Otra de las ciudades que apelan a la calma en el Algarve (y más en esta estación) es Tavira, con el río Gilão diviendo en dos orillas la ciudad y hoy especialmente alto de caudal que hacía pensar que se haya desbordado en alguna ocasión inundando las orillas de la ciudad cercanas al río.
Tavira, en su conjunto, no será el lugar más secreto, pero cada rincón tiene el misticismo de cuando descubrimos algo por primera vez. Uno de los lugares más concurridos es el Ponte Velha, donde la gente cruza de una orilla a otra sin parar y con música de acordeón amenizando el trayecto. En los bancos de piedra del puente los paisanos se sientan a charlar, escuchar la música en directo y vigilar de soslayo el río. Tavira alberga muchas joyas escondidas que esperan ser descubiertas. Desde jardines apartados y calles tranquilas hasta museos innovadores y sosegados paseos junto al río, Tavira ofrece innumerables lugares menos conocidos que brindan a los visitantes una experiencia única y personal de la ciudad. Estos lugares son los que hacen que valga la pena explorar las joyas ocultas de Tavira, ya que ofrecen una visión más profunda del encanto tranquilo y la belleza discreta de esta joya del Algarve. Ya sea que esté paseando por el centro de la ciudad o aventurándose en sus tranquilos alrededores, el espíritu de Tavira es palpable, invitando a todos los que la visitan a descubrir sus secretos y disfrutar de su tranquilo entorno.
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