viernes, 24 de abril de 2020

CUADERNO DEL CORONAVIRUS. 41

Con la Iglesia hemos topado. Los obispos, en contra de una renta renta mínima vital permanente porque provocaría que "grupos amplios de ciudadanos" acabasen viviendo "de manera subsidiada”. A esta gente que tan poco hace por la sociedad le gusta mucho participar en política, manifestar sus ideas y, también, aprovechar la coyuntura para recordar a los contribuyentes que pueden marcar la casilla de la Iglesia y la de Fines Sociales y, asimismo, que los fieles también pueden hacer donaciones a sus diócesis o parroquias particulares a través de un portal de Internet. Me parece triste que en un país en el que gobierna la izquierda tenga la Iglesia tantos privilegios. El Estado destinará al sostenimiento de la Iglesia Católica el 0,7% de la cuota íntegra del IRPF correspondiente a los contribuyentes que manifiesten su voluntad en tal sentido. ¿Hasta cuándo vamos a soportar esto señores y señoras de partidos llamados progresistas? El mantenimiento de la Iglesia Católica le cuesta al Estado casi el doble que el de los partidos políticos y hasta seis veces más que el de los agentes sociales. Y más que la suma de ambos conceptos. Los datos de la Intervención General del Estado revelan cómo entre 2007 y 2013 las subvenciones y transferencias de la Administración central a la principal entidad religiosa que opera en el país ascendieron a 1.566 millones de euros. A todo esa inyección económica hay que añadir que las exenciones fiscales en el Impuesto de Sociedades benefician a actividades económicas de la Iglesia como hospitales, colegios y colegios mayores, librerías y editoriales, museos, actividades deportivas o cursos, coloquios y seminarios. En el Impuesto de Bienes Inmuebles se consideran exentos de tributar en los ayuntamientos los inmuebles donde se realicen actividades calificadas como exentas. En el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, la exención para la Iglesia, como para el resto de organizaciones similares, es total. Y en el Impuesto sobre el Valor Añadido, la Iglesia no cobra IVA por los servicios que ofrece, pero en cambio lo paga por todos los bienes y servicios que adquiere. El Impuesto de Plusvalía, también municipal, las exenciones que benefician a la institución vaticana se refieren al cambio de manos del bien si es donación o herencia recibida. Y en Actividades Económicas, todas las actividades exentas de tributar en el impuesto de Sociedades lo están también por este concepto. Todos esos acuerdos se firmaron en época franquista y todavía siguen vigentes. Estoy de acuerdo en que hay órganos como el Senado, la Corona, e incluso los gobiernos autonómicos que nos cuestan mucho dinero y nos aportan bien poco, que podrían agruparse los ayuntamientos y reducirlos en número, pero la Iglesia, con estos datos económicos expuestos, creo que un país como el nuestro, en las circunstancias actuales y las que, por desgracia, vendrán, no podemos soportarlo. Los clubes privados deben mantenerlos sus socios.

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“¡No hay naciones!, solo hay humanidad. Y si no llegamos a entender eso pronto, no habrá naciones, porque no habrá humanidad".   Isaac ...