martes, 7 de abril de 2020

DIARIO DEL CORONAVIRUS- 20


Me levanto con una inyección de moral tremenda. Mi querido amigo Miguel García Urbani, escritor argentino, periodista, amante del jazz y, sobre todo, buena gente, me manda un audio preocupándose por mí. Cuando le comento la situación en la que vivo, el pobre hombre no da crédito a lo que está sucediendo a mi alrededor y se ofrece como terapeuta para escuchar mis noticias sobre las circunstancias actuales y compartir sentimientos. En cuanto pueda lo haré. Nos conocimos en una situación extrema, a más de diez mil metros de altura, sobrevolando Argentina y Brasil. Supongo que, en aquel escenario, a ambos se nos pasaron por la cabeza las peores sensaciones que hayamos tenido nunca y creo que eso ha generado una amistad maravillosa.

El poco tiempo libre del que dispongo últimamente, ya que me encuentro haciendo un máster sobre mascarillas (entre otras cosas), lo dedico básicamente a descansar, las jornadas de trabajo parece que se triplican en esta situación tan adversa. También leo, escucho música (ahora mismo “Damaged” de Lampchop, maravilloso para estos momentos por su aporte de relajación) y, sobre todo, escribo. Escribir es mi mayor terapia, supone expresar mis sentimientos y sensaciones, los momentos duros por los que estamos atravesando todos, y, sobre todo, me aporta tranquilidad. Duermo mal, sobre todo la última parte de la noche, y mis sueños tienen todos la misma constante: mi trabajo. Vivo día y a día y no puedo pensar en nada más. Bueno sí, recuerdo constantemente a mis seres queridos ya fallecidos y les agradezco cada momento que me dedicaron, ellos fueron mis grandes héroes.

No hay comentarios:

LA VIDA PASA

“¡No hay naciones!, solo hay humanidad. Y si no llegamos a entender eso pronto, no habrá naciones, porque no habrá humanidad".   Isaac ...