martes, 27 de octubre de 2009

"LA TUCHO"


Hace algo más de un mes, estuve tomando un vermú en “La Tucho”. Hacía años que no paraba por allí. Es un lugar muy peculiar y popular. Se encuentra en una rotonda muy concurrida de Corbán, pasado el Seminario Diocesano. Siempre está lleno de gente, con muchos coches aparcados en cualquier sitio. Tomamos unas rabas y morgueras. El restaurante tiene fama por el pescado y el marisco. De pincho y de la zona. Los percebes, cuando es temporada, son servidos por pescadores de San Román o alrededores. Las almejas están de muerte.
“La Tucho” era madre de Gema, la dueña del bar-restaurante que regenta junto a su marido Manuel Ángel. Tucho y Toño, sus padres, eran unas personas muy sensibilizadas con sus parroquianos. Eran los típicos tenderos de barrio. Mi abuela nos mandaba a la tienda cuando se le olvidaba algo. Compraba todo allí. No nos hacía falta llevar dinero. Toño o Tucho nos apuntaban en una libreta la cantidad económica correspondiente al pedido y mi abuela, cuando cobraba a primeros de mes, zanjaba la deuda. En el barrio había muchas personas como mi abuela, pobres económicamente pero grandes en espíritu de superación y en humanidad. Toño y Tucho lo sabían y, claro, mimaban a sus queridos vecinos. Eran, obviamente, otros tiempos. Todos ellos habían pasado la guerra y sus hijos habían sobrevivido a la dureza de la posguerra.

Mis abuelos criaron a cuatro hijos en esa época de posguerra, cuando la crisis era de verdad y sabían lo que era pasar hambre. Sus hijos se criaron con lo poco que había, pasándose la ropa de unos a otros, comiendo lo que buenamente se podía conseguir entonces. No había agua corriente y mi abuela traía el agua desde una fuente situada donde ahora se encuentra el colegio Verdemar. Tanto mis abuelos como sus hijos, e imagino que todos sus vecinos, tuvieron la desdicha de vivir la peor época de la España reciente. Creo que todos ellos merecerían un monumento.

Gema me reconoció enseguida, intercambiamos unas pocas palabras, las justas, el bar estaba a rebosar. Nos invitó a la bebida. Ambos recordamos tiempos pasados. Me alegré que todo le fuera tan bien. Lo merece, todo lo conseguido ha sido a base de trabajo y sacrificio, primero de sus padres y ahora de ellos.

Cuando mi hermano y yo nos desplazábamos por todos los lugares en bicicleta, entonces había muy pocos coches por las carreteras, prácticamente no había peligro y nuestros padres permanecían tranquilos. Los domingos, hacia las seis de la tarde, con el dinero de la paga, nos acercábamos a “La Tucho” y comprábamos una tarrina de helado de dos sabores. Nos gustaba que el calor de la calle fuese derritiendo el helado, para luego darle vueltas con una cucharilla de plástico y se juntaran los sabores, de fresa y nata. Este proceso duraba unos minutos y los ojos se nos iban al interior del recipiente. Mi hermano tenía más paciencia que yo y lo deshacía hasta convertirse en líquido. Cuando yo había terminado mi helado él comenzaba a comerlo. Era uno de los mejores momentos de la semana. Luego íbamos a fumar un cigarro escondido en uno de los árboles del exterior del Seminario. Si no había llovido en exceso, los cigarrillos estaban "fumables". Como no sabíamos fumar, salía mucho humo por las ramas de los árboles y, a veces, alguna persona venía a ver qué sucedía. Momentos pasados que recordé al hablar con Gema.

Tanto las rabas como los muergos estaban buenísimos, así que decidimos a volver a mi regreso. Estos días, estando en Santander, cumplí la promesa, con la mala suerte de que “La Tucho” estaba cerrado por vacaciones.

2 comentarios:

Insisto... dijo...

Que es rabas y morgueras? supongo que tendré que empezar a aprender de ti y tu gente.
Aca en Chile hay rincones tan exquisitos y entrañables como la tucho ;)

cariñusss!

Anónimo dijo...

Te leo e imagino cómo disfrutarías de un paso por el Litoral Central...con unos mariscos chilenos que te mueres.

Y esos tiempos de fidelización del cliente ya no se dan como antes con tanta competencia feroz, pero siguen habiendo casos. Te recomiendo que veas el videoclip de una banda local llamada Chancho en Piedra y que se titula "Almacén":

http://www.youtube.com/watch?v=C1JSkJqvIvo

Saludos afectuosos, de corazón.

LA VIDA PASA

“¡No hay naciones!, solo hay humanidad. Y si no llegamos a entender eso pronto, no habrá naciones, porque no habrá humanidad".   Isaac ...