lunes, 16 de abril de 2007

HOTELES


Leía el otro a Javier Marías, escribía sobre la inspiración (él no la llamaba así), comentaba que había días en que los artículos salían a borbollones y, sin embargo otros, incluso no dormía pensando en algo que escribir. En una ocasión se levantó de la cama y fue directo a su despacho para intentar encontrar un motivo para escribir, curiosamente una foto que había sobre la mesa le inspiró un tema a desarrollar. Increíblemente, comentaba, ha sido uno de los que mas ha gustado a mis lectores.

Afortunadamente yo no tengo ese problema, escribo por placer y cuando me apetece. Siempre he dicho que admiro, en alto grado, a todos los profesionales de la escritura que tienen diariamente que elaborar un artículo para su periódico o publicación. Esta pasada noche no he dormido bien, tengo una dolencia lumbar, afortunadamente va remitiendo, y a veces me juega la mala pasada de despertarme, entonces no puedo retomar el sueño y empiezo a dar vueltas o bien me levanto a leer. A las siete de la mañana he leído un capitulo del libro que está en mi mesita y luego he pensado en los hoteles en donde he pasado algunas noches, algo hay que hacer ¿no?

Sería bueno preguntar a mis conocidos de otros blogs, tal vez lo haga, cuales han sido los mejores alojamientos en los que han dormido y cuales los peores.
Empezaré por lo mejor, siempre me gusta más. En mi caso ha habido tres, que yo recuerde, en los que me he sentido como un rey, todos en el extranjero. Se trata del Hotel Carlton Plaza en Andorra la Vella, céntrico, moderno, confortable y muy tranquilo, casi siempre busco la tranquilidad cuando viajo, el Novotel en Chiang Mai, Tailandia, buena ubicación, moderno, personal muy atento, como en toda la zona y, por último, el Sheraton en Oporto, todo un lujo que encontré en una oferta de una agencia de viajes.

Mis últimos viajes al extranjero han sido a Londres, Ámsterdam y Varsovia, respectivamente según relación temporal. En todos ellos quise asegurarme de varios aspectos importantes para mi (obviamente la tranquilidad no se puede comprobar), como son: habitaciones con baño, lugar céntrico y un buen aspecto en las fotos (aunque a veces, lo sé por experiencia, este dato es engañoso). En Londres me alojé en el Hotel President, junto a Rusell Square y una estación de metro a escasos trescientos metros, cerca del British Museum. No era especialmente caro para tratarse de Londres y cumplía las condiciones mínimas. En Amsterdam tuve la suerte de alojarme en el Hotel Jolly Carlton, cerca de la Plaza Rembrant, del Mercado de las Flores y de los canales. La habitación era pequeña, similar a la del hotel londinense, pero disponíamos de una diminuta terraza que hacía nuestras delicias durante la noche. En Varsovia, un viaje muy problemático (digno de contar en otro post,) tuve la suerte de encontrar el Holiday Inn Hotel, sin duda el mejor de los tres y con un trato exquisito por parte del personal.

En España tenemos grandes hoteles, he tenido que conocer muchos de ellos por mi condición deportiva, y puedo decir que en los últimos tiempos hemos mejorado, estando entre los mejores del mundo en cuanto a oferta. Recuerdo entre los mejores uno de la localidad gaditana de Sotogrande, creo que se llamaba Apartotel Golf, otro de Granada que tenía el nombre de una reina y por último, el Subur Maritim en Sitges.
De los peores recuerdo uno en Estepa del que tuvimos que irnos, una pensión en San Sebastián, dormimos cuatro en una habitación pero fue una de las mejores juergas que recuerdo, aunque la superó otra en un hotel amurallado en el desierto de Túnez.

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