jueves, 21 de febrero de 2013

HISTORIAS DE LAS DOS ESPAÑAS


Mi abuela siempre me contaba historias y anécdotas ocurridas durante la posguerra  Viviendo en Corbán, veía como llegaban camiones para trasladar a algún lugar, desconocido para ella, a vecinos suyos que nunca más volvería a ver. Y, aunque nunca tomaron partido por ninguna de las “dos españas”, mis abuelos tenían miedo, ocurrían demasiadas cosas a su alrededor y, además, un hermano de mi abuela había sido oficial de la CNT, del bando republicano,  durante la guerra, y permanecía encarcelado. Ella recordaba con pena a sus vecinos desparecidos, refiriéndose a ellos, casi siempre, por el mote con el que eran conocidos. Cuando lo hacía se emocionaba y le caían lágrimas gigantescas de sus pequeños ojitos escondidos tras unas lentes excesivamente gruesas.
Pasado el tiempo, una vez al año viajábamos a Palencia a ver a su hermano, que tras  varios años de cárcel lo desterraron fuera de los limites de su provincia. Vivía en Palencia, en una casita pequeña junto a su esposa, una de esas casas de barrio construidas en la época franquista que  eran decoradas con aquel horrendo escudo a base de yugo y flechas. Cuando me levantaba el domingo, Tíolegario estaba viendo el concierto de música de la UHF, entonces en blanco y negro. Fue mi primera relación con la música clásica y creo que fue en aquella casa palentina donde realmente me enganché a ese tipo de música que tan poco había escuchado por  entonces.  Era niño y descubría en él a un personaje carismático, sencillo y muy cariñoso. En casa siempre se habían referido a él  como una persona que había perdido la guerra y tenía que pagar el peaje por ser del otro bando. Me pareció siempre una persona culta, solitaria, que tenía la cabeza llena de ideas personales… y mucha tristeza en su interior.

Muchos años más tarde de aquello, han pasado ya más de cuarenta de aquella época triste y gris, he acabado de leer un libro de esa romántica guerra (así la definieron en algunos lugares de Europa). Es recomendable ya que se trata de una novela basada en hechos reales de una zona del estado español, concretamente de León. Se titula AYER NO MÁS y la firma Andrés Trapiello en la editorial Destino. Un niño presencia el asesinato a sangre fría de su padre en los primeros años de la guerra. Setenta años más tarde reconoce en la calle a una de las personas que participó en aquel sangriento episodio…
Leyéndolo me han venido a la mente aquellas escenas que siempre contaba mi abuela y que son tan similares en la novela. Ahora, reposada su lectura, analizo aquella parte de la historia más agitada de España y siento pena por todas las familias, que al igual que la mía, sufrieron muertes, persecuciones, cárcel y, sobre todo, revanchismo. Sometidos en la actualidad a una de las mayores crisis nacionales después de aquella que supuso la guerra civil y su larga posguerra, quiero suponer que nada ni nadie podrá llevarnos a otra guerra fratricida. Sin embargo, muchas veces  pienso que necesitamos urgentemente una revolución pacifica que aparte a toda esa gentuza que se encuentra agrupada en torno a los partidos políticos, la banca, los sindicatos, las ordenes religiosas y las grandes fortunas.  Espero que muy pronto pueda leer otro libro que hable de esa revolución y, por encima de todo, la haya podido vivir activamente. Soy optimista.

2 comentarios:

Marino Baler dijo...

Muy buena e interesante entrada. Me apunto el libro y prometo leerlo. Leí de Trapiello "Al morir don Quijote" y no me gustó demasiado.
Si te gusta la temática guerracivilista te recomiendo "A los cuatro vientos", de Dave Boling. A mí me sorprendió.
Respecto a lo de la revolución coincido contigo, pero mucho me temo que no sería pacífica; los grandes cambios de sistemas en países siempre han sido convulsos.

Un saludo.

Luis López dijo...

Leeré a Boling, no te quepa la menor duda. Un abrazo con mucha nieve.

LA VIDA PASA

“¡No hay naciones!, solo hay humanidad. Y si no llegamos a entender eso pronto, no habrá naciones, porque no habrá humanidad".   Isaac ...