miércoles, 15 de abril de 2020

DIARIO DEL CORONAVIRUS. 30



Hace poco más de un año se puso de moda la palabra “flygskam” (vergüenza por viajar en avión) debido a la contaminación por carbono de cada trayecto. Cada uno de ellos contamina 20 veces más que un tren. (El movimiento "flygskam" consiguió en 2018 que un 23 % de los suecos renunciara a volar para reducir su impacto climático). Nadie podía pensar entonces que ese tráfico aéreo con récords diarios de vuelos se solucionaría en tan poco tiempo. En la última semana ya despegaron un 55% menos de vuelos en todo el mundo y un 85% menos en España. Las expectativas de viajar son escasas debido a esta etapa de confinación que nos está tocando pasar. Se habla de volver a veranear en nuestro país e, incluso, se dice que no habrá aglomeraciones en las playas durante este próximo, y cercano, verano. Habrá recomendaciones de no estar cerca los unos de los otros y, por ello, tendremos que distanciarnos también en la playa. Está claro que los turistas no van a venir a España y todo volverá a ser como antes del boom del turismo. “Este verano va a ser muy diferente en todo”, explica Rubén José Pérez Redondo, experto en historia del turismo de la Universidad Rey Juan Carlos. “En los países desarrollados, la actividad turística está relacionada con la ruptura de la rutina, con el bienestar y la salud física y psicológica, por lo que es una inversión en calidad de vida, y a eso no se puede renunciar a no ser que nos lo prohíban por causas de fuerza mayor temporal”, concluye Pérez. “Todo volverá a la normalidad; se tardará más o menos en función del control del virus y la capacidad de contagio, pero el turismo volverá por sus derroteros. Y además me atrevo a decir que será una de las industrias que antes se recuperen, porque el sistema turístico tiene mecanismos muy poderosos, suficientes para revertir situaciones negativas en un plazo de tiempo relativamente corto”. En esas palabras veo demasiado optimismo, después del paro que producirá esta epidemia, el miedo a viajar, la distancia de separación entre las personas y, desde la perspectiva de un extranjero, viajar a España, uno de los epicentros del coronavirus, se verá como un objetivo prácticamente imposible, al menos en los primeros años, ya que todavía se asociará a España con el virus. Auguro malos tiempos para todo pero sobre todo para el turismo. Ojalá me equivoque.

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