jueves, 10 de abril de 2025

TIENDAS DE ULTRAMARINOS




Foto: FuerteHoteles

"Las tiendas de ultramarinos son esos establecimientos de comestibles que se pueden conservar sin que se alteren fácilmente y que remontan su origen a los tiempos coloniales donde llegaban mercancías de América. Las grandes superficies comerciales no han podido hacerle sombra a estos pequeños rincones que ofrecen, además de sus productos, un trato cercano y casi familiar al cliente. Los tenderos suelen ser muy serviciales y te aconsejan en todo momento."

Recuerdo la tienda de "Tucho" en Corbán, tenía prácticamente de todo e íbamos varias veces al día a comprar, siempre hacía falta algo para cocinar, algún producto de limpieza... Entonces era un niño y Tucho y su marido me trataban fenomenalmente, ninguna vez me hicieron sentir que éramos pobres, nunca llevaba dinero se lo apuntaban a débito a mis abuelos y cuando éstos cobraban la pensión abonaban la deuda contraída. Curiosamente, también en la calle Madrid de Santander, donde vivimos en el número 5, frente a la Academia Puente había otra tienda de ultramarinos en la que "gastábamos". El otro día pasé por allí y sigue abierta, supongo que estará a cargo de latinos o chinos, pero sigue abasteciendo al barrio.
 

"El otro día cenaba en casa de mi hermana con ella, mi cuñado y mis dos sobrinos G y J. Algo nada común por otra parte, pasa muy pocas veces al año, vivimos en ciudades diferentes. Hablábamos durante la cena de varios temas, mis sobrinos son muy educados, tienen una mezcla de educación tradicional y moderna, pero lo interesante, siempre desde mi punto de vista, es que sus padres han sabido discernir lo mejor de cada una de ellas para írselo instruyendo día a día. Creo que encontrar esa justa medida puede ser un gran éxito para el futuro de nuestros hijos. Si hubiese tenido hijos me hubiera gustado que fuesen educados de la misma manera que G y J. Como decía, hablábamos de multitud de temas y mis sobrinos, como siempre, no perdían “comba”. En un momento dado yo estaba hablando de algo referente a una tienda de ultramarinos que había en nuestro barrio cuando éramos niños.
G, el mayor, 13 años, saltó como un resorte preguntando ¿qué significa ultramarinos? Su padre, con voz tranquila y acostumbrado a responder a ese tipo de preguntas le explicó que el nombre de "ultramarino" proviene de los productos que antiguamente se vendían en esos establecimientos, tipo tiendas, solían venir de “ultramar”, principalmente de América y Asia, generalmente productos al peso, “a granel”, así como comida envasada: latas, escabechados… Acabamos explicándoles que eran tiendas oscuras con mostrador o mostradores de mármol blanco en donde siempre había impregnado en el ambiente un aroma que les hacía distintos del resto de tiendas. Estoy seguro que pensaron, una vez más, que tipos más carrozas, que aventuritas nos relatan.
De esta maravillosa cena en la que no recuerdo lo que comimos y no hace más de quince días que se celebró, lo que sí recuerdo nítidamente es esa unión alrededor de la mesa, sin tele, sin nada que molestará (ni siquiera sonó ningún teléfono), esa sensación de estar traspasando datos concretos sobre aconteceres íntimos y tradicionales de una generación a otra, como antes lo hicieron nuestros padres y nuestros abuelos, y seguramente lo harán estos pequeños sobrinos.
No hay que perder la costumbre de estar juntos todos los miembros de la familia alrededor de la mesa, para intercambiar información sobre lo que somos, lo que hemos sido e ir avanzando hacía lo que seremos, ganando en progreso sin perder nuestras costumbres familiares más íntimas. Eso trataba de explicar."
28 de noviembre de 2006

miércoles, 9 de abril de 2025

ELEGANTE YORKSHIRE TERRIER. Segunda parte.


Comencé este blog el 27 de noviembre de 2006, tenía entonces 49 años, era lunes, por tanto escribiría la entrada al salir del trabajo, en el apacible salón de mi antigua vivienda en Soria a más de 25 grados de temperatura y, seguramente, con varios grados bajo cero en la calle, pero intentando componer un escrito que inauguraba un blog cuyo nombre me inspiró otro blog que se se llama "Escrito en el viento" del zamorano, residente en Madrid, José Ángel Barrueco. Copio el subtitulo que viene a continuación del nombre de su blog.


"EN LO QUE ME CONCIERNE, NO SOY UN ESCRITOR, SOY ALGUIEN QUE ESCRIBE…" (THOMAS BERNHARD)


Por desgracia el elegante Yorkshire habrá fallecido, ya han pasado casi diecinueve años desde ese escrito, el subsahariano sabe dios dónde estará y yo sigo con ese entretenimiento que comenzó entonces y persiste todavía. Ojalá sea por muchos años más, significará que seguimos viviendo.



"Esta mañana, algo fría en mi ciudad, entraba cargado con una maleta a la estación de autobuses acompañando a un familiar. Un subsahariano, poco abrigado para los grados del exterior, miraba detrás de los cristales de la puerta hacía la calle. En ese mismo instante, un perrito de raza Yorkshire Terrier pasaba con su dueño por delante de la estación ante la mirada incrédula del africano. El perrito vestía un abrigo muy ceñido y con unas tonalidades muy acordes a su pelaje.

Cuando volvía a casa en mi automóvil no dejaba de pensar en ese momento, sería fantástico escuchar la descripción del africano a sus paisanos, con problemas de alimentación, sanitarios y otros aspectos de primera necesidad, contándoles como en el primer mundo hasta los perros van abrigados por la calle mientras que ellos no tienen ni para alimentar a sus hijos.

En cualquier momento, una estampa de esas características puede surgir en tu camino y hacerte recapacitar en las diferencias sociales y culturales qué, desgraciadamente, distinguen a los seres humanos, todos ellos con capacidad para pensar, sentir y ser conscientes de la suerte, casualidad o designio providencial de nacer en uno u otro lugar de nuestro querido y maltratado planeta tierra.

Con seguridad a esa persona de la estación no se le ocurrirá nunca decir: “que vida más perra”, sería una ofensa personal."

lunes, 27 de noviembre de 2006

domingo, 6 de abril de 2025

PRIMAVERA OTRA VEZ


Toca decir adiós. Ha sido una maravilla estar casi un mes en Santander. A pesar del mal tiempo, justo ahora empieza a hacer bueno, he disfrutado mucho de la estancia. Regresar a Liébana ha sido el mejor regalo, había olvidado la generosidad de los lebaniegos, la belleza de la comarca, lo placentero de recorrer sus trayectos más angostos. 

Mañana me voy para tierras de Ocellum Duri -Los Ojos del Duero-, del que, por una especie de acrónimo (ce-m-uri), resultaría el nombre actual (Zamora) y contemplo un atardecer soleado donde destacan los brotes avanzados de los árboles y las hojas de las hortensias de un verde radiante. Me he despedido de la pareja de tordos que amenizan con sus trinos las mañanas y las tardes, también de las cinco yeguas preñadas, dos rubias y tres morenas del Monte de Corbán, de mi querida “Canela”, gatina mayorzuca, de lo que llamo "el Pub", es decir "Casa Miguel", donde comemos rabas y caracolillos. Siempre me da melancolía abandonar mi tierruca, pero hay que seguir camino, avanzar buscando lo mejor para sentirme bien y ahora toca estancia en Zamora, se acerca la Semana Santa y, también, se agradece un poco de animación después de este último invierno que hemos abandonado definitivamente La rigurosa austeridad de la Semana Santa zamorana crea un fuerte contraste que alcanza momentos de gran intensidad. Diecisiete son las cofradías que desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección, convierten las calles de la ciudad en un escenario de la pasión y un museo vivo. Merece la pena, pero siempre acaba un poco harto de lo multitudinario del acontecimiento. Sin embargo, apetece la visita.

Llega el buen tiempo y eso es la mejor noticia, hacer vida en la calle, disfrutar del calorcito, de la poca ropa, comer en la terraza, vivir de otra manera. El invierno se hace largo y hay que deleitarse del sol y la naturaleza. La tierra sigue girando y ahora apetece disfrutar de la temporada primaveral.

jueves, 3 de abril de 2025

CONSUELO BERGES




Escritora, maestra, periodista, feminista y traductora española.


Ucieda (Ruente, Cantabria, España)  1899 - Madrid (España)  1988




Nació en 1899 en Ucieda (Cantabria). Hija de madre soltera, perteneciente a una familia de librepensadores y republicanos, no fue a la escuela. Se educó leyendo todo lo que había en la biblioteca familiar, en español y en francés. Fue reconocida por su padre, Manuel Quirós. Se fue a vivir con sus abuelos paternos. Consuelo era prima segunda de la pintora María Blanchard y de la escritora Matilde de la Torre. Estudió Magisterio en la Escuela Normal de Maestras de Santander. Acabada la carrera entró a trabajar en la "Academia Torre" que su prima Matilde había abierto en Cabezón de la Sal. Escribió en "La Región", donde Consuelo publicó sus primeros artículos con el seudónimo de Yasnaia Poliana, y, más tarde, en "El Sol" de Madrid, "La Nación" de Buenos Aires y la Revista de las Españas, publicada por la Unión Ibero-Americana en Madrid. Sus puntos de vista, siempre polémicos, despertaron el interés en los intelectuales del momento, y mantuvo correspondencia y amistad con Clara Campoamor, Azorín, Ortega y Gasset, Rosa Chacel, Francisco Ayala, María Zambrano, entre otros. 


En diciembre de 1926, en plena dictadura de Primo de Rivera, se marcha  a Perú, dónde vive un familiar e imparte clases en la universidad de Arequipa. Más tarde, se instalará en Buenos Aires y escribirá artículos para el periódico: "El Diario Español". Allí entrará en contacto con las escritoras María Teresa León y con Concha Méndez, con la que entablará una gran amistad.


Tras la proclamación de la II República, Consuelo regresó a España e ingresó en la organización "Unión Republicana Femenina", fundada por Clara Campoamor, con la misión de educar y preparar a la mujer española para el ejercicio de sus derechos políticos. Ejerció como Vicepresidenta del V Congreso Internacional de Mujeres, celebrado en Madrid en 1932. En esta época se inició en la masonería formando parte de las logias "Adopción Amor" y "Reivindicación". 


 En 1939 cruzó la frontera hacia Francia camino del exilio. Consiguió llegar a París y allí vivió en la clandestinidad acogida por sus amigos Baltasar Lobo y Mercedes Comaposada Guillén, a quienes ayudaba Pablo Picasso. En 1943 fue detenida por los alemanes y devuelta a España. Consiguió eludir la cárcel pero fue censurada por el régimen franquista que le prohibió publicar obra propia. Se dedicó a partir de entonces a la traducción al español de las obras de grandes autores franceses como Saint-Simon, Stendhal, Marcel Proust...


Con la llegada de la democracia a España salió de su exilio interior recuperando sus antiguas amistades. En 1983 creó la Fundación Consuelo Berges y estableció el Premio Stendhal a la mejor traducción al español. Falleció en Madrid en 1988.


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Sus obras:

  • Escalas (1930)
  • Concepción Arenal: Algunas noticias de su vida y obra (1931).
  • La mujer y la masonería. Boletín Oficial de la GLE (1932).
  • Explicación de Octubre (1935)
  • Stendhal. Su vida, su mundo, su obra (1962)
  • Stendhal y su mundo (1983)
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Fuentes:

-Mujeres Literatas. Un mundo paralelo.
-Wikipedia
-Pares. Portal de archivos españoles.

AUTOBÚS A CORBÁN


Foto- Cantabria y Santander en el recuerdo
El autobús salía de la Plaza de las Estaciones

El otro día vine en el autobús número 2 (Corbán- Consuelo Berges) -En otra entrada contaré la curiosa y activa vida de Berges-. Llovía en el trayecto desde la parada a mi casa y recordé la cantidad de veces que hice ese mismo recorrido de apenas 400 metros. Cuando era estudiante me desplazaba desde Corbán hasta la parada de Cuatro Caminos y desde allí iba andando a la Filial 2 del Instituto Pereda en el santanderino Barrio Pesquero. La compañía de transporte entonces no era municipal como lo es ahora, lo llevaba la empresa Muñoz, “Los Muñoces”  llamábamos a los autobuses, eran de un amarillo crema con alguna linea azul. Yo lo cogía todos los días a las 8:10, venía de Liencres y no siempre podía ir sentado. Entraba en el Instituto a las 9:00. Era horario de mañana y tarde, concretamente de 9 a 13:30 y de 15:30 a 18 horas. Comía en Cisneros nº 9, nuestro domicilio, y al salir iba a casa de mis abuelos a dormir. Otras veces me desplazaba al Instituto desde Cisneros, por la calle Cervantes, el túnel de las Estaciones, calle Madrid y por la antigua Tabacalera llegaba al Barrio Pesquero, una distancia de unos dos km. Muchas veces llegaba calado, no conocíamos las danas, pero llovía mucho más que ahora y los aguaceros eran frecuentes. También me pillaban en el recorrido de la parada de Corbán a casa de mis abuelos.

Una temporada el trayecto Corbán- Santander y viceversa lo hice en moto. La distancia entonces era de unos cinco km. y al igual que cuando iba caminando los chaparrones eran frecuentes. Ese recuerdo de llegar empapado a casa o al Instituto ha quedado grabado en mi interior. En ese reciente regreso a casa desde la parada del autobús 2 iba mejor preparado de ropa y calzado, además no llueve de la misma manera y con la misma intensidad y frecuencia que lo hacía entonces. Los años han pasado, pero los recuerdos persisten, creo que se trata de una extraordinaria señal. Y que siga lloviendo que es necesario para todo.

TIENDAS DE ULTRAMARINOS

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