Durante el verano, casi siempre en el mes de agosto, llegaban a Santander “los veraneantes”, así llamábamos a los turistas en los años 60 y 70 en tiempos de mis abuelos. Llegaban, principalmente de Madrid, y algunos de lo que ahora es Castilla y León y La Rioja, también franceses, holandeses y suizos. Con el tiempo se han ido añadiendo vascos, navarros, aragoneses y un abanico mucho más amplio de turismo extranjero, sobre todo favorecido por el gran número de lineas aéreas abiertas desde nuestro aeropuerto a otras ciudades europeas y a los numerosos ferries que recalan en el puerto de Santander, proliferando los británicos.
En los meses de julio y agosto Cantabria está saturada, no encuentras aparcamiento en la ciudad, ni en las playas, ni en lo pueblos, la región se masifica con sus pros y sus contras, hay para todos los gustos. La palabra veraneante ha quedado en desuso y ahora se ha sustituido por otra más insultante: “papardo”. Así llaman los cántabros a la palometa, zapatero o japuta, un pez que se acerca a sus costas en los meses de verano y después desaparece. Como los turistas de alto copete que veraneaban y veranean siguiendo la estela de Alfonso XIII a principios del siglo XX en la zona de Santander y en Comillas, que es donde comenzó a utilizarse ese término. Algunos cántabros llaman también “papardos” a estos veraneantes que comparten poco y desaparecen como la palometa al final del verano.
Para María Jesús Cava Mesa, catedrática emérita de Historia Contemporánea, “Hace años que un santanderino de esa sociedad que se autodenomina como ‘de Santander de toda la vida’ (STV) me explicó que a los veraneantes foráneos se les calificaba de ‘papardos’. Hoy, el adjetivo metafórico ya no solo acota a los madrileños que acudían desde tiempos pretéritos a Comillas, sino que se aplica por extensión a todo llegado de cualquier geografía foránea.” “…Pero, si bien merecedores de tal apelativo aquellos veraneantes que invadían el pueblo donde Gaudí respondió a ‘caprichos’ y el marqués de Comillas y los jesuitas acordaron crear un seminario que hoy es universidad, actualmente tienen sucesores a quienes no debiera aplicarse tal mote. Y lo digo en defensa de los muchos turistas que, pese a invadir a veces de manera desconsiderada este y otros territorios, dan oxígeno a un cierto provincianismo que se nota hasta en el aplauso de algunas citas musicales de gran renombre en la capital cántabra. Pero, sobre todo, dejan euros. Pocos o muchos, pero los dejan. Y solo hay que comprobarlo acudiendo a los alquileres vacacionales. La demanda coloca a nivel de fortunita los precios. Y eso pasa no solo en Ibiza y en Málaga, también sucede en Santander.
Obviamente, si recreo esta realidad no es para indisponerme con esa ciudad a la que acudo como paparda encantada desde hace años. Lo hago para hablar brevemente de política….”
El pasado lunes se publicó en el Diario Montañés un articulo titulado “Turismofobia”, firmado por Pedro Manuel Suárez. Hablaba de lo difícil que puede llegar a ser la convivencia vacacional con los vecinos habituales. Todo un clásico de los últimos veranos que se plasma en la llamada “turismofobia”, animadversión de los vecinos hacia los turistas que les visitan, ya que siente que estos los invaden y alteran sus costumbres y bienestar habituales. Escribe también sobre comportamientos inapropiados por parte de los turistas (ser atendidos al momento en el restaurante, colonizan grandes espacios de playa, conducen como si estuvieran en un rally, se quejan constantemente…), sin embargo hay otros que se sienten agradecidos, no se puede catalogar a todos por igual. En el lado positivo de los visitantes están las mejoras que se realizan en los municipios (calles, parques, iluminación, fiestas, rehabilitaciones, guarderias, centros sociales, restauración, etc.) y que han florecido gracias a la iniciativa de los vecinos y, también, de esos molestos turistas con lo que gastan y los impuestos que pagan.
El 23 de febrero de 2025 publiqué en este Blog una entrada titulada “La turistificación”, merece la pena una visita
https://asfoso.blogspot.com/2025/02/la-turistificacion.html