DIARIO DEL CORONAVIRUS. 35

Hoy quería relajarme y comentar cuestiones relativas a la cultura en relación con nuestro encierro. No sé si lo haré ya que he conocido datos oficiales tan falsos y tan cercanos que me han irritado tanto que no me dejan centrarme en nada más. No es el momento pero prometo que algún día saldrá a la luz toda esta falsedad. Seguiré con el paso marcado y espero tener paciencia para no perderlo. Cercano a mi argumento, pero ahora en relación a la Consejera de Sanidad de Castilla y León, a la qué, curiosamente, hemos solicitado desde Soria su dimisión un número similar a los contagiados por el Covid 19 en la provincia, el primer equipo del Samur de Madrid trasladado a Soria para ayudar contra la pandemia, ha desmentido a la Señora Consejera, Dña. Verónica Casado, asegurando que la UCI del hospital de Soria estaba “completamente saturada”. La Consejera del tema aseguró que la situación en los hospitales de Soria estaba “contenida”, pidiendo calma y sosiego porque “el llamamiento agónico” que hizo el alcalde de Soria no correspondía a la situación. Y no digo más, esa señora no merece ni una insignificante línea adicional en mi humilde diario.

Hace un mes había 114.000 casos y 4.000 fallecidos por coronaviruavirus. A fecha de hoy, según el CSSE (Center for Systems Science and Engineering), hay 2.065.906 casos y 137.124 muertos. En España, en este momento, hay 180.659 casos y 18.812 muertos. El FMI ha puesto cifras y nombre a lo que considera “el gran cierre” por la paralización de la actividad, sin datos no podemos vivir, siendo España uno de los países más afectados con una caída del 8% del PIB, que se reducirá a la mitad en 2012. La subida del paro estima que será del 20,8% (en la crisis de 2008 subimos al 27%). Según estos datos tremendos que suponen un impacto imprevisto estaremos a lo que Milton Friedman (el padre de la escuela neoliberal de Chicago) denominó “la doctrina del shock”. Milton argumentaba que “solo una crisis -real o así percibida- puede producir un auténtico cambio”. Esperemos sea para bien. Queda un largo camino por recorrer y deseo que sea hacia un futuro más optimista.

Mientras tanto, durante el confinamiento nos hemos dado cuenta de lo importante que es la cultura, ayudando a entretenernos esos largos tiempos en los que no tenemos nada que hacer. Leer un libro, ver una película o escuchar música son actividades que antes pasaban más desapercibidas y ahora son indispensables. A ese respecto, en una entrevista al filósofo francés Edgar Morin publicada por el Corriere della Sera, decía: “El confinamiento está haciendo que nos demos cuenta de la importancia de la cultura. Una ocasión —a través de estos saberes que nuestra sociedad ha llamado injustamente “inútiles” porque no producen ganancias— para comprender los límites del consumismo y de la carrera sin pausa hacia el dinero y el poder. Habremos aprendido algo en estos tiempos de pandemia si sabemos redescubrir y cultivar los auténticos valores de la vida: el amor, la amistad, la fraternidad, la solidaridad. Valores esenciales que conocemos desde siempre y que desde siempre, desafortunadamente, terminamos por olvidar”.