martes, 17 de abril de 2007
LA CASA DE LA FICCIÓN TIENE UN MILLÓN DE VENTANAS
Estoy un poco desorientado, ayer escribía sobre hoteles y apuntaba unos cuantos, obviamente evité algunos debido a que me falta la confidencialidad suficiente con mis lectores como para hablarles de lo estrictamente íntimo. Tan solo puedo decir que un hotel en Barcelona y otros dos en Colombia: Bogotá y Cali, respectivamente, marcaron un antes y un después en mi vida.
Debido a mi enfermedad, afortunadamente pasajera, ya estoy prácticamente recuperado (agradecer a Ana de la Robla su conmiseración), tengo mucho tiempo para todo, también para pensar (algo que hacemos bien poco y es tan recomendable para el alma y el espiritu), dándome cuenta que mi fobia de ayer con los hoteles es debido a la lectura que hago de un libro. Se trata de “Hotel Honolulu”, no había caído.
“Hotel Honolulu” lo escribe Paul Theroux, el escritor de “La Costa de los Mosquitos”, más tarde llevada al cine, es un “tochazo” de libro, algo más de quinientas páginas, pero que se lee sin complicaciones y es lo que necesito en este momento. Considero que tiene mucho de biográfica, trata de un escritor que tiene un bloqueo creativo y decide abandonarlo todo. Un amigo le ofrece la posibilidad de regentar un hotel en Hawai, acepta y todo cambia para él, consigue un amor, tiene una hija… y va describiendo a varios personajes que pasan por su hotel, con sus fobias, sus caóticas historias. Al final termina retomando la escritura y escribe este libro muy recomendable como divertimento.
En una parte de un capitulo, la novela hace referencia al escritor estadounidense Henry James, que en su tiempo, finales del siglo XIX, fue expatriado a Europa y se nacionalizó británico, su tema habitual era la alienación.
“Retrato de una dama”, escrita en Venecia, fue una de sus obras más conocidas, en ella escribe en su introducción la referencia que hace Paul Theroux y que a mi me gusta mucho: “…la casa de la ficción tiene un millón de ventanas, los escritores miran por ellas, contemplando el mismo espectáculo, más viendo cosas distintas. Uno ve negro donde otro ve blanco, uno ve grande donde otro ve pequeño. El paraíso desde una ventana parece la comedia humana desde otra ventana".
The Portrait of a Lady (“Retrato de una dama”) fue llevada a la gran pantalla, dirigida por Jane Campion, pero ni he visto la película (dura dos horas y media, ¡horror!) ni he leído la obra, aunque he comprobado en algunos foros la diversidad de opiniones al respecto que existen de ambas. Eso me suele gustar. Os ruego vuestra opinión sobre película y obra.
Mientras tanto seguiré asomándome a mi ventana, ya que no puedo salir a la calle, y pensaré en ese millón de ventanas de las que habla Henry James, para intentar seguir viendo cosas distintas e ir reflejándolas en este humilde blog que tanto me ayuda a pasar buenos ratos.
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3 comentarios:
Buena portada, sí, señor.
Yo he visto Retrato de una dama, pero no he leído el libro. La película no está mal, que yo recuerde, quizá un pelín tediosa, pero tiene una BSO increíble y un buen reparto.
Un abrazo.
Henry james es en todos los casos un escritor elegante, aunque muchas veces peca de caer en los mismos tópicos literarios --eso sí, muy propios--: lo mismo en La Copa Dorada, que en Daisy Miller, que en Retrato de una Dama... se refleja siempre el antagonismo entre la decadencia y corrupción europeas frente a la frescura e inocencia norteamericanas. El esplendor de Europa es visto desde un prisma peyorativo, como encarnación de la degeneración; el en Europa despreciado "nuevo rico" es en Estados Unidos un hombre de valía --el famoso selfmade-man-- y la juventud norteamericana debe cuidar de no echarse a perder por la perfidia europea. En fin, todos lo escritores tienen sus recursos, y James apela a este asiduamente, aunque lo haga con refinada elegancia estilística. La película de Jane Campion no tiene nada que ver con El Piano --quiero decir que no se percibe esa sensibilidad que había en esta última-- pero es una película correcta y muy cuidada formalmente; otra cosa es que hoy, despojada de la belleza literaria de H. James, Retrato de una Dama no ofrezca como historia --historia cinematográfica-- demasiado interés, más o menos como ocurre con muchos de los productos de James Ivory.
Como siempre, dando en el clavo. Muchas gracias Ana.
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