viernes, 16 de mayo de 2025

AUTOCARAVANAS

 




Hoy de nuevo salí a caminar por Peñíscola, lo hice por la ruta que suelo hacer en invierno, algo más larga. Sin embargo, al contrario de lo que pasa en invierno, en las terrazas más frecuentadas en la hora del desayuno, "La Marsela" (playa norte), "café Soseta" y el "Hogar del Jubilado" (ambas en playa sur), prácticamente no había clientes.

La mañana estaba soleada, pero de nuevo tuve que ponerme la parte superior del chándal. Ayer hablaba  sobre el parking gratuito de las autocaravanas al lado del polideportivo, y hoy me he dado cuenta de qué, además de estar anulada toda esa zona que comenté, las que se sitúan en la zona de los aparcamientos de zona azul (sin funcionar en mayo) tenían una nota de la policía local informándoles de que estaba prohibido aparcar.

Soy asiduo a un canal de YouTube que se llama "la gaviota viajera". Está creado por una pareja de  autocaravanistas jubilados que recorren el mundo en su vehículo, lo que  ellos  denominan "la desconexión" y, curiosamente, siempre critican las zonas municipales donde  no se  puede aparcar gratuitamente, casi siempre tienen que buscar campings o zonas   de pago para aparcar. Ciertamente entiendo que esté prohibido, hay lugares seguros para hacerlo que pagan impuestos, justamente para que las autocaravanas se establezcan allí. Pasa lo mismo que con los manteros, venden productos que no están homologados, son productos falsificados y y además tampoco pagan impuestos. Por lo tanto, me parece justo que se implanten ese tipo de prohibiciones. Vivimos en una sociedad que justifica esas actuaciones  para corresponder a los negocios registrados municipalmente, además existen en todas las provincias parkings de pernocta para autocaravanas y campers sin coste, supongo que el problema será que estarán  alejadas del centro de los municipios.

Durante mi itinerario también pude comprobar el parque internacional de turismos aparcados en el trayecto. Es muy cambiante dependiendo de la época, de los meses y estaciones. Prácticamente dos de cada diez ahora son franceses y uno de cada diez se dividiría entre alemanes, nederlandeses, belgas e ingleses. En invierno desaparecen los turistas franceses (aunque muchos residen en el municipio casi todo el año) y aumentan los ingleses, alemanes y escandinavos.  



jueves, 15 de mayo de 2025

PASEO MATUTINO




Esta mañana el cielo estaba gris, así que decidí hacer caminando mi ruta de invierno, un kilómetro y medio más de lo que hago habitualmente en estas fechas primaverales. En mis auriculares sonaba Chet Baker, todo un lujo para mis oídos. No había mucha gente por el camino, pero cuando me encaminé a “la marjal”, en esa pasarela de unos 400 metros por donde pasan multitud de estudiantes y familiares que se dirigen al colegio público Jaume Sanz, tuve que esquivar a varios de ellos para intentar mantener mi ritmo. Es curiosa la actividad que tiene a esas horas la policía municipal, en la rotonda de la Fuente Marítima se forman atascos de vehículos que llevan a sus hijos al colegio, los pasos de cebra también son custodiados por los agentes, es impresionante el movimiento del municipio a esa hora, cercana a las nueve de la mañana. Justamente a las nueve, en la fuente, se congregaban más de cien ciclistas séniors, hombres y mujeres, que comenzaban una ruta en grupos de 9-12 ciclistas por turno, supongo que para evitar trastornos en la carretera. Cuando ya estaba en mi urbanización, justo a la una de la tarde, comprobé que regresaban tras llevar cuatro horas sentados en el sillín desde su salida. Considero que con un buen almuerzo entre tanto.

Durante mi recorrido de unos 7 km aproximadamente no hubo más particularidades, salvo varios perros paseando con sus dueños y que la zona del polideportivo, donde suelen aparcar las autocaravanas, estaba vallada por obras. Seguí mi camino por el camping Edén y finalicé mi recorrido. Otra hora de gimnasia y después me esperaba un bañito en el mar con una temperatura del agua cercana a los 20 grados y una sentada de dos horas al sol leyendo.

Cuando salí del mar, una pareja me preguntó si el agua estaba helada. Les respondí que para mí estaba muy buena, pero que era relativo, claro. Les dije que estaba prácticamente  a la misma temperatura que el mar Cantábrico en julio. Me contestaron que para ellos la temperatura del Mediterráneo incluso en agosto era fría. Esas cosas no las entiendo.

miércoles, 14 de mayo de 2025

PRÓPOSITOS PRIMAVERALES



Estoy siendo bastante metódico con mis propósitos para las semanas venideras. Me levantó entre las 7:15 y 7:30 horas, camino alrededor de seis kilómetros por la playa o el paseo, dependiendo si voy en una dirección u otra. Una vez en mi apartamento, con vistas al mar, realizo una tabla de ejercicios físicos, diseñada por mí y adaptada a mi edad y que dura, aproximadamente, una hora. Bebo un litro de agua y hago estiramientos al finalizar (también al comenzar). Me sienta fenomenal, luego me baño en el mar o en la piscina, me relajo leyendo durante un par de horas para después tomar una gilda maridada con un vermú (¿o es al revés?) contemplando el Mediterráneo con ese punto de luz que te adereza los sentidos. 

Durante alrededor de ocho semanas la mayoría de las mañanas serán así, monótonas y similares, pero no me importa, es lo que he buscado durante el largo invierno, disfrutar de la maravillosa temperatura, los baños en el mar, la lectura tomando el sol y la alegría de los pájaros que siempre me acompañan con sus cánticos animando la jornada. No busco nada más, simplemente vivir, disfrutar sin condicionantes, pasar el tiempo de la mejor manera posible, en una palabra “vivir”, siempre en la mejor compañía, que eso es la base de la felicidad.

Hoy mi caminata fue en dirección norte ya que tenía que comprar fruta en un establecimiento ubicado en ese sentido, así que incorporé a mis pertrechos (móvil, gafas, dinero, pañuelos, gorra) la mochila. En la frutería en la que suelo comprar no tenían buen producto, me desencantó, mala calidad y muy caro todo. Salí con la mochila vacía. Aprovechando el camino visité otra frutería, compré naranjas de cosecha propia (las que me gustan), peras y albaricoques. El precio me pareció excesivo, las peras a casi cuatro euros el kilo y los albaricoques a más de seis euros.

Ya cerca de mi apartamento me hizo gracia la conversación que mantenían dos mujeres al pasar a mi lado. -Estoy un poco harta ya de esto, decía una. -Yo de lo que estoy harta es de la monotonía que tenemos en Burgos, contestaba la otra. Entendía a la perfección la conversación ya que a mi me pasa lo mismo cuando llevo tiempo aquí, ya comentaba anteriormente que los días son monótonos y llega un momento en el que quieres  cambiar la rutina. Me sentí totalmente identificado con ellas, parte de la cotidianidad que me encanta.


viernes, 9 de mayo de 2025

MIS VINOS ECONÓMICOS RECOMENDADOS. "BROCHERO FINCA MONTE CONCEJO"



“BROCHERO FINCA MONTE CONCEJO”. 2020
Denominación de Origen: Tierra del vino de Zamora.
Bodegas Dominio de Sexmil. Cabañas de Sayago.
Variedad de la uva: Tempranillo/Garnacha.
Crianza: El vino madura en barricas de roble durante 15 meses.
Precio- 10 Euros
Nota de Cata
Granate de capa media y ribete violáceo. Oxigenado, fruta madura, tostados, especiado, hierbas de monte, especias dulces (canelas, vainillas), notas florales. Potente, aterciopelado, graso, paso frutal, algo cálido, acidez correcta, taninos marcados pero maduros, punto licoroso y amargoso. Retronasal frutal y tostado, persistente.

jueves, 8 de mayo de 2025

LAS NEVADAS DE ENTONCES


No cabe duda de que los inviernos no son como lo eran antes, el cambio climático  se debe a causas naturales y, sobre todo, a la acción del hombre y se produce sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etc. y es el mayor enemigo por la menor disponibilidad de agua y, por tanto, menor rendimiento de los cultivos, aumento del riesgo de sequías, pérdida de biodiversidad, incendios forestales y olas de calor.
Recuerdo cuando llegué a Soria, en 1978, las grandes nevadas que caían durante los inviernos, la nieve y el hielo duraban semanas en las calles. Recuerdo de ir a trabajar con 16-18 grados bajo cero y tardar en atravesar el tramo que separaba mi trabajo de mi casa demasiado tiempo debido a que caminaba sobre el hielo. Desde hace medio año ya no vivo en Soria y añoro aquellos tiempos en los que la juventud daba sentido a la vida. Ahora son otros tiempos, el paisaje ha cambiado y los objetivos son  muy diferentes.

"Cuando sales del cine todo vuelve a la realidad. Te has pasado casi dos horas atendiendo una historia que alguien te cuenta e, inconscientemente, te metes en el pellejo de los protagonistas y su situación. Hay veces que te sientes cercano a lo que sucede, otras no tanto. Ayer vi una película basada en un best seller. Por suerte no había leído el libro. No me produjo una especial atracción, ya me lo habían advertido pero, al menos, estuve entretenido. Uno de los atractivos del séptimo arte es que puede servirte para desconectar por algunos momentos de tus circunstancias personales, aunque la película no sea una obra maestra.

Afuera hacía un frío polar. Los apenas trescientos metros que separaban “El Palacio de la Audiencia” de mi coche se me hicieron eternos. Cuando arranqué el termómetro interior marcaba tres grados bajo cero. Eran las doce de la noche. No había casi nadie por la calle y los pocos caminantes se dirigían apresuradamente a sus domicilios, embutidos en sus abrigos y con las solapas levantadas para protegerse el cuello.
Al llegar a casa agradecí la calidez que me aguardaba. A los pocos minutos comenzó a nevar con fuerza, los copos de gran tamaño cubrieron la calle de blanco. Al día siguiente intentaría capturar alguna fotografía de la ciudad recién cubierta. Era la primera nevada de la temporada.

Los dos grandes registradores del frío en Soria son: el niño de la fuente de “La Dehesa” –atacado constantemente por los gamberros- y el Duero. El niño apareció esta mañana con un gran pedestal de hielo en uno de sus laterales, aunque seguía vertiendo agua. El río Duero, a su paso por la ciudad, permanecía con una capa considerable de nieve y hielo e incluso en algunos tramos se puede andar por encima emulando a Jesús. Grandes pedruscos, lanzados por los paseantes, permanecían flotando encima de la blanca concentración gélida.

Remedando a Raquel de Madison hice algunas fotos que acompañan ahora mi texto: unos barcos abandonados, el apacible Paseo de los Gitanos y el Duero cubierto por un manto blanco. Los ciclos continúan y hay que aclimatarse a lo que corresponde a cada momento, no queda más remedio. Ahora frío y bellas estampas. Irremediablemente es invierno y echo en falta aquellas lejanas jornadas tripulando un expeditivo catamarán en el caluroso verano.

Todo el mundo está animado por las primeras nieves. Disfrutaré mientras duré deseando quitarme cuanto antes todas las prendas de abrigo que atrofian mis movimientos. El verano debe esperar. Por ahora todo se ha teñido de blanco".

18 de diciembre de 2007

miércoles, 7 de mayo de 2025

LOS SUEÑOS DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA



Mi madre murió hace 9 años. Desde entonces esa casa que comento al principio del texto es mía, antes de ser de mi madre era de mis abuelos, ella derribó la antigua y en su lugar edificó la de ahora. Vivo allí unos 5 o 6 meses al año y tengo las mismas vistas al Monte de Corbán que cuando era niño y adolescente. Como no podía ser de otra manera soy feliz allí y estoy agradecido a mis antecesores por haberme permitido vivir en ese maravilloso lugar en el que siguen desarrollándose muchos de mis sueños y realidades.

"Muchos de mis sueños se desarrollan en los años de la infancia y la adolescencia. Siempre que esto ocurre el escenario es el mismo: mi casa familiar de Corbán. Ahora ya no es la misma que aparece en mis sueños, está totalmente restaurada. Mejor dicho, es una casa nueva situada exactamente en el mismo lugar en que se encontraba la antigua.
Allí transcurrieron años importantes de mi evolución. Leí los primeros libros, escuché la primera música de calidad, me enamoré por vez primera, tuve mis primeros amigos, mis primeros juegos, sueños, decepciones, emociones. Todo eran aprendizajes iniciales, desarrollo evolutivo y eso marca. Sospecho que mis reincidentes sueños sean, precisamente, por ese motivo.

En los años de adolescencia tenía una moto. Con ella me desplazaba al instituto los días laborales y a los lugares habituales, donde me citaba con los amigos, los fines de semana. Entonces solía realizar trabajos esporádicos para mejorar mi infame economía. Un amigo de mi hermano me llamaba cuando se enteraba de la descarga de algún camión de cerveza “Duna” en Monte. Lo descargábamos entre cuatro personas y a cambio recibíamos mil quinientas pesetas cada uno. No era mucho capital pero se trataba de un trabajo cómodo, junto a colegas y, además, podíamos beber cuanto quisiéramos del almacén. Reconozco que bebía por beber. Disponíamos de colas, naranjadas, limonadas, cervezas, cacao… el caso era hacer gasto.
Muchos sábados me levantaba a las seis de la mañana, arrancaba la moto y me plantaba en el puerto. Allí desayunaba en un bar de Marqués de la Hermida – desgraciadamente ya no existe- con los amigos de mi hermano (tres o cuatro años mayores que yo) y algunos de los trabajadores más habituales del muelle. El ambiente era de película de Ken Loach. A las siete menos diez todos nos dirigíamos a la zona del puerto donde se encontraban los capataces. Primero llamaban a los estibadores de siempre: Ángel Cañas, Pedro Cabañas, Jiménez Jiménez 1º, Jiménez Jiménez 2º… luego oteaban el percal e iban señalando a los tipos con pinta de duros. Yo iba muy abrigado para disimular mi aspecto famélico, siempre vestía dos jerséis y dos cazadoras para aparentar ser más fuerte de lo que realmente era. La mayoría de las veces me quedaba fuera del cupo teniendo que regresar a casa desconsolado y con el frío metido en el cuerpo. Volvía a la cama pensando que las derrotas en silencio saben mejor. Tenía que tener paciencia -la madre de la ciencia y la madrina de la demencia- e intentar fortalecerme. Las veces que conseguía ser seleccionado para trabajar, sin duda cuando éramos necesarios todos los que nos apiñábamos en busca de una oportunidad, los amigos de mi hermano me conseguían la labor que demandaba menos energía, siempre era el más joven del grupo. Un par de veces realicé la tarea de “aguador”, el que lleva agua a los trabajadores que lo necesitan, repartidos por todos los compartimentos donde se almacena la mercancía del barco. Otras veces me enviaban a descargar tabaco, eran fardos que se movían sin necesidad de aplicar excesiva fuerza. Cuando se trataba de carne congelada (argentina) era el que llevaba el carrito transportando el género desde el barco hasta CANFRISA (el almacén frigorífico en tierra firme). Al final de la exhaustiva jornada llegaba la hora de recibir el sobre, mil duritos que hacían las delicias de un muchacho extremadamente joven para esos menesteres. Con el salario tenía dinero para echar gasolina, tomarme varios zumos de piña en El Caracol (costaban 60 pesetas cada uno), comprarme un pantalón caro (unas tres mil quinientas luas) o adquirir por unas 500 pesetas el último disco de Led Zeppelín, Leon Russel, Camel, Tangerine Dream o Frank Zappa.

No me arrepiento de esta dura experiencia, aunque desde la distancia que supone el tiempo, considero que no estaba lo suficientemente maduro para afrontarla. En la actualidad, los chicos que tienen la misma edad que yo tenía entonces, disfrutan, por regla general, de más facilidades para conseguir lo que desean. Ellos viven obsesionados con la tecnología, sus relaciones personales son diferentes, desean –y consiguen- objetos que les facilita su independencia, existen menos interacciones personales. En estos años todo ha cambiado a un ritmo vertiginoso pero, quiero pensar, que los objetivos y los sueños, antes y ahora, son similares, aunque el camino para llegar a ellos sea diferente. En mi época no existía tecnología alguna (sólo una televisión con, a lo sumo, dos canales y obsoletos radio cassettes) pero era un mundo feliz, por eso de vez en cuando vuelvo a él y sigue permaneciendo: siempre estará en mi pensamiento y oníricamente, aunque sé que para regresar hay que armarse de paciencia".

20 de diciembre de 2007

martes, 6 de mayo de 2025

DEUDA PÚBLICA. AYUNTAMIENTO DE ZAMORA




Lo que ha hecho el Ayuntamiento de Zamora desde que gobierna Paco Guarido es inaudito. El presupuesto municipal de 2024 se cierra con un superávit de 10.500.000 euros (verás como llega el PP y se lo gasta en una cena). El Ayuntamiento está completamente saneado, con una situación económica que permite afrontar el futuro con tranquilidad, a pesar de no haberse incrementado los tributos en los últimos diez años.


Las inversiones realizadas en la ciudad de Zamora en 2024 ascendieron a 68.000.000 euros, a pesar de ello el equipo de gobierno municipal se muestra muy crítico con las limitaciones de gasto impuesta por la ley que castigan a los ayuntamientos saneados en beneficio del déficit del Gobierno y de las Comunidades Autónomas. 

AUTOCARAVANAS

  Hoy de nuevo salí a caminar por Peñíscola, lo hice por la ruta que suelo hacer en invierno, algo más larga. Sin embargo, al contrario de l...