martes, 7 de abril de 2020

DIARIO DEL CORONAVIRUS. 19

De la amarga experiencia del siglo pasado hemos aprendido que hay cosas que los estados definitivamente no deben hacer. Hemos sobrevivido a una era de doctrinas que pretenden decir, con un aplomo alarmante, cómo deben actuar nuestros gobernantes y recordar a los individuos –mediante el empleo de la fuerza en caso necesario– que quienes están en el poder saben lo que es bueno para ellos. No podemos volver a todo eso. 
Tony Judt, “Algo va mal” (2011)
Ahora está más claro que nunca que hay dos españas antagónicas. Posiblemente, el concepto de las dos españas esté ya superado pero con la pandemia del coronavirus parece que no sabemos convivir los unos con los otros. Yo estoy viviendo la crisis desde las dos vertientes; por un lado, a nivel regional, nos gobiernan mediante un pacto de derechas y, por otro, a nivel estatal, un gobierno pactado de izquierdas. Considero que ambas partes lo están haciendo tan mal que convendría que mirase cada cual lo que está haciendo y dejara de incordiar a la otra parte. Solo así podemos avanzar. Unos miran hacia los estados autoritarios como modélicos, mientras otros piensan en la necesidad de recuperar la tradición socialista, la que piensa en modelo de estado y bienestar democrático. Cuando pase todo esto (un virólogo burgalés que estudia el coronavirus advierte que habrá una “segunda ola” después del verano) deberemos decidir qué tipo de Estado queremos. Entonces todos habremos cambiado y, tal vez, pensemos de una manera más colectiva y menos personal. Creamos, mientras tanto, que la unión hace la fuerza.
Cambiando de tema y aunque esté dentro del mismo (para no variar), el otro día vi por la calle a un anciano que venía de comprar. Iba alicatado: guantes, mascarilla y “gafas de bucear” de las que se utilizan en la piscina. Me hizo una gracia tremenda, creo que es la única cosa graciosa que me pasado en los últimos días. Otro tipo de gracia me hizo ayer, creo que en las noticias de Cuatro, cuando el presentador dijo que, en relación al año anterior y teniendo en cuenta que comienza la Semana Santa, los vuelos habían perdido muchos viajeros. Es como lo del Ministro de Consumo cuando aseguraba lo siguiente: “Percibimos en los datos que al no haber competiciones deportivas, las apuestas vinculadas a este tipo de eventos se han reducido de manera extraordinaria”. En ambos casos pensé ¿nos tratan de tontos o qué?
Espero que todo ello quede en meras anécdotas de estos días.

Viñeta: Toño (El Diario de Cantabria)

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