Un 25 de agosto, en 1845, nació en el Palacio de Nymphenburg, en Múnich, Luis II de Baviera, más conocido como El Rey Loco…“
Y, claro, descubrí la vida del monarca excéntrico y romántico Luis II de Baviera, conocido como el "Rey Loco", que es famoso por su amor por la música de Wagner y la construcción de castillos de fantasía. Algunas curiosidades son que construyó castillos de ensueño como el famoso Neuschwanstein, que se convirtió en la inspiración para Walt Disney; que usaba tecnología avanzada para su época, como un inodoro con enjuague automático y agua corriente para lavarse las manos; y que su muerte el 13 de junio de 1886, junto a su psiquiatra, en el lago de Starnberg, está rodeada de misterio. Se les declaró ahogados, pero las circunstancias nunca fueron del todo claras.
Se especula sobre su homosexualidad reprimida. Obligado a interrumpir sus estudios en la Universidad de Múnich, al inexperto Luis es proclamado rey con solo 18 años. El pueblo estaba encantado con su nuevo monarca: alto, delgado y apuesto, con cabello oscuro y ondulado y ojos azules. Pronto se convertiría en el sueño de toda mujer, sin embargo, él nunca mostró inclinación alguna por el sexo femenino. Un compromiso con su prima, la princesa Sofía Carlota, que rompió poco después. También era muy cercano a su otra prima, la emperatriz Sissi. Era un gran mecenas de la ópera de Richard Wagner (la decoración del palacio está inspirada en sus óperas, como Tannhäuser, Lohengrin y Parsifal. Wagner murió antes de poder ver el castillo terminado, que además quedó incompleto a la muerte del rey) y organizaba funciones privadas para él. Para asegurarse de disfrutar la música sin distracciones, a veces llenaba la platea con soldados que tenían la prohibición de roncar.
A Luis le interesaba mucho la construcción, y se dice que ya de pequeño recogía pequeños trozos de madera y piedras para imitar algunos edificios de Múnich, llegando incluso a copiar la Frauenkirhce, eso sí, para después disfrazarse de monja y jugar alrededor. Sin duda era un niño especial. Tímido y sensible, pero también cariñoso, sobre todo con su madre. Siempre mostró un gran entusiasmo por la música y la literatura, artes que lo transportaban a un mundo muy lejano y distinto del que le había tocado vivir.
Desde que presenciase la obra de Wagner “Lohengrin“, en la ópera de Múnich al cumplir los dieciséis años, quedaría enamorado del cisne que representa la figura del caballero y se obsesionaría hasta incluso hacerse llamar como este bello animal por su prima Sissi de Austria, a la que él, a su vez, llamaba cariñosamente “Águila“. Sabiendo todo esto, no nos extraña que decidiera llamar a su castillo más emblemático, Neuschwanstein, el “Nuevo Cisne de Piedra“. Muy meticuloso, perfeccionista y metódico en todo lo que hacía, no le gustaba nada el acento bávaro, por lo que se empeñaba en hablar en Hochdeutsch (variedad alemana que se hablaba inicialmente en el sur (alta elevación) en oposición al bajo alemán que se hablaba en el norte).
Hacer vida nocturna le parecía más fácil que vivir de día y así es como empezaron a llamarlo también “El Rey Luna“. Luis sentía gran admiración por Luis XIV de Francia “El Rey Sol“. Su triste final a la edad de 40 años sigue estando sujeto a preguntas que quedarán para siempre sin respuesta. Al morir encontraron un disfraz de Lohengrin en su habitación con el que había estado fantaseando. (Lohengrin es un héroe de las leyendas medievales alemanas. Es un caballero misterioso que, conducido por un cisne, acude en ayuda de la princesa Elsa de Brabante. El héroe se une a la princesa con una condición: nunca debe preguntarle por su origen. Cuando Elsa rompe este pacto, Lohengrin la abandona para siempre).
Toda una vida de fantasía y encierro.Algunospersonajes históricos bien pudieron haber salido de una novela.
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