domingo, 12 de marzo de 2023

"ELS PELUTS DE IBIZA" (y 2)



Ibiza fue uno de los lugares dentro del movimiento hippie internacional, como San Francisco, Amsterdam, Goa, Marrakech, Katmandú o Bali, y “Dream Songs” revisa el concepto de “libertad” que esgrimió un movimiento que duró poco más de una década y marcó la historia contemporánea. «Los hippies cuestionaron el status quo, luchando contra la opresión y la discriminación, y defendiendo la libertad personal por encima de todas las cosas. Estas cuestiones, antaño consideradas radicales, son ahora parte de nuestra vida cotidiana».

Veo en catalán el documental “Dream Songs. El último sueño hippie de Ibiza”, dirigido por Agustí Vila, una producción de Javier Pérez Santana en coproducción con TVE, Tv3 e IB3. Es de 2017 y estuvo nominado a 9 premios  Goya, también se presentó en la Seminci. Una serie de hombres y mujeres viven en Ibiza del mismo modo alternativo que lo hicieron en los años setenta, totalmente aislados de la vorágine  del mundo actual. Han  tratado de alcanzar la libertad individual reivindicando las imposiciones del sistema capitalista y parece que lo han logrado. En un momento del film una de las protagonistas aparece hablando con su hija por videollamada, pasa de los 70 años, al igual que el resto de participantes. Su hija le recrimina que siga viviendo sola a una edad tan avanzada y ella le tranquiliza diciendo que está bien y que en caso de enfermedad tiene un buen hospital cerca de su vivienda. No tiene luz ni agua y el teléfono está a punto de quedarse sin batería, con esa excusa cuelga a su hija. En otro momento del documental compruebo que tiene cáncer, dice a la cámara, “no creo que vea el estreno de Dream Songs pero espero que tenga mucho éxito” y añade, “morir será lo más importante que haga en la vida”. El director se acerca a las personas, mayores y solas, mostrando sus sueños del pasado y sus inquietudes del futuro. 


El origen del proyecto del documental está en la siguiente historia, Enrique Juncosa, escritor y comisario de exposiciones, tras dirigir el Museo de Arte Moderno de Dublín durante nueve años, decide trasladarse a vivir a Ibiza para concentrarse en su trabajo de escritor. Un grupo de hippies quieren construir un museo sobre sus años en la isla y van a pedirle consejo a Juncosa. Esta anécdota se la cuenta a Javier Pérez Santana (productor, entonces también residente en Ibiza) y se enzarzan en un debate sobre si es buena la idea de encerrar la libertad que esgrimió el movimiento entre cuatro paredes de un museo. Ambos deciden hacer un documental sobre este hecho y sobre lo que significó el movimiento en la isla. Llaman a Agustí Vila para dirigirlo y juntos montan Hippie Dreams, S.L. para llevarlo a cabo.

A través de ese sueño, frustrado y contradictorio, quieren que sus reliquias tengan cabida en un museo dedicado a preservar lo poco que queda del movimiento. En un momento avanzado del documental, los protagonistas visitan, para hacerse una idea de lo que es un museo,  el Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza (MACE). La recepcionista les indica que el perro que les acompaña no puede pasar, lo que supone el primer golpe a lo que sería su anhelado museo libre y abierto. Luego les recibe la soriana Elena Ruíz, su directora, (días antes estuve con ella y será protagonista en una próxima entrada a mi blog) y les habló de las medidas de seguridad del Museo, enseñándoles las cámaras situadas en todos los rincones, así como el control de humedad y temperatura para preservar la obra. Una vez fuera, sentados en un banco del puerto de Ibiza, comentan que no les gustan los museos.


Como era de esperar el museo no se construyó, estaba claro que la libertad no se puede encerrar, pero sí se erigió en el puerto de Ibiza una escultura de bronce que rinde homenaje a la cultura hippie. Se inauguró en 2016 y es obra de Ció Abellí que reprodujo en tres dimensiones una fotografía de Toni Riera. La obra fue financiada por el propietario del grupo Pachá, Ricardo Urgell. La fotografía original está estrechamente vinculada a la isla, ya que durante años ha servido para promocionar la imagen de la discoteca Pachá. Lo curioso, sin embargo, es que no fue tomada en Ibiza sino en Amsterdam. Riera la capturó mientras estaba tumbado en un parque de la ciudad holandesa y nunca supo la identidad de quienes aparecían en ella. Lo curioso es que, hace unos años, cuando la niña, ya una mujer adulta, acudió en un viaje a Ibiza a la discoteca Pachá y se dio de bruces con la imagen, reconociéndose inmediatamente. Entonces ese llegó a saber que los protagonistas son un ex actor, Sandy van der Linden, y su hija Radha. 

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