Sallopilig. Mesura. ????????????? Saluditos.

Hache dijo...

Cuando mis compañeras de clase soñaban con que Los Pecos o cualquier rubioteñido de moda les susurrase al oido, yo cerraba los ojos e imaginaba que Leonard Cohen cantaba para mi.

No sé si fue su voz, su imagen de persona serena, sus letras o sus canciones, pero sé que me enamoró como se enamora una quinceañera y aún dura mi admiración por él.

Le deseo lo mejor y que nos siga cantando al oido.

(está chulo este rincón)

Anónimo dijo...

¿Será la misma Hallelujah que conozco yo? (lo malo es que no recuerdo al intérprete que la hace). Lamento lo que le pasó con sus finanzas...como moraleja, los músicos, más si han sido exitosos, no pueden retirarse así como así.

Saludos afectuosos, de corazón.

LA VIDA PASA

“¡No hay naciones!, solo hay humanidad. Y si no llegamos a entender eso pronto, no habrá naciones, porque no habrá humanidad".   Isaac ...