ARTISTAS Y ESCRITORES ZAMORANOS

El pasado viernes, tuve la suerte de acudir a dos citas culturales en la capital zamorana. Por un lado, Mario Crespo presentó su última novela “Biblioteca Nacional”, donde el fútbol es utilizado por el autor como escusa para tratar el futuro de las bibliotecas, equilibrando la existencia real y digital del protagonista. No conozco personalmente a Mario, pero forma parte de esa gran nómina de escritores que han nacido o se han criado en la provincia de Zamora. Nombres populares, como es el caso del filósofo y poeta Agustín García Calvo, Amando de Miguel, Juan Manuel de Prada, Jesús Ferrero, José Ángel Barrueco y muchos más. Llegué tarde a la presentación y ya estaba Mario dando detalles de su vida profesional y de su tercera novela. Luego, con la sala llena, hubo un turno de preguntas por parte de los asistentes aunque denoté que Mario no se encontraba a gusto y a la segunda pregunta cortó el debate. Los escasos treinta minutos que duró el acto se me hicieron cortos. Desde mi punto de vista, debería haber estado más relajado y menos prepotente (no sé si es el adjetivo más adecuado), pero tengo la certeza que esa conducta tan negativa se debía a algo. Tal vez por ese motivo, iba dispuesto a comprar el libro y a solicitarle el autógrafo correspondiente, se me quitaron las ganas de llevarme el ejemplar a casa.

A pocos metros de allí, concretamente en la iglesia de la Encarnación, convertida desde hace años en espacio cultural, inauguraba Manuel Esteban Lamas , nueve años después de su última visita a la ciudad que le vio nacer, su exposición de pintura. Después de triunfar con su obra en Nueva York, Berlín o Japón, Esteban comentó a algún diario escrito de Zamora que era su muestra más completa. Tuve la suerte, por medio de un amigo común, de conocer a su compañera y musa Andrea Harwood. Hablamos de su tierra, California, del estudio luminoso del artista en San Lorenzo de El Escorial y del frío instalado en Zamora. Al día siguiente volví a contemplar más detenidamente la exposición pero no quise molestar a Andrea y a Esteban que estaban concentrados en sus respectivos libros.