Tras dos discos a sus espaldas repletos de historias, llantos y celebraciones aderezadas con apasionados ritmos de baile y de belleza, Raquel vuelve con un nuevo trabajo en el que se aprecia un cambio en su libro de estilo que ahora abraza sin corsés y con total admiración la música latina, donde el Tango, la Bossanova o el Bolero, se presentan con una mezcla natural y abrazada sin excesos, con una gran dosis de valentía y respeto, que acompaña y complementa su acuñado sonido.
Su firma ya es una de las más personales en el panorama musical de nuestro país, por su originalidad, por la pasión de sus composiciones y por la falta de necesidad de contextualizar su música en ningún estilo que esté marcando tendencia en la música de nuestro entorno más cercano, porque su libertad compositiva y el arte que lleva dentro, no necesita anclajes, solo dosis elevadas de creatividad y de expresión visceral, desde su más pura esencia. Por ello su tercer disco viene con algunos cambios respecto a trabajos anteriores, con mucha fuerza y con escritura de líneas propias para atraernos a su universo particular.
1 comentario:
Me encanta tanto que no puedo dejar de ser crítica. Metería en su música un toque de piano. Es increíble su personalidad.
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